El trabajo precario hacia la juventud parece no terminar. Los gobiernos patronales y los sindicatos son cómplices de los intereses empresariales.
Viernes 5 de agosto de 2016 16:54
El acuerdo entre la multinacional de comidas rápidas Mc Donald’s y el gobierno nacional, un plan para contratar jóvenes entre 18 y 24 años de edad que no cuenten con experiencia laboral, y con el ofrecimiento de un escaso sueldo de $4500, deja ver claramente a quienes beneficia este gobierno.
El FPV, que salió rápidamente a repudiar este hecho, se olvida de aquel acuerdo firmado en el año 2012 en la provincia de Mendoza, entre el ex gobernador Francisco “Paco” Perez, y la misma multinacional. En este se planteaba contratar jóvenes entre dieciséis y veinte años de edad en jornadas laborales no mayores a cinco horas, no máximo a cinco días de trabajo y con un pago por hora de $22,56. Un gran acuerdo que beneficiaba a la empresa de comida rápida más conocida del mundo, por su explotación hacia los empleados, y al gobierno provincial, por su guiño a los jóvenes, quienes podrían contar con un trabajo, aunque precario.
En diálogo con este diario, un ex trabajador de la empresa analizaba su situación junto a sus compañeros y nos decía: “el 22 de julio de 2012 firmé mi primer contrato de trabajo. Era mi primera experiencia laboral. En poco tiempo, y en pocas palabras, nos explicaron el contenido de cientos de papeles que no podíamos leer y que teníamos que firmar inmediatamente. Por entonces yo tenía dieciséis años y buscaba la independencia de mis viejos"
"Recuerdo que era un contrato por tiempo indeterminado, el cual detallaba un mínimo de tres horas de trabajo y un máximo de seis. La hora se pagaba $27,47, se acordaba respetar el tiempo de ocio y estudio y en un horario de seis de la mañana a ocho y media de la tarde"
Entrabas con una felicidad impresionante pero el ánimo al terminar la jornada cambiaba. Si caminabas te pedían trotar, si trotabas te pedían correr, eras una maquina más que un ser humano
"Cumpliendo dieciocho años las condiciones cambiaban, la hora se cotizaba en $33,23 y podías trabajar a cualquier horario, hasta de madrugada. Entrabas con una felicidad impresionante pero el ánimo al terminar la jornada cambiaba. Si caminabas te pedían trotar, si trotabas te pedían correr, eras una maquina más que un ser humano. Siempre te exigían mayor rapidez y ponerte la camiseta de la empresa"
"Yo me acuerdo de mi primer sueldo, fue de $447.80, todavía guardo el recibo del banco. Cumplí dieciocho años y me sentía mejor por empezar a cobrar más. Lo que no tenía en mente era lo que venía; horarios rotativos en los cuales hacía cierre de un local a otro, de una a cuatro de la mañana hacía descarga y si faltaba alguno de mis compañeros me tenía que quedar haciendo apertura hasta las diez de la mañana”
los negocios entre los grandes empresarios y funcionarios públicos lo sufre la juventud precarizada y explotada
En conclusión, una vez más los negocios entre los grandes empresarios y funcionarios públicos lo sufre la juventud precarizada y explotada. No solo es el caso de Mc Donald’s sino también el famoso negocio de los Call-Centers, donde los jóvenes son tomados sin contratos, sin cobertura social y sin aportes en blanco, reciben miseria de sueldo y son explotados tanto física como psicológicamente.
Como se puede apreciar, los “acuerdos” entre empresas y gobiernos siempre van en busca de intereses propios, dejando a la juventud obrera desprotegida quien siempre es la que paga “los platos rotos” a base de explotación y precarización laboral.