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Red Internacional
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Muere a los 78 años la actriz Marisa Paredes, figura icónica del cine español

El mundo del cine se tiñe de luto con la noticia del fallecimiento de Marisa Paredes. Actriz legendaria y una de las figuras más icónicas de la escena cinematográfica y teatral del Estado español. Así lo ha comunicado este martes la Academia de Cine a través de su cuenta de X (antes Twitter).

Martes 17 de diciembre de 2024 07:26

Reconocida por su elegancia, su talento interpretativo, su presencia magnética y también su compromiso político, Paredes dejó una huella imborrable en la cultura artística del país. Su muerte, a los 78 años, marca el final de una carrera que abarcó más de cinco décadas, durante las cuales trabajó con los directores más prestigiosos y se consolidó como un símbolo del arte dramático.

"El cine español se queda sin una de sus actrices más icónicas, Marisa Paredes, que deja tras de sí una larga carrera en la que el público ha podido verla en más de 75 ocasiones en la gran pantalla", ha anunciado la Academia de Cine.



Una vida dedicada a las artes escénicas

Marisa Paredes nació en Madrid en 1946 y encontró su vocación en la interpretación desde muy joven. Estudió en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y rápidamente comenzó a trabajar en teatro, televisión y cine, demostrando una versatilidad que la colocó como una de las figuras más destacadas de su generación.

A los 14 años tuvo un papel en Esta noche tampoco, de José Osuna, y 091 Policía al habla, de José María Forqué. Durante las décadas de los 60 y 70, interpretó papeles secundarios, pero fue en los años 80, con Ópera prima, de Fernando Trueba, cuando alcanzó la consolidación.

Su gran salto llegó en la década de 1980 y 1990, de la mano de Pedro Almodóvar, el director que la llevó al estrellato internacional. Películas como Tacones lejanos (1991) y La flor de mi secreto (1995) no solo le dieron reconocimiento mundial, sino que consolidaron su lugar en el cine de autor, convirtiéndose en un rostro recurrente del universo almodovariano. Además, su filmografía incluye participaciones destacadas en Todo sobre mi madre, Hable con ella y La piel que habito.

Fue precisamente su capacidad para adaptarse a diferentes registros, desde la comedia hasta los dramas más desgarradores, lo que la convirtió en una intérprete indispensable del cine español.

Más allá de sus colaboraciones con Almodóvar, participó en obras maestras como El espinazo del diablo (2001), dirigida por Guillermo del Toro, y La vida es bella (1997), en la que tuvo un pequeño pero memorable papel en la multipremiada cinta de Roberto Benigni. Su dominio del arte interpretativo le permitió brillar tanto en el Estado español como en producciones internacionales.

En 1996, fue distinguida con el Premio Nacional de Cinematografía, y en 2007 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Además, en 2018, fue galardonada con el Goya de Honor por su trayectoria, un merecido tributo a una carrera llena de éxitos y momentos memorables. Durante el discurso de aceptación, Paredes emocionó al público al reflexionar sobre el amor al arte y su compromiso con la verdad en la actuación.

Activista cultural y política

Más allá de su carrera artística, Marisa Paredes fue una mujer comprometida con las causas sociales y culturales. Durante años, se manifestó públicamente en favor de los derechos de los artistas y abogó por la importancia del cine como herramienta de cambio social. En la década de 1980, formó parte activa del movimiento cultural que buscaba revitalizar el arte español tras el fin del franquismo, lo que la colocó como una figura influyente tanto dentro como fuera de los escenarios.

Su compromiso con la libertad de expresión y la igualdad se reflejó no solo en sus declaraciones públicas, sino también en los personajes que eligió interpretar, muchos de ellos mujeres fuertes y complejas, alejadas de los estereotipos tradicionales.

Desde 2000 hasta 2003 ocupó la presidencia de la Academia de Cine, periodo en el que se celebró la famosa gala del "No a la guerra en Irak". Su compromiso político se mantuvo firme hasta el final, participando activamente y leyendo un manifiesto en la concentración del 30 de noviembre en Madrid a favor del alto el fuego en Gaza.

Una de las voces más icónicas del cine español

La noticia de su fallecimiento ha provocado una avalancha de homenajes en redes sociales y medios de comunicación. Actores, directores y compañeros de profesión han expresado su dolor y admiración por una mujer que no solo era una gran actriz, sino también una gran amiga y mentora para muchos.

Pedro Almodóvar, quien mantuvo una relación profesional y personal cercana con Paredes, declaró: "Marisa era la esencia de la pasión por el cine y el teatro. Su talento y su carácter eran únicos. La echaré de menos profundamente." Otros compañeros como Carmen Maura, Penélope Cruz y Antonio Banderas también han compartido mensajes de despedida, destacando la generosidad y humanidad que caracterizaron a la actriz.

El director Juan Antonio Bayona ha compartido su pesar través de X: "Fallece una leyenda, una presencia inmortal del cine español y más allá de sus fronteras. Marisa Paredes tenía esa aura de mito, pero era también una mujer cercana, empática y siempre atenta hacia tu persona". "La vamos a echar muchísimo de menos. Un abrazo muy grande a toda su familia y amigos, en especial a Chema", ha concluido.