El director nos adentra en la pisque de las personas que buscan en las teorías de conspiración una respuesta en momentos de crisis y advierte sobre los peligros de las sectas y las noticias falsas en redes.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Viernes 26 de enero de 2024
Iván Löwenberg estrenó en la Cineteca Nacional su filme “No quiero ser polvo” (México, Argentina, 2022), un drama sobre una mujer de clase media que durante pandemia se refugia en creencias del fin del mundo.
Bego (Bego Sainz) es un ama de casa mayor, que tiene una vida monótona y aburrida, su hijo ya es un treintañero que tiene un empleo precario como profesor que no le permite salir de la casa, su esposo se va muy temprano y llega ya de noche a la casa.
Los amigos de Bego coinciden en un club de yoga, en medio de la incertidumbre de la pandemia llega un cuasi-científico con un mensaje apocalíptico dando fecha y hora de un colapso de la humanidad.
La mujer decide compartir su mensaje con su familia en medio del cumpleaños de una sobrina, esto la confronta con su esposo e hijo, este último está preparando un viaje de estudios a la Argentina.
El director Iván Löwenberg da una salida muy surrealista para el conflicto, pero también revela el problema de las sectas que se aprovechan de las personas vulnerables en tiempos de incertidumbre.
“No quiero ser polvo” es una cinta que deja un testimonio de un sector que vivió la contingencia del Covid 19 de una manera holgada pero con serias consecuencias psicológicas donde se abrazaron a las noticias falsas difundidas por redes sociales para encontrar una respuesta ante lo que sucedía.
La filmografía de Löwenberg se puede encontrar todavía en https://www.filminlatino.mx/, compuesto por 4 cortometrajes y su primer largometraje “La castración” (México, 2011).
