Declaración de la agrupación universitaria La Izquierda al Frente y Pan y Rosas
Lunes 3 de mayo de 2021 15:41
Somos la juventud que hoy se ve cada vez más afectada por la crisis económica, social y sanitaria. Nos llegan los impuestos y si tenemos wi fi en casa, sacamos la cuenta, son días y días de trabajo para pagarla. Y sí, hay que elegir entre tener wi fi o quedarse con los datos del celular que no alcanzan. Muches de nosotres, llegamos quemados del trabajo, nos conectamos a la clase, pero la conexión es mala. Porque hoy, en nuestra provincia, más del 94% de las conexiones se realiza desde dispositivos celulares y en nuestro país 1 de cada 5 hogares no tiene conectividad. Desde que comenzó la pandemia, y al igual que con todas las desigualdades, se profundizó la “brecha digital” y sus consecuencias, principalmente entre estudiantes y docentes. El gobierno nacional ha permitido el aumento de Internet y telefonía móvil lo que hace que se sigan garantizando las ganancias empresarias y que seamos nosotros lo que paguemos la crisis.
Los empresarios han anunciado un 8% de incremento en mayo y 7% en junio, que sumado a lo que ya recibieron en el primer trimestre sería un 30% de incremento. Esto hace que el derecho a la educación y la colectividad este más lejos de ser garantizado. Es responsabilidad del Estado garantizar la educación pública, gratuita y de calidad. Y en este contexto, es necesario que se garantice el acceso a internet de calidad suficiente para todes. Sin conectividad no hay derecho a la educación.
Pero también, más del 65% de las y los estudiantes trabaja mientras cursa la universidad o el terciario. Aportamos a nuestras familias, porque quizás tuvimos que volver a vivir con nuestros padres; o tenemos hijes e ir a comprar es un dolor de cabeza porque la inflación no para de subir. Somos ese 49,2 % de les jóvenes de entre 15 a 29 años, que se encuentra bajo la línea de pobreza. Ese 70% de jóvenes que trabaja en condiciones precarias, sin aporte jubilatorios, obra social, en condiciones de riesgo, con la incertidumbre cotidiana de si seguiremos teniendo trabajo, de si llegaremos a fin de mes, de si podremos continuar con nuestros estudios. A algunes nos llegó el IFE, se fue tan rápido como vino su suspensión. O tuvimos suerte y accedimos a una beca, pero ¿Quién puede decir que eso es suficiente? Con hambre y precarización no podemos estudiar.
Mientras el gobierno nacional eliminó el IFE prioriza pagarle al FMI, a los acreedores privados, subsidiar a empresarios, darse la mano con todos esos, nos preguntamos ¿Y nosotros, la juventud?, ¿para cuándo? La crisis económica, social y sanitaria, no la vamos a pagar nosotres resignando nuestro derecho a acceder a la educación pública, gratuita y de calidad. Así como no nos resignamos por la IVE, por la 7722 y el agua de Mendoza, y estuvimos junto a los vitivinícolas, viendo la fuerza de la unidad, la organización y la movilización. Y como también estamos a nuestros docentes que sufren la precarización laboral con la virtualidad y en las escuelas donde crecen los contagios. Por eso necesitamos organizarnos democráticamente en asambleas por facultad, en los terciarios, escuelas y barrios. Exijamos a nuestros Centros de estudiantes que se pongan al frente de pelear por nuestros derechos.
Porque es necesaria la fuerza de la juventud organizada desde abajo para que se tomen medidas de emergencia:
- Por un plan de Conectividad Universal para que nadie se quede afuera.
- Entregainmediata de dispositivos informáticos (notebook/netbook, pendrive) y el acceso gratuito a internet para estudiantes y docentes de todos los niveles educativos.
- No a la precarización laboral. Apertura de concursos para cargos virtuales de docentes y personal de apoyo académico.
- Restitución inmediata del IFE. Con hambre no hay educación.
- Aumento de la cantidad y montos de las becas.
- Eliminación de todos los mecanismos expulsivos como las mesas castigo, exámenes de ingreso y sistema de correlatividades. Que ningún estudiante se quede afuera.
- Que la Universidad ponga todos las herramientas y conocimientos para enfrentar la crisis sanitaria, social y económica. Por una Universidad al servicio del pueblo trabajador.