Presentó ante el Superior Tribunal una acción judicial ante la decisión de no abrir las urnas que tomó el Tribunal Electoral recientemente. Exigen que la Justicia arroje transparencia sobre unas elecciones embarradas por las irregularidades detectadas por el FITU en 644 urnas.
Miércoles 14 de julio de 2021 10:59
El día de ayer, el Frente de Izquierda-U presentó una acción judicial requiriéndole al Superior Tribunal de Justicia que dé marcha atrás en la decisión dispuesta por el Tribunal Electoral, de no abrir más de 600 urnas denunciadas con irregularidades por los apoderados de esta fuerza el 29 de junio (a dos días de finalizadas las elecciones).
El pasado 1° de julio, los apoderados del PJ y la UCR se manifestaron contra la solicitud del FITU y en cuestión de minutos el Tribunal Electoral resolvió rechazar el pedido de la izquierda para que se abran las urnas denunciadas por irregularidades.
El fundamento para este rechazo fue la “falta de sustento probatorio suficiente”, pese a que en la presentación de la izquierda estaban detalladas en distintos apartados las distintas irregularidades detectadas en 644 urnas. De esta forma el Tribunal cargó la responsabilidad de probarlo a los apoderados de la izquierda, cuando es la Justicia quien debe velar por una elección transparente.
Pero incluso en las pocas urnas que el propio Tribunal Electoral tuvo que abrir, algunas estaban dentro de las denunciadas por el FITU, se detectó que los números de las actas no cerraban. Ante esto el apoderado, Gastón Remy, afirmó, “¿Qué hubiese pasado si abrían las urnas que solicitamos, incluso una muestra de las 644? Seguramente se hubiese dejando en claro el resultado efectivo de la elección pero la resolución de la Justicia fue a contramarcha”, sostuvo al finalizar.
Con esta presentación el FITU puso de relieve una batería de medidas legales y en las calles que llevó adelante para echar luz sobre la oscuridad de la Justicia y el régimen bipartidista que la sustenta gobernando a favor de los ricos.
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Crónica de un fraude anunciado
Pasando una somera mirada por lo realizado encontramos el 25 de abril la presentación una acción judicial ante la Justicia para que declare inconstitucional el antidemocrático piso electoral del 5%, y que en particular en esta elección no se aplique. De esta acción aún no hubo respuesta del conjunto de jueces que integran el Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Lo que siguió luego fueron una serie de trampas que la izquierda fue desenmascarando una tras una: la utilización de listas colectoras para confundir a los votantes, el retardo en publicar los padrones electorales, el presidente de la justicia electoral y del STJ no goza de imparcialidad (Federico Otaola, fue diputado y candidato a vicegobernador por la UCR), la empresa SIMECOM que realizó el escrutinio provisorio es del contador del Estado provincial, la Policía provincial bajo las órdenes del Poder Ejecutivo trasladó la urnas.
Estas y otras tantas cuestiones oscuras continuaron el mismo día de la elección donde la izquierda denunció que en muchas escuelas, las autoridades no dejaban ingresar a sus fiscales e incluso votantes. Para finalmente dificultar la tarea durante el conteo de votos, lo cual afectó la posibilidad de contar con actas, luego exigidas por el Tribunal como prueba al momento de rechazar la apertura de urnas. Todo un combo fraudulento.
La izquierda y el bipartismo como "cuestión de Estado"
Este resumen de los hechos evidencia el rol de quienes son la única oposición política que enfrenta este régimen bipartidista a favor de los ricos, que siempre está del lado del pueblo trabajador como puede verse ahora con la lucha de los choferes de colectivos.
Resulta fundamental poner blanco sobre negro de aquellos sectores del peronismo que cuestionan aspectos parciales de este régimen en la TV pero no van al hueso con cuestiones democráticas elementales como es exigir la derogación del piso proscriptivo del 5%. Sabemos que este piso les conviene para cuando van unidos con el PJ jujeño de Rivarola como fue en 2019 o como podría ser en las próximas horas de cara a las elecciones de diputados nacionales.
El bipartismo es una "cuestión de Estado", que está empezando a cuestionarse fuertemente, gracias a la tarea desarrollada por la tercera fuerza política provincial, el Frente de Izquierda Unidad. Desde el PTS en el FITU se juegan a ser protagonistas en denunciar cada atropello del bipartidismo y su Justicia sobre el pueblo trabajador, una ardua tarea que es parte de pelear por una salida de fondo a esta crisis a favor de las mayorías obreras y populares.
