Mauro Navarro fue encontrado culpable por homicidio agravado por ser miembro de la fuerza policial. El tribunal absolvió a Gerardo Figueroa, imputado por partícipe secundario del delito de homicidio agravado.
Jueves 16 de diciembre de 2021 00:00
Fotografía: Colectivo La Palta.
El miércoles se conoció la sentencia del juicio contra dos policías por el asesinato de Miguel Reyes Pérez, un caso de gatillo fácil ocurrido en 2016. El policía Mauro Navarro fue condenado a prisión perpetua por homicidio agravado por ser miembro de la fuerza policial mientras que Gerardo Figueroa fue absuelto de la imputación de partícipe secundario del delito de homicidio agravado.
El tribunal de la Sala III Conclusional, integrado por los vocales Fabrián Fradejas, Luis Moralez Lezica y Gustavo Romagnoli, hizo lugar a la declaración de incompetencia realizada por el gobierno tucumano aunque hicieron lugar a la demanda civil contra Navarro y estableció que los fundamentos del fallo se leerán el 30 de diciembre a las 12 horas.
En las vísperas de la navidad del año 2016, Reyes Pérez recibió un disparo en la cara y un culatazo de escopeta, por parte de los agentes de la comisaría cuarta del barrio San Cayetano, Mauro Navarro y Gerardo Figueroa, y luego de agonizar 23 días en terapia intensiva falleció el 13 de enero de 2017. “Nadie me podrá devolver a mi hijo pero me llevó la solidaridad de compañeras y compañeros que me acompañaron estos días”, afirmó Ana Reales, madre del joven.
Desde el comienzo la policía justificó su crimen asegurando que Reyes Pérez había robado, circunstancia que no pudo ser probada a lo largo de la investigación, ni tampoco en el juicio. Tampoco que el joven asesinado haya tenido armas, como afirmaron los policías.
