Así lo denunciaron médicos y médicas del Hospital Rivadavia y de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir.
Martes 9 de octubre de 2018
El caso se hizo viral: el periodista de La Nación, Mariano Obarrio, subió un video a las redes sociales en el que se lo ve protagonizando un piquete junto a un grupo de paquetas militantes celestes. El motivo: impedir la realización de un aborto no punible en el Hospital Rivadavia, ubicado en el barrio porteño de Recoleta.
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El procedimiento, contemplado desde 1921 en el Código Penal y ratificado en 2012 por el famoso "Fallo FAL", se realizó de todos modos. Pero la repercusión pública del caso dejó en evidencia los extremos a los que están dispuestos a llegar los militantes antiderechos.
"La violencia de esta gente no entiende de límites. Solo quieren imponer su manera de ver el mundo", afirmó Guido Arinci, médico del Rivadavia e integrante de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir en declaraciones a Radio Led.
Buscando una explicación al hecho de que Obarrio se enteró e hizo público un asunto que esta sometido al secreto médico y al elemental derecho a la intimidad, Arinci reveló que militantes católicos "han entrado al Hospital Rivadavia disfrazados de médicos intentando violentar a las mujeres que estaban internadas. Además apareció una pintada en el Hospital Rivadavia que decía ’médicos se las vamos a cobrar’. Eso es una amenaza y queremos explicaciones", denunció.
Otros profesionales, que prefieren mantenerse en el anonimato, relataron haber detectado varios casos de militantes que entraron a la institución disfrazados de médicos. Se infiltran así en las salas y amenazan a las pacientes con que "van a morir desangradas" o "van a terminar presas" para disuadirlas de realizarse un procedimiento legal.
Recordemos que el aborto no es punible en caso de violación o riesgo de vida para la mujer, por lo que estas personas se dedican, básicamente, a hostigar a mujeres víctimas de la violencia de género o a militar la muerte o degradación de la "segunda vida". Todo muy lindo.
Obarrio, al parecer, es la cara pública de esta militancia que no tiene respeto por nada y que es capas de llegar a extremos en su cruzada medieval contra los derechos de las mujeres.
