En la reunión paritaria de la semana pasada, el gobierno de Gerardo Morales ofreció un 19% de aumento hasta junio dividido en tres tramos. La inflación estimada por el BCRA para ese período es de un 30%. Según el economista y concejal de San Salvador por el PTS/FITU, Gastón Remy, se repite un esquema en el que los salarios van por detrás de la inflación. Se necesitan asambleas, plan de lucha unitario y establecer una cláusula gatillo mensual.
Domingo 13 de febrero de 2022 23:00
El viernes de la semana pasada el gobierno provincial ofreció en la paritaria docente un 19% de aumento en tres tramos hasta el mes de junio. De acuerdo a las estimaciones del Banco Central la inflación para ese mismo período se calcula en un 30%. Es decir, se repite una fórmula de pérdida salarial por inflación desde hace cinco años. A tono con el ajuste que exige el FMI para cerrar un acuerdo que legitima la estafa realizada durante el macrismo, que el gobierno nacional se prepara a avalar con graves consecuencias para el salario, el trabajo, la salud y educación del pueblo trabajador.
De acuerdo a un análisis realizado por el economista y concejal del PTS/Frente de Izquierda, Gastón Remy el nuevo ofrecimiento repite la política de los últimos años. Según Remy: “Sigue la grieta entre la inflación y el salario. Gerardo Morales ofrece 19 % hasta junio (se cobra en julio) pero durante los 1ros 7 meses del año se espera inflación del 30 % (según BCRA)”.
A lo que agregó que: “En 2021 recién en diciembre se acercó el salario a la inflación por el impacto del bono de 8 mil pesos, pero durante todo el año estuvo por debajo. Se necesita cláusula gatillo mensual para no perder. Esto requiere pelear por asambleas en los gremios y un plan de lucha unitario”.
Según lo publicado en su twitter, el economista finaliza sosteniendo que: “El espacio entre la evolución de la inflación y el salario durante 2021 que se ve en el gráfico, indica pérdida salarial. Durante todo el año pasado fue de 18.500 pesos. Este año con esta paritaria hasta julio sería de 13.500 pesos”.
El análisis registra la evolución durante 2021 del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la provincia de Jujuy, comparada con el salario docente (calculado de acuerdo al sueldo de una maestra con 10 años de antigüedad). Como también la proyección hasta junio de 2022 en relación a la oferta realizada el último viernes. En el gráfico de más arriba puede verse cómo durante todo el año anterior los salarios pierden claramente con la evolución de la inflación y lo mismo se proyecta hacia el mes de junio. Un ajuste a los ingresos de los docentes.
El gobierno, con la complicidad de las conducciones gremiales, pretende construir un relato comparando sólo las puntas de cada año. Es decir, comparar el mes de diciembre de 2020 con el de 2021, cuando se cobra por única vez y en negro un bono de $8000 que deja a los salarios más cerca de la inflación. Pero ocultan la pérdida salarial durante todos los meses anteriores.
Aun así, si la comparación interanual se realiza de diciembre a diciembre, el salario igual queda por lo menos un 4% debajo de la inflación. Pero si el cálculo se realiza entre enero del 2021 y el mismo mes del 2022 (no se cobró bono) la pérdida sube al 11%. Si se calcula de acuerdo al porcentaje del salario respecto a la canasta básica total (según datos de la Dipec), el salario docente sólo cubre un 58% de la misma.
Desde la agrupación 9 de abril señalaron que: “Se viene realizando un claro ajuste sobre los salarios y jubilaciones tanto a nivel nacional como provincial. Esto no podría pasar si no fuese por la complicidad de las conducciones gremiales, que se sentaron a la paritaria sin convocar a asambleas. En el caso de Cedems ya van más de dos años sin convocatorias y ADEP sólo llamó, luego de la reunión con el gobierno, a asambleas informativas lo que conspira contra debatir desde las bases qué medidas de fuerza tomar. Se necesita organizarse desde cada escuela y redoblar la unidad y coordinación para imponer y exigir desde abajo un plan de lucha unitario con el resto de los estatales, movimientos sociales y sectores en lucha para pelear por que el salario no siga perdiendo con la inflación. No bastan los bonos que son sólo parches, parciales y en negro. Hay que imponer una cláusula gatillo mensual y un salario inicial equivalente a la canasta básica total. Se necesita plata para la educación, la salud, el trabajo y el salario y no para pagar el FMI. Tenemos que rechazar el pacto del gobierno con dicho organismo”.
Un debate necesario
Que la situación económica y social para la clase trabajadora y sectores populares viene siendo cada vez más crítica no es novedad. El pre-acuerdo del gobierno nacional con el FMI y lo anunciado sobre el mismo, nada bueno puede traer para el pueblo trabajador. Más allá del relato oficial se sabe que ese pacto sólo traerá más ajuste, pérdida de la soberanía y mayor subordinación a las potencias extranjeras y al FMI que controlará la economía cada tres meses.
Tanto los partidos tradicionales como las conducciones burocráticas de los gremios en todo el país militan abiertamente la resignación de agachar la cabeza ya que, según ellos, no hay otra alternativa que pagar la estafa macrista, que es una deuda ilegal que el pueblo no contrajo.
Sólo desde la izquierda se plantea que la crisis no la pague el pueblo trabajador, en base al desconocimiento soberano de la deuda, que va acompañado de un programa de conjunto a favor de las mayorías populares.
En ese marco, entre los y las trabajadoras hay que redoblar la coordinación y unidad de cada lucha. Son las mismas conducciones gremiales las que todo el tiempo se dedican a dividirlas. Pero también muchas veces se dan debates entre el propio activismo y agrupaciones que se reivindican opositoras a esas burocracias y luchadores.
Este es el caso, con la lucha que vienen dando por la continuidad laboral por al menos un año más, los y las docentes que adquirieron cargos durante el 2021 a partir de las resoluciones del Ministerio de Educación que estableció que se podían tomar cargos por cercanía geográfica a la escuela y no por el puntaje del llamado orden de mérito. Horas y cargos que pudieron ser tomados por docentes con menos antigüedad a quienes cuesta muchísimo entrar a la docencia y sufren la desocupación o tienen trabajos más precarios.
Muchos compañeros/as activistas se oponen a esta lucha porque estos cargos eran ITL (interinos término lectivo) y no fueron tomados por puntaje. Algo que es cierto, pero pierden de vista algo elemental para pensar las luchas más de conjunto en el contexto de crisis aguda que se vive y no sólo desde un marco meramente sindical o corporativo: cómo se construye una relación de fuerzas favorable a los de abajo y no fortalecer al mismo gobierno que luego se enfrenta por ejemplo en las paritarias.
Frente a esto, desde la agrupación 9 de abril señalan que “es un debate muy importante porque de lo que se trata es de no entrar en el juego que quiere el gobierno de “divide y reinarás” y que nos enfrentemos entre trabajadores. La principal responsabilidad es de las conducciones gremiales que no llaman a asambleas y plan de lucha unitario y las peleas que existen quedan aisladas y débiles. Desde nuestra agrupación luchamos por la mayor unidad y coordinación. Disentimos con los docentes y delegados que se oponen a la pelea que dan los compañeros por la continuidad, creemos que se ubican objetivamente en el campo del gobierno y lo fortalecen. Para defender el estatuto y nuestro derechos hay que fortalecer la unidad en la lucha, peleando contra todo lo que avanzó este gobierno en precarizar cada vez más la labor docente”.