Esta convocatoria de huelga contó con la participación de sindicatos de educación, salud, transportes, telecomunicaciones e hidrocarburos que se sumaron este lunes a una huelga indefinida en oposición al proyecto de reforma fiscal que se discute en la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
Martes 11 de septiembre de 2018
Este lunes ha iniciado una huelga general convocada por los principales sindicatos del país. El motivo de la protesta es la Reforma Fiscal que el gobierno presenta como necesaria para no evitar un descalabro económico. La Reforma pondría impuestos a la Canasta Básica pero en general es percibida como una política a través de la cual la clase trabajadora pagará la supuesta crisis fiscal, creada en todo caso por los empresarios que no pagan sus impuestos así como por los gobiernos anteriores, todos los cuales aparecen como responsables de la crisis a los ojos de la clase trabajadora.
Esta medida impopular que pretende aprobar el gobierno de Carlos Alvarado obedecen a los intereses del Fondo Monetario Internacional (FMI) que recientemente ha informado que Costa Rica es el único país centroamericano que no baja su déficit fiscal, el cual equivale al 7,2% de la producción nacional (tras la revisión que hizo el Banco Central de su plan macroeconómico).
Con cortes de ruta en diversos lugares del país, como la Avenida Segunda, el centro de Heredia, Barranca en Puntarenas, y el puente sobre el río Térraba que comunica con la zona sur-sur del país, la huelga empezó desde tempranas horas de la mañana. Una movilización de entre dos y tres decenas de miles en la Asamblea Legislativa fue el acto más grande.
El gobierno por su parte ha señalado que no atenderá a los representantes de los sindicatos si se continúa con la afectación de servicios. En la noche del domingo el gobierno tomó con el Ministerio de Seguridad el muelle de Moín, en la costa Caribe, así como las instalaciones de la Refinadora Costarricense de Petróleo, lo que debilitó el inicio de la huelga. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar debido a que el presidente en cadena nacional de televisión declaró la huelga ilegal sin que la justicia burguesa haya emitido criterio.
A esto se suma que el “progresista” gobierno ha hecho un acuerdo político pleno con las fuerzas políticas más odiadas por la clase trabajadora, como lo es el Partido Liberación Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana, que en décadas anteriores fueron los abanderados del neoliberalismo.
Diversas expresiones de la clase trabajadora son indicativas de la oposición a pagar la crisis fiscal. “No estamos dispuestos a que el Combo Fiscal sea tan injusto con nosotros” y la “perspectiva es llegar hasta el final, en la derrota del Combo Fiscal” según una trabajadora del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
“El Plan Fiscal no se necesita para que sobrevivamos”, según la opinión de una estudiante de secundaria, “estamos igual que en Nicaragua, que le querían poner un impuesto y aquí nos quieren poner impuesto a todo”. “es un primer paso, falta que caliente el asunto, pero tenemos una cosa a favor, la opinión pública está de nuestro lado porque es risible que seamos los empleados públicos, nosotros los rasos los que tengamos que pagar” dijo otro trabajador del ICE.
Este martes se repetirán las acciones en todo el país, y el miércoles 12 se espera una marcha nacional de los trabajadores.
Desde el equipo militante Organización Socialista, creemos que todavía está por garantizarse la Huelga General. Las movilizaciones de hoy han sido fuertes, pero todavía no está paralizado el país. Hasta ahora tanto las posiciones de las directivas como del gobierno gira sobre la posibilidad de una negociación fiscal entre la clase trabajadora y el gobierno. No se está establecido que el objetivo de la huelga debe ser el retiro total de la Reforma Fiscal. Y en ese sentido llamamos a las bases de todos los sindicatos para que sean ellos quienes asuman la tarea de garantizar y organizar la huelga en todos los centros de trabajo. Luchar incansablemente para ganar a los sectores que aún no se suman.
Mención aparte merece la juventud de la Universidad de Costa Rica, cuya columna se mantuvo vibrante de manera permanente, sino que además incorporó dentro de las exigencias de la huelga el derecho al aborto, el matrimonio igualitario, la solidaridad con estudiantes de México, Nicaragua, Argentina, entre otros. Esta política es necesaria como parte de un esfuerzo para ganar a todos los sectores que se han movilizado contra el gobierno, como las mujeres y la comunidad LGBTI, y así hacer una mayoría plena para derrotar el Combo Fiscal.
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