El día Miércoles 23 se llevó a cabo una denuncia en la seccional Tucumán de la Defensoría del Pueblo de la Nación por parte de ingresantes a la carrera de Medicina de la UNT.
Lunes 28 de diciembre de 2015
Exigen a las autoridades de dicha facultad que cumplan con la ley nacional 27.204 que establece el ingreso irrestricto. Esta medida se tomó a partir de una solicitada que sacaron las autoridades de la Facultad de Medicina, luego de establecidas algunas reformas realizadas a la Ley de Educación Superior (LES), poco antes de finalizar el mandato del gobierno kirchnerista, que incluye el ingreso irrestricto en todas las universidades del país.
Los estudiantes argumentan que las autoridades están en la ilegalidad al negarse a quitar el examen de ingreso, que garantiza que sólo ingresan quienes pueden pagar los cursos preparatorios, que cuestan alrededor de $ 25.000; sumado al cobro del derecho a examen que todos los años se realiza, siendo en 2015 de $700.
Cabe destacar que desde hace 2 años, y por la lucha de los estudiantes, se eliminó el cobro del arancel de reinscripción, y que este año el actual decano quiso volver a implementar, pero la resistencia estudiantil se lo impidió.
Una reforma cosmética
La Ley de Educación Superior (LES), aprobada por el menemismo, significó un avance en la elitización y en la mercantilización de la enseñanza; es decir, en la devaluación del título de grado, mediante la generalización de los posgrados pagos, por ejemplo en Psicología se aprobaron posgrados pagos desde $2000 hasta$ 9000 pesos de materias que antes existían en la currícula de grado; en la multiplicación de acuerdos con las grandes empresas como Minera la Alumbrera, moldeando carreras enteras como Geología donde no se investiga la alta contaminación de los suelos producto de la explotación a cielo abierto; en cupos y en exámenes, para restringir el ingreso, como Medicina.
El kirchnerismo mantuvo y aplicó la LES durante 12 años. A días del balotaje aprobó una reforma cosmética que no modifica la base de los negocios con la educación -los posgrados y vínculos con empresas-. Tampoco significa una mejora en el presupuesto destinado al salario docente, como se viene viendo desde hace dos años con el reclamo y la lucha de los docentes por mejora salarial y carrera docente, a becas y a comedores, como ejemplo en la facultad de Filosofía Y Letras, luego de la lucha estudiantil del 2013 pusieron un comedor recién a fines de este año, que tiene capacidad para que coman 150 alumnos de 15 carreras que conforma el Centro Presbich.
Desde la izquierda diario ya veníamos repudiando y polemizando con la decisión de las autoridades de la Facultad de Medicina, que sostienen que el ingreso irrestricto “lesionará invariablemente, la calidad educativa y por ende las competencias de los profesionales que se gradúan” con “efectos perniciosos sobre la salud de la población”. Dicen ahora que sin un presupuesto acorde que permita ampliar la planta docente y la infraestructura es impracticable el ingreso irrestricto, cuando son ellos mismos las autoridades que avalaron un recorte presupuestario: la UNT solicitó para 2016 un presupuesto de $3.274 millones pero el gobierno aprobó un monto de $2.447 millones, es decir, $828 millones menos.
Lo que "lesiona gravemente la calidad educativa" es el ahogo presupuestario en el que se encuentran las Universidades Públicas hace años. Y esta situación tiene responsables políticos, que van desde el Gobierno Nacional a los funcionarios de las casas de altos estudios, con la complicidad de las direcciones estudiantiles burocráticas como Franja Morada que dirige la Federación Universitaria de Tucumán, que no se ha molestado en tomar parte siquiera de la discusión. Es necesario que la FUT y los Centros de Estudiantes que se pronuncien en contra de estos ataques y llamen a organizar un plan de acción en defensa de la educación pública.
Mientras los decanos y la rectora se pelean por cómo se reparte la torta del presupuesto, los únicos perjudicados son los estudiantes y los docentes. Quienes venimos dando esta pelea desde hace años sabemos que dependerá sólo de la organización y de la lucha de los estudiantes y del conjunto de la comunidad educativa hacer efectiva la anulación de la LES y la conquista de una educación pública, gratuita y de calidad.