Mientras los principales candidatos presidenciales se pelean en cuanto medio se cruzan, en Formosa y otras provincias van en los mismos frentes electorales o llevan boletas pegadas. ¿Curiosidades de las PASO o alianza estratégica contra los trabajadores?
Sábado 1ro de agosto de 2015
El Frente Amplio Formoseño (FAF) se formó hace cuatro años como una "renovación política" dentro de la provincia. Por aquel entonces la candidatura a gobernador era encabezada por Francisco Nazar, un sacerdote de la Pastoral Social de la Iglesia quien, con diversos sectores progresistas de la provincia, fundó la Opción Social y Popular como alternativa a los partidos tradicionales.
Pero el sueño duró menos que un suspiro. A poco de conformarse el espacio Opción Social y Popular su primera estrategia política fue sumarse a radicales y peronistas reciclados. Entre ellos Vicente Joga, padre político de Gildo Insfrán, y de la renovación no quedaron ni las cenizas. Fue así como nació el Frente Amplio Formoseño, con sectores de la Iglesia, radicales, peronistas y “progresistas” (Partido Socialista y Libres del Sur).
El Frente Amplio, en la actualidad, se monta en un discurso de amplitud que confunde y miente al electorado. Lleva como candidatos a presidente a seis opciones bien diferentes (o no tanto): Macri, Sanz y Carrió dentro del Frente Cambiemos; Massa y De La Sota por la alianza Unidos por una Nueva Argentina y Margarita Stolbizer por la Alianza Progresistas. Todos postulan, como candidato a Diputado Nacional, a Martín Hernández, actual Diputado Provincial por la UCR.
El FAF quiere disfrazar esta ensalada política como un acuerdo democrático y amplio que ofrece a la ciudadanía una carta de variedades interesantes para que los formoseños puedan elegir a quien sea de su preferencia. Lejos de ser esto un punto a favor, demuestra la profunda crisis de los partidos tradicionales en la provincia y en el país.
Estas alianzas sui generis tienen la capacidad de reunir en un mismo frente a Stolbizer, “abanderada por la lucha contra la corrupción”, con Macri y compañía, compartiendo frente y candidatos. Juntos en este “frente” también conviven el PRO y el Frente Renovador de Massa, quienes no lograron un acuerdo a nivel nacional, (porque según los primeros Massa representa la vieja política) pero “milagrosamente” en Formosa van juntos.
Lo que demuestra este “Frente Amplio” es la bancarrota de los partidos tradicionales. Por un lado la UCR (principal impulsor de este acuerdo), quien, para sortear sus interminables internas, ofrece a sus propios partidarios la opción de votar por Macri o por un radical “pura cepa” como Sanz. Y por el otro, demostrando un increíble oportunismo político (que lo lleva al cambalache total) lleva en sus listas a peronistas como De La Sota o Massa y al pseudoprogresismo representado por Stolbizer. Buscan de esta manera captar la mayor cantidad de votos.
Debemos recordar entonces que en Formosa el FAF compite con seis boletas, mientras que el PJ, encarnado en Insfrán, iría con una sola, la de Scioli Presidente. Como si esto fuera poco, en las elecciones generales de octubre jugará también la inefable Ley de Lemas, en la que el PJ poblará de boletas el cuarto oscuro. Pero el FAF no se quedará atrás. Más allá de ensayar una tibia denuncia contra la Ley de Lemas, presentará al igual que el Gildismo, sublemas, listas espejo y demás artilugios a lo que nos tienen acostumbrado los partidos tradicionales en la provincia.
Esto demuestra el quiebre de todo el arco de partidos tradicionales que no pueden presentarse bajo ningún concepto en listas unificadas, porque ello representaría el resquebrajamiento y el fin de los aparatos electorales con los que cuentan.
Volviendo a las PASO, y a la pintoresca particularidad del FAF llevando seis candidatos a presidente de fuerzas “antagónicas” entre sí, queda demostrada la denuncia irrefutable del Frente de Izquierda: se juntan porque defienden los mismos intereses políticos. Las de los empresarios y los patrones contra los intereses del pueblo trabajador.