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Ajuste. Paritaria estatal: las 3 empanadas de Martín Guzmán

El cierre de la paritaria en el sector público nacional excede a una cuestión salarial y tiene una importancia estratégica en la negociación de la deuda con los organismos internacionales. Los números que demuestran que el acuerdo es "a al baja" frente a la inflación.

Lucía Ortega

Lucía Ortega @OrtegaLu_

Lunes 31 de mayo de 2021 12:09

El plan de Martín Guzmán de llevar los aumentos salariales a "mini cuotas". Imagen: La Gaceta.

El acuerdo salarial de un 35 % en 6 cuotas que cerró el Gobierno con los sindicatos estatales UPCN y ATE Nacional le permite al ministro de Economía, Martín Guzmán, mostrar los resultados del ajuste ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París para la renegociación de la deuda.

¿Por qué es una paritaria a la baja?

A pesar de que por matemática básica, un 35% es inferior a una inflación interanual de 46%, se escucharon voces que defienden la paritaria y dicen que va en línea con la inflación. Tres claves que lo desmienten:

1- Está por debajo de la inflación anual

Suponiendo una desaceleración de la inflación de acá a fin de año, como argumenta el Gobierno, la pérdida se consuma igual. En un hipotético caso de que la inflación bajé del 4 % mensual que refleja en promedio en los últimos 6 o 7 meses a un 2,8 % promedio mensual el resultado sería una pérdida de un 4,8 % de poder adquisitivo anual.

Entre diciembre de 2019 a diciembre de 2020 los precios habrían subido un 46,2 %, en tanto que los salarios estatales un 39,2 % (porque incluye no sólo la paritaria 2021 sino también las últimas cuotas de principio de año de la paritaria pasada, siempre todo rezagado).

2- Las cuotas como mecanismo de licuación salarial

El acuerdo implicó la siguiente escala: 10 % en junio, 5 % en agosto, 5% en septiembre, 4 % en diciembre, 6 % en enero y 5 % en febrero

Para un cargo testigo D0, el 5 % de aumento en febrero equivale a ser $ 1.624. Pero en ese momento los $ 1.624 van a permitir comprar, al menos, un 23 % menos que si los otorgaran ahora (o más, si la inflación no desacelera). Es como si valiesen $ 1.250 pesos hoy.

Entonces el aumento en cuotas hace que el 35 % sea falso. En términos reales significa un aumento menor.

¿Cómo llegamos a febrero 2022? Con esta proyección muy generosa de inflación, el salario real para un mismo cargo en el empleo público nacional estaría 13,7 puntos por debajo del nivel de junio de 2019.

3- Se viene de una pérdida de años anteriores que nunca se recupera

Yendo más atrás, incluso, en febrero de 2022, en el mejor de los casos el salario real estaría 42,3 puntos por debajo del nivel de de junio de 2015. Es decir, si en junio 2015 el salario real equivalía a 100, en febrero de 2022 va a ser 57,7.

Pero todavía ese ajuste viene de más atrás, de antes de 2015 (aunque desde ahí cayó más aceleradamente). Si en junio de 2015 el salario equivalía a 100, en junio 2009 era 114.

Esto se debe a que sistemáticamente se vienen pactando incrementos paritarios por debajo de la inflación promedio.

En conclusión, el Gobierno y los sindicatos consolidan y profundizan con este nuevo acuerdo salarial la pérdida real que viene de hace tiempo.

¿Qué relación tiene esta paritaria con la orientación de la política económica oficial?

Esto es clave. La paritaria de estatales no es como cualquier otra. Porque el empleador, la patronal, es el propio Estado.

En el marco de la negociación de la deuda con FMI y Club de París, Guzmán quiere mostrar que está reduciendo el gasto fiscal. Por ello, una de las cartas que juega el ministro, en esa vidriera del ajuste, es confirmar que está recortando los sueldos públicos.

Y así lo hizo, utilizando el histórico mecanismo para hacerlo que es la inflación, el arma por excelencia para licuar los salarios. Asimismo, con ello el Gobierno le marca la pauta al sector privado que está totalmente habilitado a negociar a la baja.

Entonces claramente esta paritaria es una evidencia fuerte de que la renegociación de la deuda no puede hacerse sin ajuste.

Ultimo dato: En el presupuesto 2021, el Gasto en personal (incluye sueldos, transferencias, aportes personales, etc) pasa de $ 545.898 millones (presupuesto ejecutado 2020) a $ 623.293 millones el vigente para 2021. Es decir, aumenta apenas un 14,2 % en términos nominales, lo que implica un recorte real fenomenal.

El Gobierno se ahorra en salarios alrededor de $ 173.700 millones comparado con el gasto de haberse incrementado al igual que la inflación.

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Lucía Ortega

Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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