El “fuego amigo” del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, tiene como objetivo su reelección. Sin embargo, su humo se disipa en una provincia donde la pobreza y el hambre se siente cada día más fuerte. La repuesta al ajuste es ahora y en las calles junto con la izquierda anticapitalista y socialista.
Lunes 15 de octubre de 2018 16:29
Reproducimos la editorial política de Gastón Remy en el programa radial Pateando el Tablero emitido el sábado 13/8 por Radio Transamérica 104.1 FM.
Después del vendaval del domingo 8 con Bolsonaro en Brasil, la semana estuvo atravesada por la interna de Cambiemos. Además el malhumor social le jugó en contra al gobierno nacional que tuvo que frenar un aumento adicional en el gas. Las famosas 24 cuotas.
No es que la factura de octubre va a venir sin la nueva suba del 35 %, sino que el Estado (o sea los contribuyentes) va a compensar a las empresas privatizadas para que sostengan su rentabilidad en dólares producto de la devaluación. Son casi 20.000 millones de pesos, la mitad se les entregaría en 2019. Parece que al momento de ajustar el gasto público hacia el “déficit cero” que exige el Fondo Monetario Internacional, hay algunos que tienen coronita y no son justamente los trabajadores.
Mientras tanto, el Gobernador Morales estuvo activo en la interna de Cambiemos disparando su “fuego amigo”, aunque sin llegar a apoyarse sobre el hombro de la diputada Carrió, con quien en realidad comparte principios en común. Uno de ellos es la doctrina de la “prisión preventiva”, una figura legal con la cual se caza a opositores políticos, sociales, sindicales, sin muchas pruebas y que en Jujuy tiene a Milagro Sala detenida hace 1000 días.
Retenciones
El Gobernador tiró algunas cañitas voladoras buscando generar un poco de humo. Primero, con su anunció de subir las retenciones al campo de los 4 pesos fijados por el ministro Dujovne a 8 pesos. Una medida que a los dueños del agronegocios les hace cosquillas, solo con el dólar a $ 50 como se estima para diciembre 2019, poco más de la mitad de estas retenciones se vería licuada.
Este impulso estatista del Gobernador tuvo una pronta respuesta de la Sociedad Rural que históricamente ha sido una furiosa enemiga de compartir siquiera algo de la renta de la tierra. Como explicara Marx, la renta de la tierra es el resultado de una apropiación de la riqueza creada por el trabajo en el campo de manos de aquellos que solo ostentan títulos de propiedad, reafirmando su condición de parásitos.
Incluso, los productores agrarios se resisten a tibias propuestas fiscales cuando su negocio con una devaluación del peso del 110 % este año, va a cosechar ganancias formidables. Si hay hambre en el país, para los oligarcas pareciera que no hay lugar para la limosna.
La Sociedad Rural y los liberales deberían quedarse tranquilos porque con Morales, como con los gobiernos del PJ, en Jujuy los terratenientes, las multinacionales mineras y grandes monopolios como Ledesma casi no pagan impuestos.
La respuesta liberal
Otra foribunda respuesta a Morales vino del lado de acérrimos economistas liberales como José Luis Espert o el impresentable Javier Milei, ambos le recordaron vía twitter que el Estado tiene que ser mínimo y que no puede ni atreverse a tocar un centavo de la actividad privada. Deberían quedarse tranquilos porque con Morales, como con los gobiernos del PJ, en Jujuy los terratenientes, las multinacionales mineras y grandes monopolios como Ledesma casi no pagan impuestos.
Pero donde realmente suenan extraños estos liberales es cuando se exasperan ante tan poco impulso fiscal; y no se les escucha un solo grito en el cielo frente a los parásitos que viven de la renta de la tierra, ni hablar de sus hermanos mayores los especuladores de la deuda pública que disfrutan tasas de interés del 74 % anual desde el mismo Banco Central. Su ataque al gasto del Estado, es una pantalla ideológica para justificar el ajuste sobre el pueblo trabajador.
Morales, el gas y los tarifazos que siguen
Volviendo a la interna Cambiemos, el segundo disparo de Morales fue por las resolución 20/2018 que tuvo como autor al secretario de Energía Javier Iguacel. Morales con el resto de los históricos miembros de la Unión Cívica Radical se dieron por satisfechos con el retiro del aumento y no vieron mal que sea el Estado el que pague la factura. Desde 1992 las tarifas dolarizadas con las privatizaciones menemistas son cuestión de honor para radicales, peronistas y kirchneristas.
Recordemos que Morales también tiene sus intereses en Jujuy con las privatizadas y el Parque Solar de Cauchari con el cual pretende vender energía a la red de distribución nacional en manos de CAMMESA que paga en dólares.
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2019
Entonces mientras Carrió y Macri se disputan como armar un escenario electoral para el 2019, con o sin Cristina, en Jujuy Morales tomó la posta y lanzó su reelección con cantos para la hinchanda, números de fatansía, siendo sus temas de la semana los tarifazos y las retenciones junto con algunas iniciativas de prensa para convencer a las jujeñas y jujeños que el gobierno ante la crisis: “asiste y reactiva”.
La situación social en la provincia es alarmante con 50.000 nuevos pobres y 20.000 nuevos indigentes en sólo un año. Con un 37 % de trabajadores en negro, miles vendiendo en las ferias y más de 158.000 niños y jóvenes que asisten a comedores porque sienten hambre.
Decimos que no es el momento de especular, si hay 2019, como dicen algunos. Tenemos un desafío ahora porque no queremos un día más de ajuste. Si afectamos sus negocios, como por ejemplo el pago de la deuda pública, solo con los intereses del año próximo, se podría otorgar un ingreso de 19.000 pesos mensuales a los 1,8 millón de hogares pobres de todo el país. La cuestión es de fondo y las medidas que tomemos también deberían serlo.
Gastón Remy
Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.