El encuentro tendría lugar hoy a las 17 horas en Casa Rosada, donde se haría el anuncio público.
Martes 2 de agosto de 2016
El Gobierno destrabaría así la deuda millonaria de las obras sociales. Se trata de altos costos para mantener la quietud sindical y como medio de evitar que efectivamente haya un documento crítico hacia la política del Gobierno, algo que se había insinuado difundirían el viernes.
El horno no está para bollos, Macri y su gabinete lo saben. El mal humor social crece, ya no hay un “segundo semestre” por delante para prometer mejoras y los líderes sindicales empiezan a hacer olas ante la caída del nivel de vida de los trabajadores. Las olas por ahora no pasan de las palabras.
Por este motivo el Gobierno saldaría, bajo el lema de “reparación histórica”, la deuda de las obras sociales con los gremios adelantándose al plenario de secretarios general de las CGT del viernes y ante la inminente reunificación prometida para el 22 de agosto.
Se habla de que les entregaría $ 2.700 millones en efectivo de manera inmediata, el resto en bonos y también de un cambio en la cobertura sanitaria para discapacitados que atienden esas organizaciones, algo que representa un alivio clave para sus finanzas.
En el anuncio estarían los líderes de las tres CGT, Hugo Moyano (CGT-Azopardo), Antonio Calo (CGT-Alsina) y Luis Barrionuevo (CGT-Azul y Blanca) así como la plana mayor del gabinete nacional.
El eje de la medida se remonta a un tironeo que mantuvo la cúpula de la CGT con las administraciones de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández por el destino del denominado Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que se constituye con un fragmento de los aportes impositivos de las obras sociales. Ese fondo tiene como propósito devolverles a las entidades de salud de los gremios el valor pagado por los tratamientos médicos y los remedios más costosos, correspondientes a enfermedades o discapacidades que generan gastos extraordinarios.
Con este anuncio el Gobierno busca embarrar la cancha en la interna de la CGT, ante las rispideces que hay entre los que quieren como Moyano que haya un triunvirato o los que, como el “Momo” Venegas quieren un líder supremo de la central, donde el segundo sería el ariete fundamental del macrismo.
A todas luces esta concesión es la garantía para mantener la quietud de la burocracia que viene garantizando que pasen los tarifazos sin que se exprese la bronca de amplios sectores de trabajadores.
