Al mejor estilo “patrón de estancia”, Normando Álvarez García, ministro de Gobierno de Sadir, afirmó que el Gobierno pagaría lo que pueda en concepto de recomposición salarial en instancias de paritaria. Una evidente continuidad de la política económica en tiempos en los que el actual gobernador hacía “caja” con los salarios de los estatales siendo ministro de Gerardo Morales.
Martes 16 de abril 14:38
En recientes declaraciones a un medio local el actual ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Trabajo de Jujuy, Normando Álvarez García hizo alusión al lento y trabado proceso de recomposición salarial que está llevando adelante el estado provincial con los diferentes representantes sindicales de los sectores estatales. Como es costumbre, estas diligencias poseen una dinámica lenta y trabada, mayormente signada por la voluntad de los funcionarios para recibir los pedidos en reuniones formales que en nada cambian lo trazado por las intenciones de un plan de gobierno que desde hace 8 años impone sus condiciones y porcentajes.
En sus alocuciones, el reciclado y eterno funcionario público radical (Chiqui para sus allegados) manifestó que el Gobierno daría a conocer la propuesta en los próximos días, que por el momento se estaban limitando a escuchar los pedidos de los distintos sectores (como si no los conocieran…) y que su par, el Ministro de Hacienda, estaría realizando los cálculos necesarios para realizar una oferta, que en los hechos se convertiría en la recurrente imposición a la que nos tienen acostumbrados.
Lo sobresaliente de sus palabras llegaron al momento de expresar que “lo peor es dar algo que después no se pueda cumplir" con la clara intención de anticipar que la esperada recomposición de los salarios estatales no sería diferente a las anteriores. Recordemos que hasta el momento, habiendo cobrado el salario de marzo, los estatales tuvieron un aumento del 30% más un bono en negro, por única vez, de $100.000, sin una recompsosición desde el mes de noviembre del año pasado. También es válido recordar que la inflación acumulada en ese período (Nov23-Mar24) fue del 86.3%.
Llama la atención que el discurso oficial siga manteniéndose en la misma línea de pagar salarios por debajo de la línea de pobreza a sus trabajadores estatales cuando, por otro lado, insisten en el superávit en las cuentas públicas. Así lo dejó confirmado el Ministro de Hacienda en su última visita a la Legislatura para ensayar una suerte de explicación respecto al proyecto de ley de Emergencia enviado por el ejecutivo. Ante las preguntas de los legisladores del Frente de Izquierda Unidad sobre los montos que implican pagar salarios deprimidos respecto a los índices inflacionarios crecientes, el mismo no pudo dar precisiones al respecto, limitándose a expresar que esos números no los había llevado.
Claramente la política económica del gobernador Sadir tiene una continuidad en el tiempo respecto a la de Gerardo Morales, que en sus ocho años de mandato impuso aumentos muy por debajo del IPC, logrando un deterioro profundo en los ingresos de los trabajadores estatales y haciendo una suerte de “caja”, pero sin tener claridad de los destinos de estos millonarios recursos. Políticas que tienen un paralelismo con el gobierno de Javier Milei, ya que este último lleva adelante un ajuste feroz sobre los salarios de estatales que tienen congelados sus ingresos y promoviendo paritarias a la baja en todos los sectores en los que se puede recortar.
Las decisiones conscientes de empobrecer a las familias estatales por parte del gobierno provincial, deben ser enfrentadas con un verdadero plan de lucha, encabezado por las dirigencias sindicales estatales, surgido de una asamblea provincial en la que todos los sectores afectados puedan definir los pasos a seguir. Urge una instancia de discusión de estas características.