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Red Internacional
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ASUNCIÓN PRESIDENCIAL. Macri y las postales de una asunción “estilo PRO”

Cerca de 30 mil personas se acercaron a la Plaza de Mayo para seguir las alternativas de la asunción de Macri. Postales, himnos y algunas anécdotas de la coronación del líder de la revolución de la alegría, en una plaza a la que le sobraron los colores pero le faltaron multitudes.

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Jueves 10 de diciembre de 2015

Avenida de Mayo y Piedras. Mediodía del jueves. Dos amigos, muy elegantes, se asoman al vallado en busca de la caravana presidencial.

  •  Cuando la capilla ardiente de Kirchner esto estaba lleno – recuerda él. Creí que iba a haber más gente.
  •  No me hagas acordar – responde ella. Estaba en una isla perdida y escuché en la tele “Murió el Presidente argentino” y no sabía cómo se llamaba boludo.
  •  ¿Estabas en Panamá?
  •  Nooo, Providencia.
  •  Ah. Mirá, ahí viene. “¡Sí se puede / sí se puede!”.

    Una escena quizá resume algunos de los gustos, himnos y colores que tuvo la ceremonia de asunción de Mauricio Macri.

    Los vacíos del Congreso y los de la Plaza

    A las 11.15, siguiendo el protocolo a rajatabla, la caravana presidencial había salido de la Casa de Gobierno escoltada por la Policía Federal. Muchos alcanzaron a verlo, otros llegaron tarde. “Pero quedate que vuelve en un rato”, nos convencía una señora que tapaba su pelo platinado con un sombrero panamá. La inevitable comparación con la multitud que había despedido a Cristina preocupaba a algunas fans de Mauricio, que resistían estoicas bajo el sol.

    Desde los parlantes y las pantallas llegaba la transmisión de la ceremonia en un Congreso semivacío. Las imágenes de Gabriela y Mauricio desataban los primeros aplausos. El nombre de Federico Pinedo no lograba conmover. En su breve gestión, el presidente que había llegado con un sólo voto - el de María Romilda Sevrini de Cubría - parece no haber dejado obras, ni siquiera alguna anécdota, que quedara grabada en las retinas de las huestes de Cambiemos.

    El discurso de Macri en la Asamblea Legislativa era seguido con atención. “La política no es competencia”; “queremos vivir en la diversidad, sin prepotencias”; “vamos adelante con optimismo inteligente, con el esfuerzo del trabajo, con la aventura del crecimiento”. Con los tips de siempre, la Charla Motivacional Nº1 iba recogiendo los primeros aplausos.

    A pocos le importaba que el primer discurso presidencial esquivara definiciones sobre los problemas que arrastra la economía y las cuestiones que preocupan a las grandes mayorías.

    Mientras tanto, los seguidores de Cambiemos que se acercaban a la Plaza iban dejando sus postales.

    Tribuna de doctrina

    Dos señoras de anteojos Rayban y sombrero panamá.

  •  Te digo algo. A él no lo quieren porque es inmigrante, trabajador, no hizo la plata choreando. El padre llegó de Italia y fue albañil. ¿Cómo que no viste la asunción de Vidal? Ella también es como Mauricio. La madre limpiaba... como se dice... limpiaba casas.
  •  Mucama se dice - la ayuda la amiga.
  •  Eso. Pero lo importante es que haya unidad y no rencores.

    Sin rencores, las amigas dan por finalizada la nota. El cronista deja la oreja encendida.

  •  Va a venir más gente, vas a ver. Pasa que nosotros no ponemos micros, ni choris, ni subsidios.

    La escena se repite a cada paso. Si los CEO coparon el gabinete de Macri, las clases medias altas le ponen la impronta a la jornada de asunción, acompañando a uno de sus hijos pródigos.

    Hinchadas eran las de antes

    Un grupo de jóvenes está en ronda. Un hombre de setenta y pico, elegante, se hace un lugar. “Escuchen, escuchen esta: siga el baile, siga el baile, ya se terminó el suplicio / que vamos a ser gobierno, de la mano de Mauriciooo”.

    Los pibes de Saavedra lo miran con desconfianza. Ajá. “Es que tamboril no rima con Mauricio...” aclara el hombre.

    Hasta que supo este cronista, el carnaval del suplicio no se escuchó este jueves en la Plaza. Quizá tenga otra oportunidad.

    Planes

    “No queremos un plan social; queremos un plan de Nación” dice la remera. Una señora se ríe con su amiga y lo encara al vendedor.

  •  ¿Me puedo sacar una foto con vos y la remera?
  •  Si cómo no. ¿Quiere una?
  •  No, gracias m’hijo. Una foto nomás.

    Omar llegó desde Provincia con su familia. “Soy cuentapropista, y no me parece lo que hacen con los planes. A los que lo necesitan, que le paguen 15 mil pesos, porque eso sale la canasta familiar, no alcanza con lo que dan. Pero a los que no necesitan que no les den”.

    Uno de las banderas reaccionarias de la derecha moderna flamea a cada paso; se escucha en muchas arengas. Esa que considera “vagos” a quienes deben subsistir con un plan social tras 12 años de crecimiento económico.

    Pasiones

    Las chicas esperan la llegada de la caravana presidencial. Mientras, se deleitan con las maniobras del cuerpo de motoclistas de la Policía Federal. Atrás vienen los granaderos, motoqueros de antaño.

  •  ¡Me encantan los granaderos! ¡Vivan los granaderoooos! ¡Gritemos todooos!

    A paso firme, pasa la primera tropa. Mauricio va con el cuerpo afuera del auto. De pronto, se baja frente a nosotros y la gente se arremolina. La custodia también. Este cronista cree recordar que otros presidentes ensayaron similares rupturas del protocolo y baños de masas el día de su asunción. Cambio con continuidad.

    Alfonso Prat Gay, emocionado, parece querer imitar a Macri y amenaza salirse de la combi a abrazar a la multitud. Pero Lombardi y Sturzenegger le tapan la puerta. Parecía un hombre que nunca había recibido el afecto de tanta gente. Y eso que fue funcionario de Cristina Kirchner. ¿Seguirá el afecto cuando anuncie las primeras medidas económicas?

    Las chicas siguen vivando a los granaderos y las motos policiales. Algunas los aplauden desde el London City. Qué paradoja. Hay que reconocer que el kirchnerismo hizo su aporte a esa pasión reconciliada. Después de Milani abrazado a Hebe de Bonafini, qué se le puede decir a la chica del globo amarillo enamorada del hombre de espada y uniforme.

    En uno de los puestos de diarios, un pibe desde el afiche mira a la multitud. "El miedo que te venden, lo pagamos nosotros".

    Himnos y héroes

    Como el “Vamos a volver” de la despedida kirchnerista de ayer, el nuevo himno del macrismo suena una y otra vez. “Sí se puede / sí se puede”.

    ¿Qué se puede señora? “Se puede terminar la corrupción querido”. “Se puede tener una justicia independiente”. “Se puede que el país crezca”. “Se puede que haya trabajo y no planes”.

    La derecha moderna convierte uno de los cantos de las mujeres que pelean por sus derechos, en el jingle de la revolución de la alegría.

    Hay otros que traen sus proclamas desde más lejos. Un joven chileno está convencido que Sebastián Piñera y Mauricio Macri son los héroes del continente y una modelo brasileña se quiere llevar a Mauricio y darnos a Dilma. Quizá no leyó en los diarios que Dilma aplica planes muy parecidos a los que propone Mauricio. Por eso se reunieron hace poco. Negocios nao tem fin.

    La Juventud Radical de la Capital llega cantando “llevo a la UCR en el alma / y Alfonsín en el corazón”. Ezequiel tiene 35 y dice que su papá lo trajo en el ’83. “Es cierto que Alfonsín no es lo mismo que Macri, pero lo importante es que el partido está mas fuerte que nunca”. Al joven boina blanca no le preocupa que la columna apenas supere las 150 personas y su partido haya recibido poco espacio en el nuevo gabinete.

    “De la cuna de oro, al pueblo”

    No todos los que van a la asunción llegan desde los barrios chetos. Aunque las clases medias altas pongan la impronta del acto, llegan desde muchos barrios porteños y de la zona metropolitana contingentes de vecinos que votaron a Macri.

    Algunos referentes del PRO y el peronismo “disidente” aportan sus delegaciones. Llegan columnas desde algunos barrios populares. Carola Medina es responsable de la cooperativa MyM en el Playón Oeste de la Villa 31. “Estoy con Macri porque me dio una oportunidad. Con la cooperativa hacemos obras en el barrio y limpiamos. ¿Cuánto cobramos? 3000 pesos algunos, otros 1500. Es cierto... esperamos que aumente lo que cobramos y haya más trabajo”.

    Patricia está jubilada. “Me vine en tren y subte. Lo voté a Néstor, mi hija vino ayer al acto de Cristina y yo en los 70 corrí contramano por esta calle; pero Cristina me cansó. Su estilo y la corrupción”.

    Una señora, también elegante, nos mira charlar. “Yo quiero decir que Macri también es del pueblo. Es cierto que nació en una cuna de oro, pero quiere que nos vaya bien a todos. No te digo mi nombre, pero tengo 70 años y soy de Belgrano”.

    Al balcón

    Tras un breve reclamo de la multitud, Macri finalmente sale al balcón y comienza su Charla Motivacional Nº 2. “Comienza hoy una etapa maravillosa. Crean en ustedes mismos, son capaces de más, de vivir mejor”.

    Así reafirma la “ética protestante” versión 2015. Esa que asegura que el esfuerzo individual es la única vía para el “progreso”. La multitud aplaude. El PRO no sólo tiene su estilo. Como el kirchnerismo, también tiene su relato.

    Luego de las palabras de rigor, llega el cierre previsible. "A lo PRO”. Mauricio se saca el bando presidencial y baila al compas de Gilda, con los coros de Gabriela Michetti y la empresaria textil Juliana Awada.

    “No me arrepiento de este amor” cantan en la Plaza. Algunos se animan a bailar. Así termina el festejo y llega la hora de gobernar. Cuando Macri comience a aplicar sus recetas habrá que ver cuántos “se arrepienten de este amor”.


  • Lucho Aguilar

    Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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