El secretario general de ATE Neuquén, Carlos Quintriqueo, sin hacer un balance de su paso por el UNE, propuso construir una herramienta política como colectora de los mismos partidos tradicionales que gobernaron hasta hoy.
Martes 21 de mayo 14:37
Foto: Cecilia Maletti
Bajo la consigna "Sin Estado no hay derechos", el pasado 10 de mayo se llevó a cabo el congreso ordinario de ATE, donde se aprobaron dos resoluciones centrales:
- Paro y movilización para el día en que se trate la ley bases en el Senado.
- “Construcción de una herramienta política para enfrentar a la derecha anti Estado”.
Existen razones más que suficientes para movilizarse contra la ley bases y el plan del presidente Javier Milei que ataca directamente a las mujeres, a los trabajadores y al pueblo en general:
- Aumenta la edad jubilatoria para el 90% de las mujeres.
- Profundiza la precarización laboral, extendiendo períodos de prueba y eliminando indemnizaciones.
- Aumenta impuestos a los monotributistas y baja los impuestos a los ricos.
- Establece un régimen de incentivos para inversiones (RIGI) que beneficia a un puñado de ricos y profundiza el saqueo de nuestros recursos naturales.
- Contiene otras medidas antiobreras y antipopulares.
La Violeta Negra en ATE está impulsando una fuerte campaña de difusión sobre los puntos más importantes que ataca esta Ley de Bases, llamando a todos los compañeros y compañeras a movilizarse y hacer un paro activo el día que se trate en el Senado. ¡Sobre la clase trabajadora no pasarán!
Sobre el segundo punto, la herramienta política votada por "unanimidad" hay que decir dos cosas. Primero, ni los trabajadores y trabajadoras de salud ni de ninguna dependencia del Estado votamos ni mandatamos a ningún congresal en ese sentido. Peor aún, en la asamblea que hubo el lunes 6 en el hospital Castro Rendón ni siquiera informaron que había Congreso. ¿Cobardía, cola de paja? No lo sabemos, pero pueden ser ambas.
Es más, a propuesta de la Violeta Negra propusimos el paro y movilización para el día que se trate la Ley de Bases y la Junta Interna Morada Verde y Blanca no lo puso a votación con excusas vergonzantes.
Segundo, hay que hacer un balance de la experiencia UNE. No es la primera vez que ATE Neuquén, o mejor dicho su conducción, se propone intervenir en política.
UNE, una colectora del MPN o de quien sea para llegar al Gobierno
Repasando un poco la historia del UNE, partido impulsado desde sus inicios por la conducción de ATE-CTA (en ese entonces unificada en la Verde de Julio Fuentes), podemos observar que desde su debut electoral en 2005 hasta la fecha, pasó de ser un partido provincial semi independiente (inmediatamente se integró al gobierno municipal del radical Farizano), de alentar alguna tibia mejora en los estrechos marcos de una economía capitalista dependiente de la industria petrolera, como aumentar las regalías, plantear el problema de la vivienda, etc a integrar y defender la administración del Estado provincial, en municipios o la gobernación, ocupando secretarias y puestos de dirección del Poder Ejecutivo u ocupando puestos de concejales y diputados del poder legislativo, sin que nada de lo que cuestionaban cambie.
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Esta adaptación a las cosas tal cual están, se apoya en una idea base o de origen que comparten con el peronismo: que las y los trabajadores no tienen que organizar su propio partido sino ser furgón de cola o “columna vertebral” (nunca la cabeza) de un movimiento o alianza dirigido por los patrones y sus representantes políticos., Así, la única actividad posible y deseable es administrar puestos del estado para poner a lo sumo, algún límite a los empresarios y su sed de ganancias.
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Y justamente es lo que nos trajo hasta acá, la resignación al mal menor, frustración tras frustración, con el macrismo ajustando y el peronismo traicionando, incluso el modesto objetivo de garantizar la heladera llena, para juntarle los dólares al FMI, es lo que facilitó la llegada de Milei al poder.
Daniel Scioli, el elegido de Cristina en 2015 para enfrentar a la derecha de Mauricio Macri, ahora se pasea por los canales de TV alabando a Milei, diciendo con fe y con esperanza, la libertad avanza.
Sergio Massa, el candidato del Frente de Todos que perdió la elección con Milei ahora trabaja para un fondo buitre. Para los peronistas y la Verde y Blanca de Quintriqueo, el Estado es un órgano que puede poner límites pero hasta ahora se demostró un fracaso.
El rol que asigna al movimiento de masas, a la deliberación democrática, a las asambleas, a las acciones independientes y la lucha de clases son totalmente secundarios y ya vemos los resultados.
En el caso "Neuquino" desde sus orígenes tejieron alianzas con radicales K y progres varios, llegaron a administrar la intendencia de Neuquén capital para después "devolverla" al MPN.
Recordemos que Quintriqueo fue secretario de RRHH del radical Farizano en 2007 y no tuvo empacho en aplicar descuentos por huelga a los municipales ni menos sonrojarse por ser parte de un gobierno que mandó a desalojar con topadoras a los vecinos de confluencia que luchaban por vivienda.
Marx decía que la historia se repite dos veces. Muy probablemente para muchos compañerxs de lucha que pusieron expectativas en el UNE lo vivieron como una tragedia. Sin dudas el experimento de Quintriqueo será como mínimo una farsa.
Por el contrario, los socialistas del PTS en el Frente de Izquierda Unidad y la agrupación Violeta Negra, que impulsamos junto a compañeros y compañeras estatales, alentamos a que los trabajadores trabajadoras hagan política pero en forma independiente de los partidos patronales, es decir, desde una clara delimitación de clase y bajo la más amplia democracia interna.
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Luchamos contra este sistema y apoyamos hasta la más modesta reivindicación del movimiento de la clase trabajadora y lo hacemos convencidos que una sociedad planificada en base a las necesidades sociales es muy superior a la capitalista que prioriza la ganancia.
Por eso te invitamos a sumarte a esta apasionante tarea, organizar el descontento existente por la carestía de la vida, los ataques a las condiciones de trabajo, para recuperar los sindicatos, orientarlos hacia la lucha y construir la fuerza política de la clase trabajadora que se proponga cambiarlo todo.