CÓRDOBA. Industria automotriz: se generalizan las suspensiones

La industria automotriz continúa atravesando una dura crisis. El factor central: la caída de las ventas a Brasil, el mayor importador de los productos argentinos; pero también las fallidas inversiones que anunció el Gobierno y que nunca llegaron. La variable de ajuste, como siempre: los trabajadores.

En Ferreyra, ciudad de Córdoba, la planta de Fiat trabajará sólo entre 20 y 22 días, hasta fin de año. Las suspensiones en esta automotriz ya alcanzan a alrededor de 1600 trabajadores. Los operarios suspendidos cobran hasta el 75% de su sueldo.

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Por su parte, Volkswagen viene llevando a cabo suspensiones de entre 300 y 400 operarios dos días a la semana.

En las instalaciones de Renault, por otro lado, peligran 450 puestos de trabajo debido a que a partir del 15 de septiembre la planta de Santa Isabel dejará inactivo uno de los dos turnos de trabajo. En diálogo con La Nación, Leonardo Almada, vocero de la delegación local del SMATA, señaló que esos trabajadores deberán acogerse a retiros voluntarios. “Es el peor momento de la industria automotriz en mucho tiempo. Lo peor es que no está claro qué tenemos hacia adelante", concluyó Almada. Aunque, a decir verdad, el SMATA y la burocracia sindical nada hacen para pararle la mano a los ataques a los trabajadores.

Los US$ 500 millones de inversiones anticipados por el grupo Fiat Chrysler (FCA) y los US$ 600 millones de la coalición Renault-Nissan recién tendrán resultados sobre la producción a fines del año que viene. Mientras tanto, las automotrices no dudan en continuar con las suspensiones y retiros voluntarios de los trabajadores.