Brai y Petra fueron atacadxs por la violencia machista y patriarcal en plena vía pública. Petra terminó con puntos en la frente, la cara y con varios moretones en el cuerpo.
Sábado 26 de noviembre de 2016
Sucedió el pasado 19 de noviembre, a sólo diez cuadras de plaza Moreno, donde el municipio se pavoneaba con la celebración de su 134° aniversario, que concentró el sentido de su tradición en el “Había una vez” para reconstruir la historia e identidad de la ciudad. Ambas escenas muestran dos caras que confluyen en una sola imposición: la heteronorma.
Petra cuenta como fue la situación. "La agresión física fue totalmente inesperada. Pasó entre las 19.30 y las 20 horas, cuando volvíamos de Awkache, de arreglar cosas para la Fiesta Drag. Veníamos caminando con Brai por calle 4, charlando, en la nuestra. Un chongo “X” que venía de frente, por la misma vereda, pasó al lado nuestro y me tiró una trompada. Ahí, quiso empezar a pelear, se quedó en la esquina y nosotrxs seguimos caminando, pensábamos que ya no estaba pero en realidad cruzó a buscar piedras. Yo, siempre persecuta, miro para atrás y él ya había lanzado el toscazo. Cuando reaccioné, me levanté con la cara llena de sangre y corrí al sanatorio Ipensa, de ahí me mandaron al hospital San Martin a que me cosieran la cara".
¿El tipo les habló, les grito, dijo algo?
Petra: Sí, dijo algo pero no me acuerdo, quería pelear.
Brai: Lo que dicen todos los chongos “¡puto de mierda!”. No paraba de repetir esa frase.
¿Había otras personas?
Brai: No, no había nadie. Igual, pase lo que pase, los vecinos no van a salir, no les interesa. Si salen, yo creo que van a defender a los chongos.
Petra: Más si estás acá, cerca de la zona roja, que están organizados contra las trans y travestis, representan la moral, la familia como fábrica de heterosexualidad.
La agresión verbal es moneda corriente para la comunidad LGTTTBIQP ¿ya habían pasado por situaciones de ataque físico?
Petra: Estoy acostumbrada, a que de pronto, aparezca un chabón y me quiera pegar una trompada, que me peche un poco, que me empuje. Cada tanto me pasa, por eso, también soy re persecuta, pero sigo caminando y listo; trato de escapar. Es lo que traté de hacer el sábado pero no salió. Ya me había pasado una situación parecida con uno que me puso el puño sobre el cuerpo y me dijo “sos muy torta”, también en la calle, iba sola. Creo que iba para tu casa, Brai.
Brai: Las maricas sufrimos violencia desde nuestra infancia, crecemos naturalizando esas violencias.
Petra: Es que cuando más nos visibilizamos recibimos más violencia.
Brai: Llegas a tu casa y decís “en las diez cuadras que caminé me gritaron puto, puta, torta y me quisieron pegar”… y vos lo naturalizas… Detestas el mundo, no te dan ganas de salir a la calle porque sentís miedo por la forma en que te expresas con el cuerpo. Es un poco doloroso pensar que te pueden matar por cómo te vestís, porque llevas unas calzas de red cuando vas por la calle. No me voy a encapuchar por un chongo, así me siento esplendida.
Petra: Yo no tengo otra ropa, no me voy a vestir con la misma ropa regimiento que usan todos los chongos solo para pasar desapercibida. Los límites de la heterosexualidad son muy rígidos y acotados, te salís un poquito y ya se nota. El chongo lo detecta y te pega, es su deber reaccionar.
El método de “aprender a los golpes”, ¿no?
Petra: Sí, ellos reaccionan de esta forma porque tienen la obligación de ser chongos, de encarnar la violencia.
Brai: Es una violencia que sus familias cis siguen aceptando. Nosotras, las maricas, al momento de desligarnos de nuestras familias, elegimos otras familias, aquellxs que queremos que sean nuestrxs amigxs, vamos destruyendo esa violencia. Por eso nos cuesta reaccionar, nos sentimos vulnerables.
Se fugan de la familia
Brai: A mi familia la elijo yo.
Petra: Abortamos la familia cis.
¿Cómo sería eso?
Petra: Yo salí del closet a los 13 años, fue culpa de Lady Gaga –risas– que me hizo flashear. Le escribí una cartita a mi vieja y se la dejé en la cama. Al otro día me despertó llorando, un escándalo. Pero me dio más miedo salir del closet en mi círculo social, con mis amigxs.
Brai: En mi caso, primero lo supieron mis amigas y luego mi madre.
Petra: ¡Ah! Sí, yo le dije a mi mejor amiga pero me daban miedo los golpes, era re puto, re marica, re obvio, todo el mundo lo presuponía.
Vos sos de Río Negro, Petra
Petra: Sí, de Río Colorado. La mayoría de la gente de mi pueblo se va a Bahía Blanca. Yo pensaba “no, yo me quiero escapar de todo esto”, y justo, con esta amiga que salí del closet, hice contacto con La Plata y vine para acá.
Brai, también sos patagónicx
Brai: Sí, soy de Rawson. Hace cuatro años que llegué acá, yo conocí a lxs activistas cuando te conocí a vos –señala a Petra–, hace un año. Acá tenía a mis amigas maricas, eran otra onda, no me sentía cómoda con ellas. No me llevo bien con el gay alta gama, es vivir para vos y estar escondido. Eran felices con la ley de matrimonio y a mí no me gusta ser conformista, quería más, siempre les decía: ¡chicxs, vamos a luchar!
El próximo miércoles 30 de noviembre a las 11.30 horas, junto a la manada activista LGTTTBIQP, convocan a una jornada de visibilidad y lucha: “Destrucción de la piedra heterosexual”, en la vereda de Fiscalía, en calle 7 entre 56 y 57. Este es el link del evento en Facebook