El intendente de la localidad de Resistencia, salió con un equipo de recolección de basura a efectuar tareas de limpieza.
Viernes 20 de enero de 2017
Parece que las fotos hechas y la impostura no son patrimonio exclusivo de Cambiemos. El actual Gobierno nos acostumbró en tiempo récord al montaje de escenarios con helicópteros ploteados, viajes en colectivo falsos, pasaditas por MC Donald’s armadas y actos en escuelas con mesas de utilería y alumnos extras.
La impostura, el posar de, el hacer creer que, todos operativos mediáticos, audiovisuales, teatrales, para intentar “poner” cerca de la gente, del pueblo, de los trabajadores y las trabajadoras, a representantes de una casta política enriquecida, cuyo día a día tiene muy poco que ver con la vida de millones cada vez más empobrecidos.
Jorge Capitanich, ex jefe de gabinete de Cristina Fernández y actual intendente de Resistencia, acudió a un recurso parecido. Se calzó un uniforme de recolector y salió a recoger los residuos de la localidad. En 2015 salió a palear basura en operativos de limpieza y a efectuar trabajos de poda. Por entonces declaró que no se trataba de "una actitud demagógica agarrar la pala y limpiar” sino de “sentir el esfuerzo que realiza el trabajador".
No se puede sentir el esfuerzo que realiza un trabajador en unas horas de trabajo duro (unas horas siendo generosos, porque la faena para el intendente podría haber durado lo que se tarda en disparar un par de flashes). Lo que cualquier laburante siente hoy es la preocupación de no llegar a fin de mes, el temor de perder el trabajo, la bronca de ser precarizado. Ni hablar de la bronca de ser reprimido en defensa de los puestos de trabajo, como le sucedió a los despedidos de Lear en 2014. En aquella ocasión Capitanich, lejos de defender a los laburantes y sus esfuerzos, se les tiró en contra y legitimó la represión en defensa de la patronal yanqui buitre.
Qué puede saber Capitanich de lo que siente un trabajador o el pueblo pobre, cuando ha tratado durante años de gestión al pueblo Qom como basura, desprecio que se convierte en política de Estado garante de la muerte de niños de dicha comunidad por desnutrición.
Sin dudas, lo de Capitanich con el uniforme de recolector, como la imagen de Macri arriba del transporte público, son operaciones demagógicas de lo más burdas, insultos a la inteligencia y dignidad del pueblo pobre y trabajador.
Quien sí conoce el esfuerzo cotidiano de un trabajador, particularmente de un laburante de la recolección de residuos, es Alejandro Vilca, referente del PTS y el Frente de Izquierda en Jujuy. Vilca fue candidato a diputado nacional en 2015. En un spot de campaña se lo podía ver recolectando residuos junto a sus compañeros en el barrio de Alto Comedero. Vilca no estaba posando, Vilca es trabajador municipal de la recolección.
Enorme es el abismo que separa a los políticos burgueses que gobiernan para los ricos, de los políticos de la clase trabajadora que pelean por una política de otra clase y para otra clase.