Los trabajadores y las trabajadoras se concentran este 1° de Mayo para elevar su voz de lucha contra los ataques del gobierno y los empresarios, por ello es que se convoca a una concentración, marcha y luego una Asamblea general de trabajadores para discutir el plan de acción y de lucha. Desde la LTS planteamos la necesidad de una política de independencia de clase.
Sábado 30 de abril de 2022
No se trata de festejar en este día, pues no hay nada que festejar, sino en el marco de rememorar las luchas históricas de la clase trabajadora a nivel internacional, sacar las lecciones de todas esas peleas y cómo los trabajadores en nuestro país nos organizamos para los actuales enfrentamientos contra el gobierno y los empresarios. En estos días se monta un “diálogo social” tripartito, cuyo objetivo no es otro que embaucar a los trabajadores con la conciliación de clases y que, tanto gobierno y empresarios, avancen con sus políticas antiobreras y antipopulares.
La situación de los trabajadores y las trabajadoras en Venezuela es insoportable. Paquetazos del gobierno y arremetida empresarial por doquier, todos ellos metiéndole la mano al bolsillo de los trabajadores. Salarios de hambre, eliminación de las contrataciones colectivas y de todos los derechos laborales. Todo esto mientras los capitalistas locales y extranjeros aumentan sus ganancias, exonerados de todo tipo de impuestos, teniendo a una de las clases trabajadoras más baratas del mundo.
Si el gobierno mantiene a raya a los del sector público, los grandes empresarios siguen el ritmo de la súper explotación. Las grandes transnacionales se la llevan fácil con sus grandes ganancias, tanto en el sector petrolero como en las demás industrias y del sector servicios del país. Cualquier ejemplo se puede poner de cómo los capitalistas se hacen la fiesta con sus ganancias, en Mondelez pagan irrisoriamente a los trabajadores, mano de obra casi esclava y exportan a otros países, las llamadas empresas extranjeras delivery tienen a toda una juventud en las peores condiciones con salarios miserables y ni siquiera les dan los instrumentos de trabajo.
Así, de la mano del gobierno de Maduro, Venezuela se transforma en el país de la súper explotación, prácticamente una maquila. Venimos de largos años de una catástrofe económica y social, de un PIB reducido en casi 70%, de ataques sin precedentes a los derechos obreros, destrucción como nunca del salario y extensión voraz de la pobreza y la miseria.
De conjunto la empresa privada, al amparo del paquetazo neoliberal de Maduro en 2018, ha hecho desguace con los derechos de los trabajadores, y hoy goza de una de las fuerzas de trabajo más baratas del mundo. Gozan además de una brutal libertad para hacer y deshacer con las condiciones de trabajo como les da la gana. Todo eso con respaldo del gobierno de Maduro y las FFAA.
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Mientras arrecian los ataques a los trabajadores y al pueblo pobre, avanzan los nuevos entendimientos entre el Gobierno y sectores empresariales y de la oposición. Eso es lo que más crudamente se expresa con el llamado “diálogo social” tripartito que se anuncia con bombos y platillos con la presencia de la OIT. Y allí, sectores de la burocracia sindical, tanto la ligada al gobierno como la vinculada a partidos patronales, se suman a toda esa conciliación de clases por la “nueva” Venezuela.
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Pero los trabajadores no están de brazos cruzados. A pesar de los fuertes golpes y ataques resisten ante toda esta arremetida. Es por eso que las luchas y las protestas de los trabajadores se extienden tanto en el sector público, las industrias del Estado y en el sector privado. Hemos visto cómo los obreros de Sidor se alzaron con una huelga de brazos caídos durante una semana porque el gobierno no cumplía ni siquiera con lo que él mismo anunciaba con sus aumentos chucutos.
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Vemos a los del sector universitario, a todos los trabajadores del sector público, a los jubilados y pensionados, a los trabajadores del cemento, de las siderúrgicas, a los del sector privado donde podríamos mencionar a los de Mondelez, Bimbo, Salva Foods, Alimex, Alpla y muchas más. O Farmatodo, donde tuvieron que hacer un paro hace unas semanas porque la empresa es tan miserable, que siendo de las más favorecidas en la coyuntura de la pandemia, les quita beneficios y mantiene salarios de pobreza. Inlaca que en marzo botó ¡a 300 padres y madres de familia! Pero resisten ante esos ataques.
Por eso es que desde la LTS planteamos que frente a los entendimientos por arriba o con trampas como el "diálogo social", se hace necesario que unifiquemos las fuerzas de la clase trabajadora, para enfrentar los ataques del Gobierno y los empresarios. Y convoquemos ya un Encuentro nacional de trabajadores en lucha.
En este 1° de mayo está convocada, además de la concentración y la marcha, una Asamblea general de trabajadores en la plaza Maternidad. Es el momento de discutir todas estas cuestiones fundamentales.
En este día internacional de los trabajadores luchemos por un salario igual a la canasta básica, por la derogación del Memorando 2792 y respeto a los contratos colectivos, por la reincorporación de los despedidos, “desactivados" y "no convocados", por la libertad plena a los trabajadores presos o enjuiciados, contra el paquetazo del gobierno de Maduro, impuestos progresivos a las grandes empresas y capitales, repatriación forzada de todo el dinero fugado so pena de expropiación, ningún impuesto para los trabajadores, abajo el IVA, por un plan obrero y popular de emergencia.
Los trabajadores debemos avanzar con una política propia, levantando nuestro propio programa ante la crisis, desarrollando polos de independencia de la clase y de lucha, organismo de autodeterminación donde seamos los trabajadores que decidamos cada paso de nuestra pelea y un programa a la altura de las circunstancias, todo esto en la perspectiva de luchar por un gobierno propio de los trabajadores y el pueblo pobre.
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