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Red Internacional
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Entrevista. “Nos queda de esta jornada una gran alegría y fuerza para seguir la lucha”

Al finalizar la proyección del documental “El Robo”, realizada ayer en el auditorio de la sede de Constitución de la Facultad de Ciencias Sociales- UBA, conversamos con Carlos Asseph realizador del film.

Jueves 30 de julio de 2015

Fotografía:Rodrigo Wilson/Enfoque Rojo

Fotografía:Rodrigo Wilson/Enfoque Rojo

"Estamos muy contentos con este pre-estreno que hicimos hoy con en el auditorio de Sociales (UBA) colmado: no entraba nadie, la sala estaba llena. Fue muy lindo poder compartir la película con toda esta gente y por supuesto las personalidades que vinieron que le dieron al evento una jerarquía enorme"

La película condensa muchos años de investigación y de militancia, ¿cómo sigue de acá en adelante?

  •  Buenos, no sabemos bien: en principio tenemos que seguir con lo nuestro que es mostrar la película. Me interesa destacar que estos relatos tienen una vigencia y una importancia política para nosotros y las generaciones que vienen que tienen que conocer nuestra historia revolucionaria y bueno, esto es un pequeño granito de arena en ese sentido.

    Fueron muy emotivas y significativas tus palabras al presentar la película

  •  Lo que quería tratar de expresar, de alguna manera, era el ángulo, la perspectiva desde donde nos planteamos hacer este trabajo y bueno, por supuesto, que me emociona haber podido llegar hasta acá, con este material y que a todos les haya gustado... no se fue nadie del cine (risas). Sobre todo estoy muy contento: eso es lo que nos queda de esta jornada, una gran alegría y fuerza para seguir la lucha.

    Con estas palabras saludó Carlos Broun a los presentes y dio inicio a la proyección de El Robo:

    Hacer este doucmental implicó para mi una gran responsabilidad. Mi generación creció viendo la impunidad a los genocidas, yo empecé mis primeras actividades políticas a los 15 años luchando contra la impunidad a los asesinos de los 70. Tuvimos en las madres y abuelas de plaza de mayo un catalizador que nos movilizaba. Así conocí las ideas revolucionarias y porque había luchado la generación que fue asesinada por la dictadura.

    Hacer un cine político-revolucionario a fines de los 90 era muy raro, las ideologías de moda en esa época aseguraban que la lucha de clases y que toda lucha política en últimas era inútil ya que el capitalismo todo lo metaboliza y solo se puede vivir adaptados al poder. Cuando fundamos el grupo de cine Contraimagen y hacíamos nuestros primeros cortometrajes, lo hacíamos contra la corriente.

    Cuando el 2001 estalló en las calles y en la imaginación de esta ciudad, estábamos donde queríamos estar, filmando y llevando el cine documental a las luchas obreras, como Brukman y Zanon. Pero eso era solo el comienzo de una historia.

    En esos días conocí a María Victoria y nos hicimos amigos y amigos de los amigos y en medio de muchas idas y vueltas decidimos construir este documental.

    El marxista alemán Walter Benjamin planteó en sus “Tesis de la filosofía de la historia” que:

    “Articular históricamente lo pasado no significa conocerlo «tal y como verdaderamente ha sido». Significa adueñarse de un recuerdo tal y como relumbra en el instante de un peligro. Al materialismo histórico le incumbe fijar una imagen del pasado tal y como se le presenta de improviso al sujeto histórico en el instante del peligro.

    El don de encender en lo pasado la chispa de la esperanza sólo es inherente al historiador que está penetrado de lo siguiente: tampoco los muertos estarán seguros ante el enemigo cuando éste venza.”

    Para nosotros contar, narrar esta historia, es parte de una lucha de clases, una lucha política y revolucionaria, porque como plantea Benjamin, el origen de nuestra lucha no son solo nuestras propias condiciones materiales o nuestra vida, sino las luchas pasadas y las vidas perdidas. Contar lo que pasó, desde nuestro punto de vista, es parte de una batalla política e ideológica, porque si Benjamin tiene razón y “los muertos tampoco estarán seguros ante el enemigo cuando este venza” entonces hoy debemos velar nuestros recuerdos y nuestros relatos de la misma forma que velamos por nuestras conquistas y nuestras demandas durante la huelga, el corte de ruta y el piquete.

    Benjamin luego dice:

    “La clase obrera en Marx aparece como la última que ha sido esclavizada, como la clase vengadora que lleva hasta el final la obra de liberación en nombre de generaciones vencidas.”

    En este sentido va nuestra apuesta militante a construir una fuerza revolucionaria en la clase obrera, el PTS. No luchamos solo en nuestro propio nombre, también lo hacemos con las banderas que nos dejaron las generaciones pasadas y hacemos nuestra la premisa de Marx, queremos llevar hasta el final la liberación en nombre de las generaciones vencidas.

    Todos estos años, fue impresionante ver por ejemplo en Kraft y después en Lear como el estado moviliza fuerzas increíbles para evitar el triunfo de una lucha obrera. Incluso si lo pensamos del punto de vista material, es desproporcionado el gasto que hace el estado para reprimir una huelga como Lear durante 9 meses, movilizando cientos de millones de pesos en recursos para frenar y derrotar a un grupo de trabajadores “indomables”. Pero no nos dejemos engañar, esta fuerza que necesita movilizar el estado es directamente proporcional a las fuerzas de la clase obrera.

    Cuando recordamos lo que pasó en los 70 justamente, pensando como dice Benjamin en “fijar el instante de peligro”, se nos viene a la mente la historia de lucha de la generación que se proponía cambiar el mundo, que luchaba por una sociedad de iguales, el fin del trabajo asalariado y la libertad más plena. Pero para llegar a eso hay que acabar con el poder de la clase dominante. Planteado en estos términos, “o ellos o nosotros”, resulta quizás más fácil entender porque nos atacan así, porque nos reprimen y nos meten presos. La respuesta que yo encuentro es porque nos tienen mucho miedo.

    En estos últimos años millones de trabajadores, jóvenes y mujeres han comenzado a acercarse a la izquierda revolucionaria al quedar cada vez más claro el agotamiento del rol que se propuso jugar el Kirchnerismo, de apaciguar y contener la lucha de clases abierta en el 2001. El PTS se ha abierto camino en este emocionante proceso histórico. En estos días nos toca asumir otra forma de la lucha, en las elecciones, por fortalecer y renovar el Frente de Izquierda. Es un orgullo para mi presentar este documental en este marco, acompañando a Vicki en su candidatura a diputada nacional por la Ciudad, con Nico y Myriam en la lista del PTS en el FIT.

    En la próxima etapa que nos va a tocar vivir, deberemos contar con todas las armas que tengamos disponibles, la memoria es una de ellas. Fijar “el instante del peligro” en la memoria de una nueva generación que se arroja a la lucha por una vida mas plena, más libre y más justa. Espero que esta película sea un aporte en este sentido.

    Por último quiero agradecer a todos los que ayudaron a hacer este documental. A los compañeros del Centro de Sociales que organizaron el evento, al PTS por su apoyo en todo esto.

    Quiero saludar a mi sobrino Luca que nació hace pocos días y quiero recordar a mi amigo Leonardo Norniella a quien extraño mucho.

    Y para terminar quiero agradecer especialmente a Viki y Vachu que son unas genias y que las quiero con todo mi corazón.

    Espero que les guste el documental, es la primera vez que lo vamos a ver.