El fiscal Leonel Gómez Barbella los acusa de haber alterado los rastros y las pruebas del asesinato del joven futbolista. Un entramado para intentar encubrir otro caso de “gatillo fácil” que va saliendo a la luz luego de hacerse público y generar un masivo rechazo popular.
Lunes 13 de diciembre de 2021 13:01
Foto - Télam
El fiscal Leonel Gómez Barbella pidió la “inmediata detención” de otros ocho policías de la Ciudad, en el marco de la causa en la que se investiga el homicidio de Lucas González, el joven jugador de Barracas Central.
El fiscal los acusa de haber hecho insertar datos falsos en las actuaciones labradas tras el asesinato de Lucas y la tentativa de homicidio de sus tres compañeros. Además de la privación ilegal de la libertad de los chicos, quienes, en un principio, fueron detenidos.
En caso de que el juez haga lugar a la solicitud de Barbella, estos efectivos, entre los que se encuentran dos comisarios, se sumarían a los nueve que ya están detenidos. Tres de ellos, quienes iban en el vehículo sin patente ni identificación que interceptó al de los jóvenes, se encuentran procesados.
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Según informaron varios medios, para el fiscal, los nuevos imputados “fueron quienes participaron en este procedimiento fraguado donde se continuó con la línea falaz instalada por Issasi, Nieva y López (los procesados por el homicidio) aparentando como un ‘tiroteo’ entre los niños y los policías y para reforzar ese escenario armado, les plantaron el arma de cotillón dentro del rodado”.
Continúan escalando y ampliándose las responsabilidades dentro de la fuerza en otro caso de “gatillo fácil” cuyo entramado para encubrirlo va saliendo a la luz luego de hacerse público y generar un masivo rechazo popular.
Paralelamente, el juez Martín Del Viso, ordenó la ampliación de las indagatorias de los detenidos Fabián Alberto Du Santos, Juan Romero, Roberto Inca, Héctor Cuevas, Lorena Miño y Micaela Fariña por los tormentos físicos y psicológicos contra los jóvenes.
El fiscal destacó que al llegar el personal policial al lugar, los policías referían a los adolescentes frases tales como “a estos villeritos, hay que darle un tiro en la cabeza a cada uno. Donde tenés la falopa, donde está el arma con la que mataste a tu amigo”.
Los testimonios que se escucharon en las movilizaciones de pibes y pibas que denunciaban que la persecución y hostigamiento a la juventud pobre, daban cuenta de un accionar constante y sistemático. Pero, que además tiene responsables políticos, como las Bullrich o los Berni que son quienes dirigen, envalentonan y apañan esta maquinaria de “control social”.
