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Red Internacional
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Guiño a la derecha. Kicillof se sumó al discurso de seguridad de CFK y anunció obras para una ampliación penitenciaria

El gobernador de la Provincia de Buenos Aires participó junto a Julio Alak e intendentes de un acto en La Plata. Allí anunciaron la tercera etapa del Plan de Infraestructura Penitenciaria para completar 12 mil nuevas plazas en cárceles y alcaldías en toda la provincia. Presentado con el objetivo de “bajar la reincidencia”, el plan fue anunciado en conferencia de prensa y busca meterse de lleno en la discusión de seguridad que instaló Cristina hace una semana, disputando la agenda de la derecha.

Juan Manuel Astiazarán

Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran

Viernes 25 de noviembre de 2022 22:26

Kicillof junto al ministro Alak, durante el anuncio de la construcción de nuevas plazas penitenciarias | Foto: Télam

Axel Kicillof y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, encabezaron esta tarde un acto en la ciudad de La Plata. Acompañados por una importante cantidad de intendentes peronistas como Mayra Mendoza (Quilmes), Fernando Espinoza (La Matanza) y Julio Zamora (Tigre), entre otros, presentaron la tercera etapa del Plan de Infraestructura Penitenciaria. La misma incluye la construcción de 5500 nuevas plazas penitenciarias en cárceles y alcaldías, lo que completará un total de 12 mil en toda la provincia.

"Estamos llevando un plan de infraestructura penitenciaria como no hubo nunca en 200 años de la historia de la provincia", dijo el mandatario bonaerense durante un acto que se realizó el Salón Dorado de la Casa de Gobierno. Las obras anunciadas forman parte de un reclamo de muchos intendentes y, al mismo tiempo, sirven como plataforma para meterse de lleno en el debate sobre la seguridad que abrió Cristina Kirchner durante su acto en el Estadio Único de La Plata la semana anterior.

Precisamente, el gobernador apuntó a reforzar lo planteado por la vicepresidenta, en una decisión consciente de salir a disputar con la derecha de Juntos por el Cambio la agenda securitaria de cara a la campaña electoral. En aquella oportunidad, Cristina aseguró que “los argentinos debemos incorporar al debate el tema seguridad”, calificó al tema como una “deuda pendiente” y pidió reforzar “con miles de gendarmes” las calles de la provincia de Buenos Aires. En el acto encabezado de este viernes, Kicillof remarcó: “Cuando Cristina dijo ‘hablemos en serio de seguridad’, tiene que ver con estas cosas: construir plazas nuevas, invertir y planificar en serio”.

Kicillof aprovechó para repasar el plan que anunció cuando asumió, y apuntó contra la gestión de la exgobernadora Vidal: “Uno puede aplicar la política criminal que quiera, pero si uno tiene una política que hace que haya 4 mil internos nuevos por año tiene que construir 4 mil plazas, el gobierno de Vidal construyó mil en cuatro años, es muy bajo”.

La ampliación de la capacidad penitenciaria responde a un problema estructural de hacinamiento y condiciones insalubres para quienes se encuentran privados de su libertad. Pero la decisión política del gobernador y del Frente de Todos es abordar la cuestión desde el punto de vista de ampliar la capacidad penitenciaria, aislándola del crítico contexto social y de la enorme violación a los derechos de las personas actualmente detenidas. Según datos relevados a octubre de 2022, de las 51.575 personas que se encuentran en las cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense, el 51% se encuentra bajo modalidad de prisión preventiva o sin condena firme.

Con sus declaraciones, el gobernador deja en claro que pretende meterse en la discusión inaugurada por Cristina y al mismo tiempo convertirlo en un eje de campaña. Con un discurso que busca diferenciarse y marcar matices con el discurso de Juntos por el Cambio, poniendo el acento en “bajar la reincidencia” y que las cárceles sean “lugares con preparación para cuando los internos salgan”, el Frente de Todos busca disputar la agenda histórica de la derecha. La alternativa es tan lógica como ilustrativa: con un Gobierno que fracasó e incumplió todas sus promesas electorales de recomposición de ingresos por ser garantes del ajuste y del acuerdo con el FMI, el peronismo se resigna a hablar el mismo idioma que la coalición creada por el expresidente Macri y corre el debate hacia la derecha, buscando un manotazo de ahogado que le permita mantenerse “competitivo” de cara a las elecciones.