Unas cuarenta organizaciones respondieron al llamado del "Colectivo 8 de marzo para Todxs", organizadores de la marcha feminista en París del pasado domingo 6 de marzo por el Día internacional de las mujeres.
Martes 8 de marzo de 2016
(Traducción Mallena Vrell)
"Para nosotras, esta manifestación es una ocasión para tomar las calles y hacer escuchar nuestras voces, hacer visibles nuestras luchas, nuestras rabias y nuestras reivindicaciones". Llamado "Mujeres y minorías de género: ¡en lucha!", esta manifestación buscaba restituir el espacio público a las "más estigmatizadas, reprimidas y precarias de nosotras" así como hacer converger las reivindicaciones de las mujeres con las de las minorías de género, también víctimas del sistema patriarcal.
Era un ambiente de fiesta y varios centenares de manifestantes recorrieron París desde Belleville hasta la plaza Baudoyer, para denunciar las dobles jornadas de trabajo, las desigualdades salariales, el acoso callejero, en el trabajo o en las relaciones, las violencias y discriminaciones machistas.
Represión y dispersión
Pero el ambiente no podía pasar por alto el actual "estado de urgencia" al que Francia está sometida así como sus consecuencias. Estas se cristalizaron esa tarde mediante la represión escandalosa de la policía hacia una militante del colectivo pro-palestino BDS.
Mientras reprimía, centenas de voces gritaban en coro "Mujeres unidas contra las violencias" y reclamaban la liberación de una de sus compañeras. ¿El motivo? La compañera llevaba en un polo las iniciales de la campaña "Boycott, Desinversión y Sanciones" (BDS), campaña que busca ejercer diversas presiones económicas, académicas y políticas sobre Israel. Arrestada, por lo tanto, simplemente por llevar ese polo.
En la continuidad de la ofensiva autoritaria y liberticida puesta en práctica bajo el estado de urgencia que acaba de ser prolongado por tres meses, el objetivo de las fuerzas del orden era claro: desorganizar y parar la manifestación de las mujeres.
Hoy en día, osar manifestar por los derechos de las mujeres puede conducir a una detención policial. El estado represivo sigue estando muy presente. Pero este caso es también la ilustración de lo que representa el presunto feminismo de Hollande: reprimir a las mujeres que osan defender sus derechos.
Revolución Permanente estuvo presente en la manifestación y fue al encuentro de diferentes manifestantes para preguntarles sobre la situación de las mujeres en el trabajo. Entre testimonios de opresiones sexistas y consecuencias previsibles de la Ley de reforma del código de trabajo "El Khomri" para las mujeres, todas son unánimes: para mejorar nuestras condiciones de trabajo, debemos encontrarnos en las calles el próximo 9 de marzo.