En esta oportunidad entrevistamos al Dr. Salman Abu Sitta, oriundo de Palestina, nacido en 1937 cuando ese territorio estaba bajo la colonización del “mandato británico”. Abu Sitta es considerado el mayor experto del mundo en la Nakba (él mismo es testigo presencial y sobreviviente de esa catástrofe para el pueblo palestino), dedicó su vida adulta a documentar y cartografiar las aldeas y ciudades palestinas que fueron arrasadas primero por las milicias sionistas y luego, a partir de 1948 por el Estado de Israel, hasta la actualidad. Es autor de varios libros e informes donde volcó sus minuciosos estudios sobre el tema, como “Mapeando mi regreso: una memoria palestina” (2016); “Al Nakba, 1948: Registro de las poblaciones desalojadas en Palestina” (1997); y tal vez su obra más exhaustiva y conocida internacionalmente: “Atlas de Palestina 1948” (2004), junto a su versión ampliada: “Atlas de Palestina 1917-1966” (2010).
Usted elaboró un pormenorizado registro cartográfico del avance del colonialismo israelí, antes de 1948 (fundación del Estado de Israel), durante y posteriormente, basado en la limpieza étnica. Antes del 48 ya había comenzado el fenómeno de los refugiados palestinos. La Nakba hizo surgir millones de desplazados, viviendo en campos de refugiados en Palestina pero también en Jordania, Siria, El Líbano. ¿Cómo fue ese proceso?
El proyecto de colonización sionista en Europa se basaba en el mito de que “Palestina es una tierra sin pueblo” adecuada para “un pueblo sin tierra”, a saber, los judíos europeos. El eslogan ocultaba el hecho de que Palestina estaba totalmente poblada desde hacía siglos y que el verdadero objetivo de los sionistas era vaciarla mediante una limpieza étnica que se convirtió en genocidio. Bajo los auspicios del infame Balfour (2 de noviembre de 1917) [1] y la connivencia del Mandato Británico sobre Palestina (1920- 1948), los sionistas formaron un formidable ejército de judíos europeos. Constaba de 120.000 soldados bien entrenados en 9 brigadas. En 1948, este ejército atacó y despobló 560 ciudades y pueblos palestinos en 31 operaciones militares en las que llevó a cabo 90 masacres. Los palestinos expulsados de sus pueblos se convirtieron en refugiados desde entonces. Su número asciende ahora a 9 millones, lo que representa dos tercios del pueblo palestino. La Franja de Gaza es un ejemplo supremo de esto (ver mapa 1).
En la primera Nakba usted tenía 10 años, queríamos conocer en primer lugar -dado que usted mismo es un sobreviviente- sus recuerdos de ese proceso, ¿de dónde es oriundo y qué pasó con su ciudad?
El recuerdo más impactante para mí fue mi sorpresa y asombro sobre quiénes eran esas personas que nos atacaban, por qué hacían (y siguen haciendo) eso. Nunca había visto a un judío en mi vida. Nos atacaron el 14 de mayo de 1948 en 24 vehículos blindados. Destruyeron nuestros edificios, incluida la escuela que mi padre construyó en 1920, nuestro pozo [de agua] y nuestro molino harinero, quemaron nuestras casas y mataron a todo el que encontraron. Este recuerdo se me quedó grabado y lo escribí en mis memorias (Mapping my Return en inglés y La mappa del mio ritorno en italiano). Pasé el resto de mi vida buscando quiénes eran estas personas, sus nombres, sus orígenes y sus motivos. Luego me dediqué a documentar mi hogar y mi país, Palestina, en trabajos de investigación, libros, atlas y muchos mapas. Mirando hacia el futuro desarrollé un plan sobre cómo regresar y aplicar el Derecho al Retorno de acuerdo con el derecho internacional y, sobre todo, sobre la base de nuestras profundas raíces en nuestro país, Palestina.
Ahora que la población palestina en la Franja de Gaza está sufriendo un genocidio a manos del Estado de Israel, donde sus bombardeos se ensañan sobre todo con hospitales, escuelas, iglesias y campos de refugiados, el mundo pone sus ojos sobre ese territorio, donde viven 2 millones 200 mil palestinos y palestinas, donde ya muchos la venían definiendo como la prisión a cielo abierto más grande del mundo. ¿Cómo es la situación demográfica, cuál es la comparación con las zonas al este de la Franja, a pocos kilómetros en Israel?
El genocidio practicado hoy por Israel, bajo el resplandor de las cámaras y en flagrante violación del derecho internacional, puso al descubierto la verdadera naturaleza de Israel y de quienes lo apoyan. Israel ha quedado expuesto como el paria del mundo, el mayor violador del derecho internacional, la única fuerza colonial que queda en el mundo, la fuerza que invade tierras, mata gente y escapa al castigo. Sus partidarios son Estados Unidos y la mayoría de los países de Europa Occidental, que tienen una sórdida historia de colonialismo, y, sobre todo, las comunidades judías de estos países, que tienen un gran poder en las finanzas, los medios de comunicación y los parlamentos.
En el lado opuesto hay 2,3 millones de palestinos que ahora cuentan con la simpatía de los pueblos del mundo. ¿Quiénes son estos palestinos? Son los habitantes de 247 pueblos que fueron atacados y despoblados por Israel en el sur de Palestina en 1948 (ver mapa 2). Fueron empujados a la diminuta Franja de Gaza (1,3% de la superficie de Palestina) con una densidad de 8000 personas/km2. Han sido atacados por Israel en sus campamentos ininterrumpidamente durante 75 años. El año 2023 es sólo el último, pero con el mayor salvajismo, masacrando a 20.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, en 47 días (y aún siguen contando) a la vista de todo el mundo sin ningún grito de injusticia, salvo el de la gente corriente de todo el mundo. Con su valor y fortaleza, los palestinos de Gaza sacaron a sus hijos de entre los escombros y se negaron a abandonar el último pedacito de Palestina que les quedaba.
Tienen derecho a regresar a casa según cientos de resoluciones de la ONU.
¿Quién ocupa sus tierras? Colonos europeos con doble nacionalidad: europea e israelí. Sin embargo, su número es ínfimo, unos 135.000, menor que el de un solo campo de refugiados en Gaza. Están repartidos en 212 colonias que ocupan 12.500 km2 de Palestina, es decir, 35 veces la superficie de la Franja de Gaza.
Tras el inicio de los bombardeos, el ultimátum de Israel para que abandonen el norte de la Franja de Gaza y la posterior invasión terrestre, aproximadamente 1,8 millón de palestinos fueron desplazados hacia el sur en lo que muchos señalan como una nueva Nakba. ¿Cuál es su opinión?
Este plan israelí expuso claramente su intención, que es una evacuación gradual de la Franja de Gaza para luego dejarla vacía. En lugar de que los palestinos ejerzan su derecho natural a regresar a sus hogares, Israel quiere deshacerse de ellos sacándolos de Palestina por completo. Si no lo hacen, Israel los destruirá. He aquí un claro caso de limpieza étnica convertido en un completo genocidio.
La situación no solo se agudizó en la Franja de Gaza sino que desde la asunción de la coalición de Gobierno de Netanyahu se venían multiplicando los ataques en la Cisjordania ocupada y Jerusalén este, incluyendo acciones comunes de colonos y soldados, pogromos en pueblos palestinos y ataques a campos de refugiados como en Jenin o Nablus. ¿Qué nos puede contar sobre esto?
Si Israel se apoya en la excusa de que Hamas es una resistencia armada y que Israel “evacuó” la franja de Gaza y la sustituyó por el bloqueo, ¿cuál es la excusa de la acción israelí en Cisjordania? Según la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia de 2004, Israel es la Potencia Ocupante de Palestina, incluida Cisjordania, que incluye Jerusalén. Por lo tanto, Israel comete crímenes no sólo ocupando tierras palestinas, sino también apoderándose de tierras, destruyendo hogares, matando a personas, encarcelando a niños y cometiendo todos los crímenes posibles. Es una perpetua vergüenza para todos los países occidentales que apoyan los crímenes israelíes. Ellos también son susceptibles de ser llevados ante la Corte Penal Internacional, además del Estado de Israel, por ayudar e instigar los crímenes israelíes.
Usted ha venido insistiendo en el derecho a retorno como un aspecto central ¿Cuál es la situación actual de los refugiados y de la diáspora palestina y por qué el derecho a retorno es un tema nodal dentro de la lucha del pueblo palestino?
El Derecho al Retorno es sagrado para todos los palestinos. Es legal según la resolución 194 de la ONU y todas las convenciones, y también es factible. Es obligatorio en todos los casos.
Es inconcebible que una fuerza extranjera ataque a otro país, mate y expulse a su pueblo, se apodere de su tierra y le impida regresar a ella. Eso no ocurre en un lugar remoto, sino en el corazón del mundo, no en la antigüedad, sino hoy. Así, no es de extrañar que la Resolución 194 que pide el retorno de los refugiados haya sido ratificada por la ONU 135 veces hasta la fecha y afirmada por todas las Convenciones de la ONU.
El derecho al retorno no sólo es legal, sino también factible. Hemos realizado amplios estudios sobre el tema. Examinamos dónde se encuentran los colonos judíos y en qué tierras se asentaron, pueblo por pueblo. Descubrimos el hecho, oculto durante mucho tiempo, de que el 88% de los judíos israelíes viven en el 12% de Israel o menos y que la tierra de los refugiados sigue estando en gran parte vacía (ver mapa 3). La vasta tierra de los refugiados está habitada por los kibbutz (1-2% de la población) y controlada en gran medida por el ejército israelí. Esto convirtió a Israel en lo que es: la mayor base militar del mundo que tiene un Estado.
Así, los palestinos pueden regresar a sus hogares y vivir en paz, poniendo fin a cien años de guerra. Con ellos los judíos o cualquier otro pueden vivir en paz y armonía bajo un régimen democrático. Pero hay una condición básica para que eso ocurra: el sionismo debe ser abolido y todos los criminales de guerra llevados ante la justicia.
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