Davor Harasic, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, sostuvo que “todos sabemos que en este sistema es uno tuyo, uno mío".
Sábado 2 de diciembre de 2017
Durante el siguiente mandato presidencial, ocho ministros de la Corte Suprema jubilarán al cumplir 75 años, edad máxima en que pueden ejercer el cargo. Este Tribunal está compuesto de 21 miembros, por lo tanto se tendrá que renovar más de un tercio de ellos.
El procedimiento de elección no es ajeno al Presidente de la República, pues su rol dentro de él es esencial. Entre los cinco nombres que le propondrá la Corte Suprema, él elegirá uno, para, posteriormente, ser ratificado por dos tercios de los senadores.
El proceso de conclusión de sus cargos iniciará con el ministro Patricio Valdés, el próximo 13 de febrero. La definición de quién será su sucesor deberá adoptarse a mediados de marzo, por ello se considera que forma parte de los primeros desafíos que deberá abordar el próximo mandatario. A él le seguirán Carlos Cerda, Milton Juica, Héctor Carreño y Hugo Dolmestch, entre otros.
El impacto y volatilidad en términos políticos que podrían generarse ante el ajustado escenario que existe en segunda vuelta es discutido por los juristas.
Al ser consultado respecto a ello, el presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, afirmó: “no tengo ninguna duda, ni ninguna aprensión al respecto. Yo creo que el sistema ha funcionado dentro de la normalidad. No creo que haya sesgo, será independiente, porque los equilibrios del sistema político se mantienen como en el Parlamento, el que está conformado equilibradamente. De tal forma que no le veo ningún drama, sea quién sea el presidente”.
En otra opinión, dentro del mismo Tribunal se señaló que “son ciclos normales, de la renovación de la Excelentísima Corte Suprema y, en general, del Poder Judicial. Sea por renovación, por renuncia”. Continuó “sea quién sea el presidente, hay que seguir los procedimientos de lo que establece la Constitución”.
Una tradición, en que su continuación encontraría dificultades no menores, pues éstos suelen elegirse de forma alternada entre un ministro de la preferencia del oficialismo y otro de la oposición.
En consideración de lo anterior, el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, Juan Enrique Vargas, manifestó: “como se sabe, los ministros tienen que ser ratificados por dos tercios del Senado. Con la lógica del binominal, que tradicionalmente permitía el pareo, uno para ti y uno para mí, era bastante simple. Así, el presidente quedaba casado en hacer las designaciones con esta lógica”, añadiendo que “ahora, que el Parlamento está escindido, es bastante más difícil especular si el presidente podrá imponer sus nombres”.
Mientras tanto, quien ejerce como decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Davor Harasic, sostuvo que “todos sabemos que en este sistema es uno tuyo, uno mío, y eso no necesariamente lleva a las mejores nominaciones”.
Patricio Araneda
Economía.