El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, se podría considerar un adelantado en gobernar con el PJ, la fórmula que finalmente admitió Mauricio Macri. El verso de la fórmula FF de pagar la deuda y resolver el hambre de las mayorías. Dar vuelta las prioridades por izquierda.

Gastón Remy Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.
Sábado 22 de junio de 2019 21:05
La fórmula de apostar a un gobierno radical peronista implementada por Gerardo Morales en Jujuy, terminó siendo asumida por Mauricio Macri con la incorporación del senador del PJ, Miguel Pichetto como candidato a vicepresidente dentro del experimentó PRO.
La primera pregunta que se nos viene a la cabeza es si Morales fue un adelantado. Tal vez, si lo miramos por el sentido de su política de orden social para descargar el ajuste que exigen los grandes empresarios y terratenientes, podemos afirmar que si lo fue y tuvo su éxito.
Pero sin olvidar que el PJ que quedó por fuera de su coalición de gobierno, también le fue completamente útil, como lo fue Pichetto en el Senado o Sergio Massa, asegurando en el Congreso los votos que necesitaba el macrismo para gobernar.
Con la transversalidad peronista en Cambiemos y con el giro a derecha del kirchnerismo incorporando a Massa y a Alberto Fernández, el régimen de partidos tradicionales, se apresta a consolidar un extremo centro responsable como exigen aquellos que se esconden detrás de la etérea figura de los mercados.
Algo que Gerardo Morales no creemos haya previsto, cuando bailaba al son de los globos amarillos y anunciaba la lluvia de inversiones, que terminó en un gobierno del caos. La UCR tiene una larga tradición luego de fallar como piloto de tormentas, en salir a buscar un muleto en el PJ, poseedor de una vasta experiencia en la cuestión del orden.
Pero si los candidatos de las formulas de la política tradicional se ordenan mirando al capital financiero bajo la tutela del FMI, su programa de gobierno no puede ser otro que no tenga como prioridad garantizar la timba financiera y el cobro de la deuda externa.
¿Alguien puede ver algún gesto patriótico en todos ellos?
A un año del acuerdo que Macri y los gobernadores del PJ firmaron con el FMI el 20 de junio pasado las consecuencias sociales son cada vez más duras. Se ratifica la máxima del presidente conservador Nicolás Avellaneda, quien afirmaba que la deuda se pagaría con el hambre de los argentinos.
De esta manera el desempleo superó los dos dígitos luego de 13 años, son más de 2 millones quienes buscan y no encuentran un empleo. Mientras crece el empleo en negro y precario, a la vez, que miles de mujeres –en su mayoría jóvenes- son arrojadas al mercado laboral porque la caída del salario hace que no alcance con los ingresos del varón para llegar a fin de mes.
Hay autores que afirman que vivimos en una “democracia de la desigualdad” donde la clase trabajadora se encuentra dividida en registrados, trabajadores en negro, precarios, changarines, desocupados y, en los ciclos de alza económica nunca se termina de recuperar lo que les robaron durante los momentos recesivos.
Así las cosas, la pobreza estructural en Argentina no baja del 25 %, hoy supera el 32 % y, seguramente siga un curso alcista, con un contexto recesivo, inflacionario y de caída del empleo.
Muy lejos de la pobreza cero Cambiemos con la colaboración del PJ y gracias a la tregua de la burocracia sindical, se ha transformado en una verdadera fábrica de pobres.
Un verso: pagar la deuda y resolver el hambre de las mayorías
Morales aprovecha las necesidades estructurales en una provincia donde la pobreza no baja desde hace décadas, montando el voto-bolsón; mientras a una semana de finalizadas las elecciones se extinguieron los descuentos en supermercados para estatales y jubilados que duraron apenas 4 semanas; mientras se viene un nuevo tarifazo en el transporte y el gas.
¿Cómo van a revertir esta situación aquellos que insisten que hay que sacar a Macri y, mientras tanto, congelar el poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones durante su primer año de gobierno?
Es una respuesta pendiente del frente de los Fernández que tienen problemas para sostenerse como la superación del Macrismo cada vez que hablan sus economistas.
Ellos reaseguran que lo primero es lo primero y ahí se chocan con las demandas del Fondo Monetario Internacional y los acreedores de la deuda, que solo escuchan la música del ajuste.
Dar vueltas las prioridades
Hay que dar vuelta las prioridades si no queremos que ellos hagan del país una megaindustria de pobres y precarizados, cada vez, más esclavos del capital y de aquellos que saquean el país a diario.
La anulación de los tarifazos en los servicios públicos junto con la estatización bajo
gestión de trabajadores de las empresas del gas, la electricidad, el transporte y el agua son medidas que marcan un camino acorde las necesidades de las mayorías.
El apagón del domingo pasado dejó en claro que el negocio de los servicios públicos atenta contra nuestras vidas y no va más.
Sera tarea de quienes integramos el Frente de Izquierda y de los Trabajadores reorganizar la fuerza fragmentada de la clase trabajadora, la única que en movimiento y con grandes acciones masivas en las calles le puede poner fin a la fiesta de los de arriba.

Gastón Remy
Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.