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Red Internacional
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Géneros y sexualidades. Jujuy finalizó el 2020 primera en tasa de femicidios cada cien mil mujeres del país

El 2020 terminó con Jujuy como la provincia con la tasa más alta de femicidios en el país, 2.8 cada 100mil habitantes, casi el triple que la media nacional de 1.1% cada 100mil. La violencia contra las mujeres y la diversidad, y los femicidios son los números que no bajaron durante la pandemia de COVID-19.

Miércoles 6 de enero de 2021 17:18

Con una tasa de femicidios de 2,8 por cada 100 mil mujeres, la provincia de Jujuy casi triplica la media nacional, que es de 1,1 según el informe anual de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá).

Según este informe, que se realiza en base a los datos aportados por los medios periodísticos , en todo el 2020 se produjeron en el país 329 muertes violentas de mujeres, travestis y personas trans. 270 fueron caratuladas como femicidios (34 siguen en investigación), por lo que hablamos de un femicidio cada 32 horas en Argentina.

📊 REGISTRO NACIONAL DE FEMICIDIOS.
#ObservatorioMuMaLá “Mujeres, Disidencias, Derechos”.

Entre el 01 de Enero y el 31...

Publicado por Mumalá Jujuy en Domingo, 3 de enero de 2021

Este estudio ubica a Jujuy a la cabeza de las estadísticas con 2,8 femicidios por cada 100 mil mujeres, casi triplicando la media nacional, que es de 1,1. Una realidad para nada ajena a la región, ya que el segundo lugar lo ocupa Tucumán, con 2,1, y el tercero Salta, con 1,8.

Junto a este estudio el Centro de Atención a la Víctima de Violencia, a través de la referente de la institución, Viviana Gutiérrez, dió a conocer en los primeros días del año que en Alto Comedero, uno de los conglomerados más grandes de la capital de la provincia, se finalizó el 2020 con un total de 1.350 denuncias. En cuanto a las primeras cifras del 2021, en sólo 5 días la comisario inspector informó que son 14 las denuncias que recibieron, vinculadas a lesiones o amenazas.

Además el 2021 empezó con tres casos de tentativas de femicidio, cometidas en las primeras horas del 1° de enero en las ciudades de San Salvador de Jujuy, Libertador General San Martín y Palpalá.

El Estado es responsable
Este panorama de la situación de violencia que perdura en la provincia no puede leerse sin mencionar que son las condiciones de precariedad creciente, junto a las medidas insuficientes de los gobiernos para prevenir y erradicar la violencia de género. Un contexto de avanzada contra las mujeres que resisten en tomas de tierra para pelear por el derecho a la vivienda y al territorio; donde el Estadono está ausente, sino que avanza sobre los derechos de las mujeres y la diversidad a través de por ejemplo, votar y definir medidas como el aval del presupuesto de ajuste a medida del régimen del FMI, lo que implicó recientemente una reforma previsional que no es otra cosa que un nuevo golpe al bolsillo de les jubilades y las mujeres que cobran la AUH.

En nuestra provincia fueron las miles que movilizaron tras los 5 femicidios que ocurrieron entre septiembre y octubre las que dijeron claramente que #ElEstadoEsResponsable. Las marchas en las que se llegaron a convocar más de 10mil mujeres en la capital y que se replicaron por todo el territorio provincial se denunció el accionar de la policía y al gobierno que la primera respuesta que dio fue la creación de un Comité Interinstitucional Permanente de Actuación ante la Desaparición y Extravíos de Mujeres y Niñas o Personas de la Diversidad, una maniobra por que buscó contener la bronca que se expresaba en las multitudinarias movilizaciones provinciales contra la escalada de femicidios.

Y fue esa fuerza de las mujeres en las calles la que permitió que se tratara una ley en la Legislatura, y la que forzó a abrir el debate al movimiento de mujeres. Pero como resaltó la diputada Natalia Morales, del PTS-FIT, cuando finalmente se realizó la votación el proyecto que se votó fue el proyecto del poder ejecutivo que fue acompañado por el bloque PJ-Frente de Todos no fue nada más que una nueva expresión de voluntades porque de 12 puntos planteados, diez no tienen contenido: no se definieron cuántos refugios ni en qué tiempos se construirían; los subsidios y montos, así como los requisitos para acceder tampoco se discutieron. Y de la misma forma nada se concretizó sobre los planes de acceso a la vivienda, o sobre cómo se formarían los equipos interdisciplinarios y promotoras, ni sobre cuáles serían sus condiciones laborales. En sintesís no más que promesas vacías frente al reclamo del movimiento de mujeres y las familias de las víctimas de femicidios.

La votación del Presupuesto 2021 en la provincia demostró que esa ley que votaron no es más que papel mojado, y que a este régimen bipartidista y patriarcal la vida de las mujeres y disidencias no les importa. ¿De qué otra forma explicar sino que el Estado financia a las instituciones Eclesiásticas con casi 10 veces más que el presupuesto para políticas contra la violencia de género?

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Las estadísticas de 2020 son una muestra más de que es necesario fortalecer la organización, independiente de las mujeres que exigen #NiUnaMenos, superando las políticas que desde el bipartidismo jujeño muestran que todo lo que tiene para ofrecernos a las mujeres y las disidencias son migajas. La pelea de las pioneras y las jóvenes de la marea verde por el derecho al aborto legal que el 29 de diciembre se conquistó en las calles nos mostró que luchar sirve y reafirmó que nadie nunca nos regaló nada; es nuestro desafío transformar esa fuerza no sólo en resistencia contra los golpes más duros de la crisis que están por venir, sino en motor de lucha por objetivos mayores.

Que el dolor y la bronca que nos invade se transforme en organización para para enfrentar y pararle la mano a la violencia machista. Es clave por esto mantener de pie nuestro movimiento de lucha, independiente del Estado y los partidos políticos del régimen capitalista. Comencemos por poner en pie comisiones de mujeres en cada lugar de estudio, de trabajo y en los barrios que fortalezcan nuestra organización y confianza en nuestras propias fuerzas.

Porque no confiamos ni esperamos nada de este Estado capitalista que nos privó durante siglos nuestros derechos. Porque no somos ni aceptamos ser las víctimas impotentes que este sistema quiere que seamos es que debemos proponernos ir por todo, hacer temblar la tierra y terminar con un orden social que nos asquea y nos mata. Las mujeres hoy podemos tomar en nuestras manos la tarea de pelear por un mundo nuevo, por una nueva vida, realmente libre y plena. Por el Pan y las Rosas para todes.