El viernes 28 de abril, en la Escuela Secundaria N° 17 La Matanza se llevó a cabo la Primera Jornada de Violencia de Género, que surgió como respuesta al debate sobre #NiUnaMenos planteado por los estudiantes, a raíz de las noticias que muestran los medios de comunicación por la desaparición de jóvenes y el desenlace de esas historias.
Melisa Maciel Docente | Congresal Suteba La Matanza | @MelyHoruS
Miércoles 3 de mayo de 2017 15:01
Más de 120 alumnos y docentes participaron de la jornada #NiUnaMenos. La actividad consistió en una muestra de arte y proyecciones, con posterior debate por parte de los alumnos de entre 16 y 20 años de los turnos mañana y tarde el establecimiento.
Las docentes que prepararon y llevaron a cabo la actividad la prepararon justamente días previos a la trascendencia de las cifras de femicidios durante el mes de abril: casi uno por día. Un abril brutal, se podría denominar. Ese día viernes 28 el golpe fue aún más fuerte, con la terrible noticia de que otra mujer fue encontrada muerta, en condiciones terribles, víctima de femicidio: era Araceli. Otra vez el Estado se cobraba una nueva víctima, otra vez la complicidad de la policía quedaba al descubierto. En ese marco se desarrolló la primer jornada institucional sobre esta temática.
Las estudiantes contaban cómo viven el acoso desde las calles, cómo son sus relaciones personales y cómo ven en el día a día los diferentes derechos de las mujeres frente a los de los varones.
“En algunos lugares las mujeres ganan más que los varones”, dijo un alumno de 6° año del turno tarde. “A veces a mí me da miedo salir a la calles de noche pero es injusto que eso limite mi vida”, contó una alumna de 5°.
En el debate incesante, los chicos expresaron desde sus experiencias, sus dudas, sus miedos y hasta la posibilidad de cambiar sus vidas y ponerle un límite a la violencia contra las mujeres.
“Con el corazón en las manos y con la convicción de que unidas y organizadas vamos a hacer justicia por cada un de ellas. Ya que existe y es innegable las diversas expresiones que se vienen generando en repudio a la violencia de género, existen hechos que expresan cambios e ilusiones de poder revertir lo que pareciera establecido”, dijo una docente.
En esta situación, el hartazgo fue lo que motorizó y motoriza aún a la inmensa mayoría de las mujeres y jóvenes a participar para dar a conocer su rechazo a la violencia machista, con la precarización de las vidas de los jóvenes, con la desigualdad irracional que las mantiene subordinadas en todos los ámbitos, con el miedo en el que cual han debido moldear su subjetividad y su existencia.
Una de las conclusiones de la actividad donde participaron activamente alumnos, alumnas y casi 10 docentes de distintas áreas del colegio, fue la conformación de una Comisión de Mujeres (alumnas) en la escuela secundaria 17. Así como repetir estos debates con otros grados con niños más pequeños e incluso con el turno vespertino que funciona también en ese edificio.
Se hizo una bandera con la frase “La 17 anda diciendo #NiUnaMenos”, donde los chicos escribieron frases que eligieron y estamparon sus manos.
Es innegable que lo que sensibiliza, no solo a las mujeres sino a la sociedad toda, es que cada menos de 30 hs se produce un femicidio en nuestro país por el simple hecho de ser mujeres y en lo que va del 2017 ya hubieron más de 57 asesinatos.
Por esto, nos es menester dejar establecido que parte de nuestra praxis diaria como docentes es batallar día a día contra este sistema que reproduce y profundiza la violencia contra las mujeres. Es así que la escuela y la educación la vemos como medio de organización y lucha porque nuestros estudiantes necesitan saber que existe una salida a esta situación de opresión y es nuestro deber, darle una respuesta.