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Red Internacional
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Derecho a decidir. La despenalización del aborto en la CDMX

Pese a que en abril de 2007 la Ciudad de México aprobó la despenalización del aborto y comenzó a ofrecer el servicio en algunos hospitales, aún falta mucho por conquistar: métodos anticonceptivos accesibles que no produzcan efectos secundarios severos, seguimiento a cada interrupción y extensión del servicio.

Jueves 14 de septiembre de 2017

En abril de 2007 se logró la legalización de la interrupción del embarazo antes de las doce semanas de gestación. La Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la reforma al Código Penal que introduce un sistema de plazos en materia de aborto. Esta despenalización es única en su tipo en América Latina.

Uno de los elementos que fueron determinantes para llevar a cabo la despenalización del aborto fue que, desde la década de los setentas, cientos de mujeres mexicanas se organizaron para exigir uno de sus derechos más elementales: el decidir sobre sus cuerpos. Esta demanda se vio lograda, de manera parcial, en la Ciudad de México en abril de 2007. Sin embargo, el Partido de la Revolución Democrática, quien en ese entonces gobernaba la ciudad, intentó adjudicarse este logro.

Es importante mencionar que a partir de abril del 2007, una oleada de reformas a las constituciones locales fue promovida por la Iglesia y avalada por los partidos patronales, incluido el PRD, quienes impulsaron la criminalización del aborto en más de veintidós estados del país. La mayoría de estos estados son gobernados por el PRI y el PAN.

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El artículo que avala la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) consta de tres secciones: la primera es reconocimiento a la lucha feminista por el aborto gratuito y legal; la segunda gira en torno a la profesionalización respecto al tema y la tercera por qué favoreció la decisión y relata en qué consiste la despenalización aprobada.

Lucha por la despenalización de aborto

En 1936 se realizó la Convención de Unificación del Código Penal en donde Ofelia Domínguez Navarro presentó una ponencia titulada Aborto por causas sociales y económicas, la propuesta consistía en que el Estado controlara y regulara la práctica del aborto.

En los años setentas la demanda de despenalización adquirió más fuerza. Mujeres organizaban conferencias públicas sobre el tema en los años 1972-1974, en donde se planteó el aborto como un asunto de justicia social, una cuestión de salud pública y «maternidad voluntaria», que implicaba educación sexual amplia en todos los sectores de la sociedad, acceso a anticonceptivos baratos y seguros, el aborto visto como el último recurso y la no esterilización de las mujeres sin su consentimiento.

En 1976 se realizó la Primera Jornada Nacional sobre Aborto y en 1978, se instauró una marcha de mujeres hasta el Monumento a la Madre, en memoria de las madres muertas por abortos clandestinos.

Iglesia factor en contra

La historia de la lucha por la despenalización de aborto se ve interrumpida por prejuicios, conservadurismos e ideologías que vienen de la Iglesia.

La iglesia ocupa un discurso de Derechos Humanos, como el derecho a la vida haciendo alusión a defender la vida "desde el momento de la concepción". Sin embargo, poco le importa las vidas de los huérfanos, pobres, vagabundos, para ellos no hay campaña como lo hicieron al impulsar el Frente Nacional de la Familia (FNF) que aumentó significativamente los crímenes de odio a la comunidad sexo diversa tras su discurso de odio.

El FNF, de la manos de la Iglesia católica mexicana y los partidos patronales, desde hace poco más de un año, han promovido una campaña de odio hacia la educación sexual, la diversidad sexo genérica, las identidades trans, exaltando el rol “tradicional” de la mujer. Se oponen a la adopción y matrimonio igualitarios, y, por supuesto, niegan el derecho al aborto.

El aborto hoy en día

Pese a la despenalización del aborto en la ciudad, cientos de mujeres aún sufren violencia obstétrica, no existen procedimientos seguros para saber que método es el mejor para cada mujer así como no hay un seguimiento psicológico a quienes deciden recurrir a este servicio. Lo que prevalecen son las presiones ideológicas de la Iglesia. Pareciera que la CDMX es la isla en el mar de México donde el aborto es criminalizado y perseguido. Además, es insuficiente la despenalización, incluso para la CDMX, pues debería ser garantizado por el Estado en todos los hospitales, de manera gratuita y segura.

Por otro lado, los últimos años han demostrado que conquistar un derecho como el aborto no garantiza que siempre sea de esa manera. En tiempos de crisis la derecha cierra filas contra nosotras, nuestros derechos y nuestros cuerpos.

Por esto, creemos que es necesario continuar con la lucha por la defensa y extensión de nuestros derechos, arrebatémosle a este sistema el derecho al aborto seguro libre y gratuito, sin renunciar a construir otro mundo.