Esta semana la empresa notificó al sindicato azucarero que no convocará a reuniones para discutir el aumento de salario justificándose en la pandemia. Sin embargo la crisis sanitaria no fue un impedimento para acordar una rebaja salarial del 30% a los papeleros.
Jueves 14 de mayo de 2020 19:46
El conglomerado empresarial no dejó de amasar ganancias durante la cuarentena ya que no detuvo su producción, salvo un sector de la papelera. A estos últimos les recortó el salario un 30% y sin realizar aportes patronales, con acuerdo del sindicato y utilizando el Decreto de Alberto Fernández que habilitó las suspensiones utilizando el art. 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo.
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Acuerdo paritario 2019
El último acuerdo paritario firmado el año pasado venció el pasado mes de abril y la directiva del SOEAIL había acordado con la empresa un aumento del salario que al día de hoy alcanza los $30.944, muy por detrás de la canasta básica para no ser pobre de $ 41.615,59 que publicó la Dipec para el mes de marzo de 2020.
Asimismo la última paritaria fue rechazada por un sector de trabajadores porque no establecía una cláusula antidespidos, que en Julio del año pasado llegaban a 150, lo que permitió que a diciembre del 2019 los despidos asciendan a 250 trabajadores azucareros contabilizados desde el 2017 a esta parte.
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El "intervencionismo estatal" que beneficia a Ledesma
En su nota, la empresa además de excusarse en la pandemia, plantea un supuesto "intervencionismo estatal" que condicionaría su voluntad. Nada más alejado de la realidad, ya que el emporio de los Blaquier no se le aplicó restricción alguna, de hecho impuso su propia reglamentación que entre otras cosas obligaba a trabajar a obreros mayores de 60 años, recortó los salarios y no otorga un mísero repelente para prevenir los contagios de dengue que azotan la región.
Así también la carta aclara que "la prohibición de hacer asambleas" amerita aplazar las reuniones paritarias. Si no se tratase de una empresa genocida, enemiga acérrima de la organización de los trabajadores podría ser entendido como una broma, pero de lo que se trata es de una provocación lisa y llana.
Permanentemente Ledesma aprovecha el rol del Estado para garantizar sus negocios y sacar mayor tajada, así es como no descarta obtener algún tipo de subsidio o parte del pago de salarios de sus empleados por parte del Estado, el denominado Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción. Asimismo pide subir el biocombustibles, y se beneficia aún más con la producción de alcohol, así como aprovecha para aumentar el precio del azúcar.
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La crisis como oportunidad
El grupo Ledesma tuvo una facturación cercana a los 20 mil millones de pesos en 2019, obtuvo el año pasado una ganancia operativa de un 128% más alta respecto de 2018, ampliando así la fortuna de la familia Blaquier valuada en 550 millones de dólares según la revista Forbes.
La voracidad patronal no tiene límites, ni aún bajo la pandemia. Todo lo contrario, aprovechan la crisis sanitaria y económica para pedir más "intervencionismo estatal" y obtener más beneficios, mientras miles son arrojados a la calle en todo el país. Pero cuando se trata del salario de los trabajadores plantea que las migajas que están otorgando al pueblo limita su "autonomía de la voluntad". Para ellos es evidente que esta crisis es una oportunidad.
El impuesto municipal a los Blaquier
Ayer, en el día del aniversario de la desaparición de Luis Arédez, los concejales del PTS-Frente de Izquierda ingresaron por segunda vez el proyecto de ordenanza para que Ledesma SAAI pague impuestos municipales en Libertador Gral. San Martín, y con esos recursos poder combatir la pandemia, enfrentar el dengue, y generar obras públicas dando trabajo a miles de desocupados y mejores condiciones de vida a los vecinos de las barriadas populares.
Ese impuesto sólo fue abonado un mes, hace 46 años! La intervención del Estado fue la que llevó adelante la desaparición de dicha ordenanza, fue la que desapareció y torturó a una generación de obreros, fue la que actuó coordinadamente con la empresa para ejecutar los Apagones del Terror y es la que al día de hoy le permite seguir acumulando ganancia. Los impuestos progresivos a estos millonarios en beneficio del pueblo resultan una necesidad para millones.
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