Ayer 5000 personas participaron de una enorme movilización en la ciudad del sur santafesino pidiendo medidas de seguridad y reclamaron la renuncia del intendente radical Vaquié. La marcha fue la coronación de una campaña de meses que apunta a una mayor presencia policial. De la misma participaron la UOM local y la CTA michellista.
Martes 28 de octubre de 2014 12:08
Foto: captura Telefe
Villa Constitución ha sufrido los golpes de las últimas décadas: el aumento de la flexibilización, el cierre de las fábricas ha ido sumiendo a un enorme sector del pueblo en la miseria. Estos cambios se agravaron con el cierre de la autopartista Paraná Metal en el 2012 con la pérdida de más de 1200 puestos de trabajo. La pobreza y la miseria van creando una situación social sin precedentes en la barriadas obreras, en las que los jóvenes hijos de los obreros no encuentran una salida.
Mientras en el barrio falta el laburo, en las fábricas de la zona la jornada laboral se extiende a 12, 14 y hasta 16 hs, mientras los contratos son cada vez más precarios. El PJ, la UCR, y el socialismo de Binner se muestran como claros representantes de los intereses de los Acevedos y las patronales de la zona, que aumentan constantemente sus millones. La UOM local se muestra muy por debajo de las necesidades: ya permitió los despidos en Paraná Metal y en los últimos meses acordó las suspensiones con rebaja salarial en Acindar.
Estos mismos representantes políticos y de la propia UOM local, los responsables del aumento e la miseria, salieron a la calle con una política que tendrá consecuencias sobre los trabajadores y el pueblo. Justamente en Santa Fe, la de las "fuerzas de seguridad" ligadas a los narcos y su brava policía, junto a la casta política que sostiene y se entremezcla con el narcotráfico, la trata y las mafias. Justamente cuando se cumplió apenas un año de que David "Poro" Vivas fuera asesinado fríamente por las balas de la policía, un joven trabajador padre de tres hijos y, paradójicamente, metalúrgico. Y justamente a días de haber aparecido enterrado como NN Luciano Arruga, secuestrado, torturado y asesinado por la policía por negarse a robar para ellos.
El delito común, el “robo de gallinas” es producto de las condiciones a las que somete este sistema y estos gobiernos a franjas cada vez más grandes de la población, empujadas a la miseria por el aumento de precios, los bajos salarios y la pérdida de trabajo, que en una ciudad con fuerte composición obrera hace estragos, mientras los empresarios se enriquecen cada vez más. Con solo afectar las ganancias de los dueños de Siderar y Acindar, reduciendo la jornada a 6 hs creando nuevos turnos de trabajo se crearían miles de nuevos puesto de trabajo, atacando el problema estructural del cual surge el pequeño delito: la pobreza y el desempleo. Aumentar los salarios y acabar con la tecerización y los contratos basura es la única forma de garantizar una vida digna para todos, además de la necesaria realización de planes de obras públicas en los barrios, asfaltando, creando viviendas, cloacas y redes de gas natural. Lamentablemente en vez de impulsar esta política, la UOM y la CTA michellista participaron de la convocatoria.
Esta movilización fue un nuevo intento de quitarle a la histórica villa sus lazos de solidaridad, forjados a partir de su tradición de lucha y experiencia; un nuevo intento de cortar de cuajo las raíces de "El Villazo". Y esto es un verdadero crimen.