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Red Internacional
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PATEANDO EL TABLERO. La deuda de Jujuy y la otra deuda (de la que no hablan)

Las zonas grises del nuevo endeudamiento del Estado provincial dejan una deuda sospechosa. El pretendido equilibrio de quienes rechazaron esta deuda, mientras avalan al pago de la deuda odiosa que renegocia el gobierno nacional. La izquierda y el no pago soberano de la deuda.

Gastón Remy

Gastón Remy Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.

Jueves 30 de abril de 2020 09:36

Editorial en Pateando El Tablero, la izquierda en radio, 101.7 Jujuy FM

  • Con el aval de la Legislatura al pedido de ampliación del endeudamiento por 6.000 millones de pesos, que hizo el Gobernador, la deuda provincial tuvo un nuevo capítulo.
  • Esta vez el motivo de la solicitud de financiamiento sería la imposibilidad de pagar salarios, debido al golpe a la recaudación fiscal que ha significado la parálisis económica que desató la cuarentena obligatoria asumida ante el coronavirus.
    Según el ministro de Hacienda, la caída de la recaudación sería estrepitosa para abril, dejando un déficit que rondaría los 1.300 millones de pesos. El mismo equivale a un cuarto (25%) del total del déficit proyectado para este año, sin duda, una suma que encendió las alarmas.
  • Pero también lo hizo el hecho que el ministro de Hacienda expusiera la necesidad de un aumento del endeudamiento a más del doble del presupuestado; sin presentar un solo papel ante la Comisión de Finanzas de la Legislatura. Copiando el estilo presidencial, bastaron las filminas proyectadas en el COE del 20/4 para respaldar la voluntad del Gobernador.
  • De esta manera, quedó sin respuesta la pregunta del bloque de diputados del PTS en el Frente de Izquierda, que solicitó información acerca del destino de los fondos en concepto de salarios que reflejan un aumento del 50% –según la información oficial-; cuando no hubo paritarias para los estatales aún. ¿A dónde va a ir el dinero?
  • La zona oscura de los fondos destinados a salarios, tienen a su vez grises, en el pago de subsidios a empresarios de colectivos –que no abonan en tiempo y forma los salarios a los choferes- y a la empresa de energía eléctrica EJESA que no se privó estos años de castigar al pueblo trabajador con tarifazos.
  • Por estos, motivos la nueva toma de deuda del gobierno con el Estado nacional -que la aprueba-, cuanto menos tiene un carácter sospechoso, donde no podemos descartar que además de los subsidios a empresarios que chantajean al pueblo trabador, reciban una parte del botín funcionarios que a través de testaferros realizan sus negocios como contratistas del Estado.
  • Un adelanto de ello fue el voto positivo al endeudamiento por un grupo de diputados del PJ que encabezados por el presidente del partido, un empresario que recordemos cuenta con negocios directos a través del Estado, confesaron el acuerdo previo con el gobierno para que le gire fondos a los municipios y comisionados de su signo político. Lo que una diputada, sintetizó como “una nueva carta” otorgada al Gobernador en la toma de deuda.
  • Hasta el momento según la información oficial la deuda a diciembre de 2019 ascendía a poco más de 55 mil millones de pesos, el 62% se encuentra en dólares, siendo que los principales vencimientos de capital en moneda extranjera (Eximbank of China y Bono Verde) comienzan en el 2022. Por ahora, es una bomba de tiempo, que se va agrandando y a la cual se le agrega, la incertidumbre de la falta de funcionamiento del parque solar Cauchari con el cual se pagaría parte de esta deuda. Una situación más que compleja.
  • En este contexto, el aval del PJ al gobierno de Gerardo Morales provocó tensiones internas en el justicialismo, con un sector de diputados que se retiraron del recinto rechazando la toma de deuda. Una postal jujeña, nomás, cuando esos mismos legisladores apoyan sin cuestionamientos el pago de deuda que ya hizo el gobierno de Alberto Fernández por más de 7.000 millones de dólares, (más de tres veces el presupuesto de Salud nacional) y ni hablar la reestructuración de deuda que el ministro Guzmán le ofrece a los buitres que legitima todas las estafas que recorren la oscura historia de la deuda pública.
  • Pareciera que para este sector del justicialismo la deuda que comenzó a renegociar el gobierno nacional por cerca de 69 mil millones de dólares, no tuviera contemplado el bono a 100 años emitido durante la gestión de Macri a través del banco HSBC –el mismo banco que Guzmán puso como representante del Estado en la negociación con los buitres-; no contemplan que la mayor parte de la deuda tomada durante el gobierno anterior tuvo como destino la fuga de capitales, tal como denunciara el propio Fernández, o que en la deuda entran a renegociar bonos 2010 y 2005 que arrastran deuda que se originó durante la dictadura.
  • Aunque quieran mirar para otro lado, se trata de una deuda contraída a espaldas -y contra los intereses del pueblo trabajador-, así lo han demostrado distintas investigaciones que se hicieron sobre la deuda, una de las más resonantes fue la que encabezó el juez Ballesteros quien tras detectar 477 ilícitos en el manejo de la deuda en el año 2000 dictaminó un falló que declara a la deuda pública como ilegal, fraudulenta e ilegítima.
  • Sin embargo, aún hoy –incluso cuando organismos defensores del capital financiero como el FMI o el Banco Mundial solicitan una condonación de deuda para evitar conflictos sociales graves ante la crisis económica en el marco de la pandemia- tenemos que seguir discutiendo que las deudas odiosas no se pagan.
  • Asumir el no pago de la deuda con medidas de soberanía nacional como la nacionalización de los bancos, creando un banco estatal único bajo control de trabajadores, y del comercio exterior, es iniciar un camino que cuestione uno de los nudos gordianos que someten al país al saqueo de millones de dólares anuales, -ya se llevan pagados más de 600 millones de dólares- el equivalente a un PBI y medio del país- y refuerzan su condición de país atrasado, dependiente y con rasgos semicoloniales, debido a la injerencia política de las grandes potencias que actúan como representantes de los acreedores.
  • La deuda del Estado provincial, hay que mirarla en el espejo de la deuda pública nacional, se trata de un solo destino, que de acuerdo a que política se adopte conduce a la sumisión del país (para quienes las avalan) o a la liberación para quienes se propongan enfrentarlas. No tenemos dudas que hay que estar de este último lado, no podemos convalidar el pago de la deuda odiosa.

Gastón Remy

Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.

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