En medio de una catástrofe económica que azota las condiciones de vida, trabajadores y trabajadoras de distintas partes del país continuaron movilizándose este viernes por salarios dignos, las contrataciones colectivas y contra los ajustes del gobierno.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Viernes 5 de octubre de 2018
En Ciudad Guayana, los trabajadores de empresas básicas trancaron este viernes el acceso a Puerto Ordaz como medida de protesta para reclamar mejoras salariales exigiendo respeto al tabulador salarial ante las recientes medidas económicas adoptadas por el gobierno de Maduro. Se trata del quinto día consecutivo donde, en esta ciudad industrial de oriente, los trabajadores vienen arreciando su lucha.
A esta protesta se unieron los trabajadores de Corpoelec, Cantv, educadores, jubilados, pensionados y trabajadores activos de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), también por el mismo reclamo: que se respeten los beneficios contractuales de las convenciones colectivas.
En Caracas, los trabajadores y las trabajadoras de distintos gremios protestaron frente al Ministerio del Trabajo, en Plaza Caracas, por los derechos laborales. Eran trabajadores universitarios, de la salud, docentes, trabajadores de Corpoelec, del Seniat, de la Asamblea Nacional, entre otros, que se movilizaron para exigir un salario digno y en rechazo a las tablas salariales aprobadas de manera unilateral por el gobierno de Maduro.
También en el estado Táchira, los empleados marcharon desde Barrio Obrero hasta la sede de la Inspectoría. Igualmente se registraron movilizaciones en Aragua, siendo que en las protestas de Maracay, en este estado, la policía impidió el paso de los trabajadores incluso llegando a detener a dirigentes sindicales. Otras protestas similares se realizaron frente a las Inspectorías de Trabajado en los estados Lara, Guárico, Aragua, Apure, Miranda, Zulia, Mérida y Vargas.
Todo esto es parte de un proceso de luchas donde los trabajadores vuelven a tomar las calles a nivel nacional frente a las brutales condiciones de vida y los ataques en toda la línea del que vienen siendo víctimas por parte del gobierno nacional.
Es que, en medio de la catástrofe económica y los brutales ajustes que está llevando adelante el gobierno de Maduro, son muchos los sectores que se alistan en pie de lucha para esta pelea, los de las empresas básicas del hierro, el acero y el aluminio en Guayana, petroleros de Anzoátegui y del Zulia, cementeros, los de la salud y la educación, incluyendo el sector universitario, además de algunos sectores de la administración pública, entre otros.
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Las protestas de este viernes se realizaron luego que Maduro anunciara que los trabajadores públicos comenzarán a recibir el pago de sus salarios ahora semanalmente. "A partir de mañana viernes se hará el pago de la primera semana de octubre, los trabajadores públicos con salario reconvertido superado y mejorado" afirmaba cínicamente Maduro, ya que este salario no alcanza absolutamente para nada en medio de la voraz inflación. No le faltó el descaro de afirmar también que era “para que les rinda mucho más".
Pero es de aclarar que en este proceso de luchas existen sectores que buscan aprovechar este justo reclamo por el descontento generalizado que existe entre los trabajadores para otros objetivos que no son los intereses fundamentales de la clase trabajadora. Hablamos de sectores de la oposición que eran parte de la vieja Mesa de Unidad Democrática, organizados hoy como Frente Amplio Venezuela Libre, compuesto en su gran mayoría por Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática, Lilian Tintori, y que incluye hasta la principal corporación patronal Fedecámaras, al que se suman la Iglesia Católica, gremios sindicales alineados con partidos de la derecha y sectores del llamado chavismo disidente. Ellos se aprovechan de un justo reclamo que sin embargo es usado para una política que busca fortalecer un bando patronal contra otro.
El hecho que en esta coyuntura el centro de la lucha ocurre en el sector público, directamente contra el gobierno, es lo que le facilita esta jugada demagógica a estos partidos, porque con toda seguridad, si estuviéramos ante una oleada de luchas obreras contra el empresariado privado, otro gallo cantaría, estos políticos patronales de ninguna manera estarían haciendo nada para apoyar las luchas.
Por eso es fundamental delimitar claramente las luchas y demandas de los trabajadores, de la política de aquellos sectores de la oposición de derecha que son tan patronales como el gobierno, el PSUV y la burocracia sindical chavista de la CBST, pero que pretenden aprovechar el hecho de que esta lucha de los trabajadores por los contratos enfrenta fundamentalmente al gobierno para sus propios objetivos. No es aliándose con este sector político donde encontrarán eco genuino las demandas obreras.
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En la actual situación y las luchas en curso, es necesario luchar por la más amplia unidad de los trabajadores y trabajadoras para hacerle frente a los brutales ataques del gobierno y el deterioro cada vez mayor de las condiciones de vida. Pero en la búsqueda de esta unidad hay que evitar que los trabajadores sean usados como carne de cañón para proyectos políticos ajenos a sus intereses, enfrentando al gobierno, pero sin mezclar banderas con la demagogia de la derecha.
Si hasta antes de los anuncios económicos y salariales del gobierno, la demanda de un salario igual a la canasta básica ajustado periódicamente a la inflación, venía siendo tomada cada vez por más sectores y tenía la potencialidad de cumplir el papel aglutinante de las diversas luchas, hoy a esta demanda, que mantiene plena vigencia, se incorpora esta cuestión central de la defensa de las contrataciones colectivas.
Alrededor de la misma se puede comenzar a tejer en concreto la muy necesaria unidad de acción en la lucha. Una unidad que ya comienza hacerse sentir en las calles como hemos visto en las últimas semanas. Están dadas las condiciones para que se concreten en el corto plazo reuniones de coordinación entre los diversos sectores, que preparen medidas de lucha comunes y Encuentros de Trabajadores, con representación tanto los dirigentes sindicales como los trabajadores y trabajadoras en lucha, electos como delegados para estos espacios por la base en cada lugar de trabajo.
Por eso es una necesidad urgente que aquellas organizaciones de trabajadores que no están subordinadas sindicalmente ni al gobierno ni a la oposición –como la federación de trabajadores universitarios encabezada por Eduardo Sánchez, y otros sectores – den un paso al frente y se pongan a la cabeza de convocatorias concretas para articular y coordinar las luchas, para dar un canal de expresión a la tendencia objetiva que hay hacia la confluencia y la coordinación de las luchas. Así se puede tomar la batuta de convocar desde esos espacios esas acciones comunes y contundentes que tanto los trabajadores están esperando, y mostrar así una alternativa de coordinación, pero desde las propias filas de la clase obrera, sin ningún vínculo con estos partidos patronales.
Es clave entonces en avanzar en espacios propios de coordinación y unidad en la acción de los trabajadores y las trabajadoras, con total independencia de clase ante cualquier variante patronal (sea del gobierno o de la oposición), para tomar iniciativas de lucha que unan las filas de los trabajadores tras nuestros propios métodos y demandas.
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