Lo hizo durante la celebración del centenario de la asunción del primer Gobierno de Yrigoyen. Leopoldo Moreau, Leandro Santoro y Sergio Palazzo, entre los presentes.
Viernes 7 de octubre de 2016
“El acto lo organicé yo” dijo la expresidenta casi al inicio de su discurso. Cristina Fernández fue la oradora del acto conmemorativo por los cien años del inicio del primer Gobierno radical, el Hipólito Yrigoyen, cuyo primer mandato se extendió entre los años 1916 y 1922.
“Todos creen que el evento lo organizaron los radicales, pero en realidad lo organicé yo. Me preguntaban que si no me parecía extraño participar de un evento convocado por radicales, y les dije que no, porque mi viejo era radical" afirmó Cristina Fernández.
Tal como viene ocurriendo en sus diversas apariciones públicas, en su discurso, la expresidenta volvió a insistir con el llamado a construir “una nueva mayoría”.
Afirmó que su trabajo va a estar “orientado única y exclusivamente a lograr la conformación de una nueva mayoría que le permita a los argentinos volver a tener un Gobierno que lo represente”.
Agregó que “no voy a tener una sola actitud que obstaculice ese frente que, para mí, es lo más importante que me resta hacer en toda mi vida”. El tono exagerado se completó señalando que ese era un “compromiso con la memoria de mi compañero”.
El llamado a la construcción de una nueva mayoría ya había tenido lugar, hace varios meses. El objetivo de ese discurso es apuntalar la reconstrucción de la unidad del peronismo, sin delimitar a ningún sector. Fue bajo ese prisma que Cristina Fernández señaló que Sergio Massa no era “un enemigo”.
“Si es tan pesada la herencia, que la devuelvan" ironizó durante su disertación CFK, en obvia alusión al discurso permanente que sostiene la actual gestión de Cambiemos para justificar el ajuste que lleva adelante.
Cristina también afirmó que “hoy la Argentina no necesita candidatos, necesita dirigentes que se pongan al frente en cada uno de los espacios sociales”. La afirmación suena a un intento de mostrarse prescindente en relación a los cargos hacia las elecciones de 2017.
Sobre la gestión de Macri no ahorró calificativos y señaló, entre otros puntos, que “vamos hacia un desastre social”. En ese marco, reivindicó el consumo durante el período de su gestión gubernamental. “Tenemos que lograr que vuelva a reestablecerse en Argentina el consumo. ¿Qué clase de capitalistas son estos que no quieren que consumamos?” se preguntó, olvidando la continuidad del trabajo en negro y precario durante todos los años de su gestión.
Sobre el final de su discurso, volvió a insistir en la amplitud de la convocatoria que se propone construir. “Dejen las mezquindades de lado, las pequeñas miserias humanas, y que nadie piense que de la desgracia de uno, viene el éxito del otro”.
Así, desde el Microestadio de La Plata, Cristina Fernández volvió a insistir en la unidad del peronismo sin delimitaciones. Los “traidores” de ayer son los aliados de hoy.