Analizamos la actualidad de Newell´s y su último partido frente a Godoy Cruz, que tuvo de trascendente una sola cosa: el triunfo. Fue un edén comparado con el de Arsenal.
Sábado 25 de abril de 2015
Foto: sitio oficial de Newell’s Old Boys
La lepra ganó bien ante un equipo con pocas luces y con el ánimo acorde a los ahora siete partidos sin ganar. El equipo del Tolo hizo de a ratos un juego interesante aunque bipolar, ya que duraba unos minutos y se descompensaba en forma constante. En el primer tiempo se imponía el empate, pero -sin coincidir con el juego- Nehuén Paz, de cabeza, a los 22’ pone el 1-0.
Maxi Rodríguez no apareció nunca y Ponce, aparentemente lesionado, estuvo lejos de su mejor presentación, la que ostenta en sus papeles. Al final de la primera etapa Ustari salva el empate y poco más para destacar.
En la segunda etapa Newell´s entra en un tembladeral. Se acorrala en su propio arco. Las figuras siguen sin aparecer, de hecho nunca lo hicieron, y el estado físico parecía jugar en contra. El técnico rival se equivoca en los cambios, y a los 9 minutos, tras una perdida en mitad de cancha de Godoy Cruz, Figueroa define desde afuera del área 2-0.
Así, con altos y bajos, metiéndose atrás y con la inexpresión del rival, Newell´s lo gana con justicia.
El equipo del parque se debate en un ser o no ser. Discutiendo quizás las formas de cómo jugar, superándose un poco en relación a su partido anterior pero sin sobrarle nada. Deberá definir su rumbo enfrentando a un tsunami de lesionados, con un plantel corto y una crisis de identidad que arrastra desde la primera fecha. Con el triunfo encontró una cantimplora con agua en el desierto, que le servirá para pasar el receso impuesto por las elecciones.
Ser o no ser, esa la cuestión.
