Una vez más la hidrovía Paraná - Paraguay es noticia por el tráfico de drogas. La cocaína fue interceptada en un puerto de Paraguay, lista para ser exportada en bolsones de azúcar a Bélgica; el mismo país donde tiene su casa matriz la empresa que opera el canal comercial hace 30 años. Milei busca una nueva concesión a manos privadas; ¿qué hacer con la hidrovía?
Facundo Durán @FakuDuran
Jueves 18 de julio de 2024 17:06
Puerto de Caacupemí, a 40 minutos de Asunción. Una terminal portuaria privada sobre el río Paraguay que opera desde 1980. Y 4 toneladas de cocaína listas para ser exportadas ocultas en bolsones de azúcar con destino a Amberes, Bélgica. Junto a Rotterdam en los Países Bajos, esta ciudad es una de las principales vías que se utilizan para ingresar a Europa cuando la droga sale de los puertos de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
Todo un récord. Valuado en 200 millones de dólares “es el cargamento récord en la República del Paraguay", se apresuraron a señalar las autoridades del país que junto a Brasil, Argentina, Uruguay y Bolivia operan la Hidrovía Paraná-Paraguay; una extensa red fluvial por dónde salen el 80% de las exportaciones argentinas y que es una vía crucial para el tráfico de droga a Europa.
Pero no es el único. Solo en los últimos años en la Terminal Puerto Rosario -operada por la empresa Vicentin- se descubrieron cargamentos por 1300 kilos de cocaína disimulados entre maní cordobés que viajaban hacia Rotterdam y otro de 1600 kilos que estaban almacenados en silobolsas listos para ser exportados por el puerto con destino a Dubai. El operativo incluyó el apagado de las cámaras de seguridad del puerto en los minutos claves en los que se movieron los contenedores. Otra escena de película fue el cargamento de cocaína que interceptaron en Australia en el 2022 en un buque que partió desde el puerto de Renova Timbúes: el descubrimiento se dio luego de que aparezca un buzo muerto con un respirador de alta tecnología que no emite burbujas de aire.
La hidrovía Paraná-Paraguay: un negocio millonario en manos privadas
El tráfico de cocaína a Europa es solo uno de los negocios en los que se utiliza la vía comercial que recorre casi 3.500 kilómetros desde Brasil hasta la desembocadura en el Río de la Plata.
Por la Hidrovía navegan fortunas: es la principal vía comercial de exportación de los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. En Argentina es la principal salida de las exportaciones no sólo de commodities sino además de productos industriales. Por este corredor natural se transporta el 80 % de las exportaciones argentinas y el 75 % de las importaciones. Fundamentalmente se exporta por allí la producción agraria. Y sobre ella hay 79 puertos de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones. La enorme mayoría de ellos, privados. La principal vía del comercio exterior del país está en manos privadas.
La Hidrovía fue privatizada a principios de los ‘90 bajo el gobierno de Carlos Menem. Desde entonces lo opera la empresa belga Jan De Nul, sin que el Estado argentino tenga algún tipo de control. Siguió la lógica de las privatizaciones: todo lo que se pueda rematar, será vendido.
Pasaron los gobiernos pero la empresa belga siguió haciendo negocios. Pese a que llegaba a su fin, bajo la administración de Cristina Kirchner se le prorrogó el mandato y continuó al frente de la Hidrovía hasta el gobierno de Alberto Fernández. Con la finalización del contrato, Jan De Nul dejó de operar y formalmente la Hidrovía pasó a estar bajo la órbita de la Administración General de Puertos (AGP) por 12 meses a la espera de volver a entregarla a manos privadas, período tras el cuál iba a volver a concesionarse. Pero el gobierno kirchnerista pasó a contratar de manera “temporal” y sin licitación a las mismas empresas privadas que operaban desde los ‘90 y de esta forma mantienen el negocio hasta hoy.
Milei: nuevos negocios para privados
La política de la Libertad Avanza sigue los mismos caminos de los anteriores gobiernos: la hidrovía en manos de empresas privadas. En sus primeros 7 meses oscilaron entre extender la concesión a Jan De Nul hasta entregársela a una empresa norteamericana ligada al fondo buitre Black Rock. En los últimos meses surgió también con fuerza el rumor de un acuerdo con el macrismo para correr a los gobernadores del proceso de licitación y darle el negocio a la holandesa Boskalis, ligada a Eurnekián, Macri y la reina Máxima Zorreguieta.
Mientras, crece el negocio del narcotráfico ligado a la falta de control estatal y a la propiedad privada de la enorme mayoría de los puertos de la región. La entrada y salida del país está en manos de empresarios que lo único que buscan es lucrar con los recursos de la nación. El narcotráfico, con la consecuente violencia desatada en la ciudad de Rosario, es parte de estos negocios.
El control de la Hidrovía es un negocio de alta rentabilidad. Las empresas que allí operan transportan 125 millones de toneladas de productos del país, lo que representa el 75 % del comercio exterior argentino en dólares. Puertos, cerealeras, navieras y operadoras deciden que entra y que sale del país y, por lo tanto, que se hace con las divisas. La (nueva) concesión que busca el gobierno solo profundiza la dependencia y el atraso de la nación. Y preanuncia el crecimiento del narcotráfico como parte de los negocios capitalistas de la región.
El debate sobre qué hacer con la Hidrovía implica no sólo quién se lleva las riquezas: hay que discutir qué se produce, qué se comercializa y para qué. La acumulación de riquezas cada vez mayores en un puñado de empresarios no puede estar por encima de los bienes comunes naturales como los ríos y del hambre y la miseria de millones. Y también el cómo: el desarrollo del comercio exterior por vía naval no puede desarrollarse destruyendo la cuenca de los ríos y el medio ambiente.
Lean a @German_DLS
Otro cargamento de droga que salía por la Hidrovía. Las empresas que dirigen los puertos y la enorme vía navegable del Paraná-Paraguay participan de hecho o de derecho del narco, al igual que los gobiernos y policías que lo protegen (1)https://t.co/FNUAMiQITU— Octavio Crivaro (@OctavioCrivaro) July 18, 2024
No hay salida al narcotráfico sin afectar los intereses de quienes miran para el costado o lucran con él: hay que estatizar los puertos y la Hidrovía, hoy en manos de un puñado de cerealeras y empresarios, y gestionarlos con control de los trabajadores y comunidades (2)
— Octavio Crivaro (@OctavioCrivaro) July 18, 2024
El Paraná es un bien común natural amenazado hoy por una nueva oleada de quemas en las islas. La hidrovía y las cerealeras deben ser gestionadas de manera democrática, priorizando el bienestar de quienes viven acá y las necesidades económicas y alimenticias del pueblo trabajador.
— Octavio Crivaro (@OctavioCrivaro) July 18, 2024
No hay forma de hacer frente a las consecuencias del negocio del narcotráfico, que cuenta con la complicidad por acción u omisión de empresarios, policías y gobiernos sin cuestionar la impunidad con la que se manejan las empresas que dirigen los puertos y tienen el control de la Hidrovía. Es necesario estatizarlos todos bajo control de sus trabajadores para tener un control de lo que entra y sale.
Terminar con el monopolio privado que existe hoy y establecer el monopolio estatal del comercio exterior, en el marco de las políticas económicas del gobierno que hunden a la nación a los pies del FMI y los Estados Unidos implica rediscutir la economía del país. ¿Qué hacer con los recursos y bienes comunes naturales? O son puestos en función de la ganancia de un puñado de agroexportadoras o se discute democráticamente como utilizarlos para terminar con la pobreza y el hundimiento de la nación.