La hermana de Horacio Ungaro, desaparecido junto a otros adolescentes el 16 de septiembre de 1976, se mostró sumamente indignada al leer una serie de tuits de Sabrina Ajmechet, donde justificó la masacre de militantes políticos durante la dictadura cívico-militar-eclesiástica. “Esa negacionista no puede ser candidata”, sentenció.
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Daniel Satur @saturnetroc
Miércoles 28 de julio de 2021 13:52
Este martes el diario Página|12 reflotó algunos tuits del año 2019 de Sabrina Ajmechet, la precandidata a diputada nacional de Juntos por el Cambio impulsada por Patricia Bullrich. Días antes habían trascendido otros de 2012, cuando despreciaba públicamente el reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas.
Los mensajes de la red social que ahora difundió Página están fechados el 16 de septiembre de 2019, a propósito del aniversario 43 de La Noche de los Lápices, uno de los símbolos de la carnicería humana encarada por militares, patronales, burocracias sindicales y la Iglesia católica a mediados de los 70.
Los dichos de Ajmechet son, además de provocadores, una sarta de sentidos comunes reaccionarios que evidencia cuán grande le queda el cargo de profesora de Pensamiento Político Argentino en la carrera de Historia de la Universidad de Buenos Aires.
La justificación lisa y llana del genocidio que hace Ajmechet no generó ningún “ruido” interno en la coalición opositora. Parece que hay más o menos consenso en legitimar la represión ilegal y sanguinaria contra jóvenes militantes políticos, parte de una generación que en todo el mundo luchaba contra el hambre, las injusticias y por cambiar este sistema para conquistar todos los derechos de las amplias mayorías sociales. No sorprende, desde ya.
Quien sí salió a responder fue Marta Ungaro, hermana del joven Horacio Ungaro, una de las víctimas de La Noche de los Lápices y quien continúa desaparecido. En diálogo con La Izquierda Diario, Marta dijo que cuando vio esos tuits se indignó. “Quedé como inmovilizada, no podía creer lo que estaba leyendo”, dice.
“Una negacionista como esta persona no debería ser candidata a diputada. Con lo que había escrito por Malvinas ya era suficiente, pero ahora nos enteramos de sus dichos sobre La Noche de los Lápices. Encima es profesora de Historia de la UBA. ¿Qué clase de historia enseña? ¿Qué clase de seguimiento sobre lo que dice hay en su cátedra? Ayer me enteré que esa mujer es parte del equipo de la ministra de Educación de Larreta, Soledad Acuña. ¿Qué lecciones de historia puede dar semejante fascista?”, se pregunta Ungaro desde La Plata.
La hermana de Horacio Ungaro reflexiona sobre el contenido de los dichos de la candidata de Patricia Bullrich. “Es muy repudiable que diga estas cosas cuando, a casi 45 años, recién se está haciendo un juicio pero ya está probado que mi hermano y el resto de las compañeras y compañeros fueron secuestrados, torturados, asesinados y los responsables permanecieron ocultos”, afirma indignada.
“El operativo en el que se llevaron a nuestros familiares se hizo para amedrentar a la sociedad y, sobre todo, a la militancia, tal como se hizo en fábricas, universidades y en todos lados. Los chicos y las chicas tenían 17 años, fueron secuestrados mientras dormían antes de ir a la escuela”, completa en su mensaje claro de repudio a los dichos de Sabrina Ajmechet.
Ungaro muestra a quien quiera ver la orden de detención de su hermano Horacio, recuperada de los archivos del Ejército Argentino y presentada como prueba en diversos juicios de lesa humanidad, incluyendo el juicio a las juntas militares de 1985. Allí se puede leer que para los verdugos Ungaro tenía un “grado de peligrosidad mínimo” y que había sido sistemáticamente seguido por los servicios de inteligencia del Estado. La raya diagonal que cruza de arriba a abajo se realizaba cada vez que un operativo era concretado.
¿Qué fue La Noche de los Lápices?
La noche del 16 de septiembre de 1976, la Policía Bonaerense y efectivos del Batallón 601 del Ejército realizaron un operativo conjunto para capturar a nueve jóvenes de La Plata, de entre 16 y 18 años. No todos eran integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), pero sí gran parte de ellas y ellos. Todos eran militantes por el boleto estudiantil gratuito.
Claudio de Acha, Horacio Ungaro, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, María Clara Ciocchini y Daniel Alberto Racero aún continúan desaparecidos. Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler lograron sobrevivir, tras permanecer varios años “chupados” en distintas comisarías y centros clandestinos de detención.
Como se sabe (la “historiadora” Ajmechet lo sabe), desde el Cordobazo de 1969 se había desatado en el país una insurgencia obrera, social y política que cuestionaba al capitalismo de raíz. En La Plata esa rebelión tuvo uno de sus escenarios más destacados. Un ejemplo de ello es que en 1975, meses antes de la dictadura y cuando faltaba un año para La Noche de Los Lápices, en la capital bonaerense una patota de la derecha peronista nucleada en la Triple A consumó la conocida Masacre de La Plata, en la que fueron asesinados ocho militantes trotskistas del PST.
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Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc