Un accidente que sufrió la aeronave Boeing 737-8Q8 LV-KJE ocurrido en el Aeropuerto Internacional “Astor Piazzolla” de Mar del Plata cuando aterrizaba no pasó a mayores. No obstante, todas las fuentes consultadas coinciden en la gravedad del suceso que, por obra del destino, no tuvo consecuencias trágicas. Los peligros de que el DNU mantenga vigencia no son abstractos. Trabajadores aeronáuticos lo explican de primera mano.
Sábado 6 de enero 16:31
En la madrugada de este sábado, la aeronave Boeing 737-8Q8 LV-KJE sufrió un accidente en el Aeropuerto Internacional “Astor Piazzolla” de Mar del Plata cuando aterrizaba. No pasó a mayores. No obstante, todas las fuentes consultadas coinciden en la gravedad del suceso que, por obra del destino, no tuvo consecuencias trágicas.
Un día antes del accidente las autoridades gubernamentales otorgaban rutas a cualquier empresa con la sola condición de requerirlas. De la partida son las empresas Low Cost (bajo costo) que, amparadas en la vigencia del DNU y su promoción de “cielos abiertos”, intenta rapiñar el negocio aerocomercial en Argentina. Son de la partida inicial JetSmart, Flybondi, Paranair y GOL.
La oscura reputación en materia de seguridad operacional de las empresas de Low Cost son tan precarias como dudosas sus finanzas y paquetes accionarios.
El gobierno anunció el negociado festejando y destacando la ruta y empresa que horas después pondría en riesgo la vida de usuarios y tripulantes: “FlyBondi ya comenzó a conectar Mar del Plata con la Ciudad de Buenos Aires realizando el vuelo inaugural con una ocupación del 90% de sus asientos y representando la primera aerolínea Low Cost en volar a ese destino”.
No es casual dicha promoción encubierta. Resulta ser que el nuevo subsecretario del gobierno actual de Transporte Aereo, Roberto Tessutti, es un ex CEO de la empresa Flybondi.
El accidente se da en el marco de una fuerte campaña gubernamental cuyo blanco es Aerolíneas Argentinas y las pretensiones de desfinanciar la compañía para luego privatizarla. La Ley enviada al Congreso por el Poder Ejecutivo pone especial énfasis en la cuestión. Es con ese objetivo privatizador que se promociona el mito de los “cielos abiertos”: un eufemismo para promocionar la desregulación aerocomercial y permitir la entrada de capitales de compañías aéreas con capital extranjero.
Al respecto, cabe señalar que la era de las empresas Low Cost inauguradas con la gestión Macrista, se potenciaron y consolidaron con la gestión de Alberto Fernández. No es casual que hace apenas unos días el embajador en Brasil Daniel Scioli, posara para la foto junto al CEO de Flybondi. Coronaba la imagen una gorra con la leyenda “las fuerzas del cielo”.
Resulta elocuente que todos los actores que operan en el mundo aeroportuario coinciden en que la aventura de precarizar la industria aerocomercial no redundará en un mayor acceso de usuarios al mercado de boletos aéreos. Como fuere, la precariedad en la seguridad operacional es un lugar común en compañías que destacan operar a “bajo costo”.
Un veterano, operario de los aeropuertos nos comentó que “la precariedad llegó en modo brutal a la actividad aeronáutica, los ramperos de las lowcost súper explotados cumpliendo múltiples funciones es inaudito hace rato. En Ezeiza ITC los grupos de pista y cinta están siendo exprimidos y en desidia empresarial, equipos mal mantenidos y todo a punto de estallar”.
En el mismo sentido se pronunció Luciano Corradi, delegado, referente del sindicalismo aeronáutico combativo y miembro de la agrupación El Despegue Aeronáuticos, que nos dice respecto al accidente de FlyBondi: “Ya lo vimos cuando fue lo de LAPA, un verdadero crimen social que quedó impune, todas esas vidas en nombre de la rentabilidad empresarial”.
Martin Brat, también delegado en UPADEP, trabajador tercerizado de Aerolíneas y miembro de El Despegue Aeronáuticos expresó que “estos tipos entregan la soberanía aérea de nuestro país para privatizar Aerolíneas Argentinas, no nos vamos a quedar de brazos cruzados, nosotros vamos a defender nuestra línea de bandera y vamos a promover asambleas de todos los aeronáuticos para participar activamente del paro del 24”.
Así las cosas, los delegados combativos en los aeropuertos escapan a la denuncia testimonial y se anotan en la partida del paro activo del 24. Todo tiene que ver con todo.
