Con 343 votos a favor y 116 en contra se aprobó en lo general la nueva reforma a Pensionissste. El PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza se mostraron como los principales orquestadores de este nuevo ataque.
Viernes 11 de diciembre de 2015
El pasado 9 de diciembre se aprobó en la cámara de diputados la reforma al Fondo Nacional de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado (Pensionissste). De esta forma, se continúa atacando el derecho a la jubilación. En México se quiere avanzar aún más en la precarización del trabajo convirtiendo ahora en un privilegio el derecho a obtener una pensión después de dejar la vida en el trabajo.
Mediante un texto enviado nada más y nada menos que por el presidente Enrique Peña Nieto y posteriormente modificado por la Comisión de Hacienda y Crédito Público, se conformó el dictamen donde se puntualiza la modificación de todos los artículos de la Ley del ISSSTE que hacen referencia al Pensionissste, cambiando el carácter que éste tiene no sólo con respecto a los usuarios sino a su relación con el Estado. Y junto a ello, las consecuencias que acarrea para los trabajadores afiliados a esta institución, que desde 2007 se había mantenido con el objetivo aparente de administrar todos los recursos de las cuentas individuales de los trabajadores y su propósito se definía como de carácter “social” y sin “fines de lucro”.
Las consecuencias de estas modificaciones las sufrirán los trabajadores afiliados al ISSSTE. Si bien no es nueva la intención de reorganizar en cuentas individuales los ahorros de jubilación de los trabajadores, con estas modificaciones se abren al espacio privado aquellos recursos que con años de trabajo ahorran los trabajadores.
No se puede esperar nada de las instituciones y los partidos del régimen, que defienden los intereses de la clase política y los grandes empresarios; este nuevo ataque es un duro golpe para los trabajadores de ahora y para los que vienen, mandando al ruedo de lo privado sus ahorros.
¿Qué implica la reforma y qué se esconde?
El fondo PENSIONISSSTE nació en 2007 con la intención de ser un administrador de los ahorros de los trabajadores del Estado. Sin embargo, a pesar de que en noviembre pasado se había reconocido su “buen funcionamiento” como administrador sin “fines de lucro”, Enrique Peña Nieto envió una propuesta para modificar el esta entidad cambiando así su carácter de prestación para los derechohabientes por el de “empresa competitiva” con participación mayoritaria del Estado.
Esta fórmula, similar a la que han utilizado con empresas como Pemex, deja entrever el ataque a los trabajadores, su futuro y su calidad de vida.
Esta transformación del Pensionissste responde a la casta política que intentará así abrir paso a la iniciativa privada; como se ve con la reforma energética que le cede mucho espacio de competencia a la empresas de capital privado, como parte de la entrega de los recursos naturales a las transnacionales y sus socios nativos.
En el caso de Pensionissste existen múltiples muestras de que no habrá beneficios para las mayorías. Por ejemplo el hecho de que el Gobierno Federal no responderá por las obligaciones a cargo de la nueva sociedad. Es decir, que si existe una variación deficitaria en la inversión o en la actividad financiera, no absorbería esta perdidas, sino que serán directamente los trabajadores los que balancearán estas cuentas del dinero de sus pensiones. Y también que la facultad de la asamblea general de los accionistas incluye el poder ordenar la reinversión del remanente de operación, estableciendo que la sociedad puede reinvertir en la proporción que éste “considere” más adecuado mediante el Consejo de Administración. Esto significa que se abre la posibilidad de que la ganancia no sea distribuida entre los pensionados como es que sucede hoy, sino que puede ser “reinvertida” en los gastos de operación.
La política de las direcciones sindicales
Los sindicatos que se reclaman opositores y representantes de los trabajadores están utilizando las mismas políticas que usaron en el pasado contra las modificaciones a la Ley del ISSSTE en 2004 y la reforma laboral de 2012. La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) advirtió que iniciaría acciones en el Senado de la República, mientras que Agustín Rodríguez, también de la UNT y Secretario general del STUNAM señaló que habrá amparos contra la reforma. La confianza en presionar a las instituciones ya mostró en el pasado ser un verdadero callejón sin salida.
Tanto el PRD como el Morena -que se opuso a la reforma - defienden el actual sistema pero -como planteamos abajo-, es necesario levantar una perspectiva alternativa. Lejos de ello, estos partidos defienden las instituciones y las leyes actuales, que no garantizan que los trabajadores y el pueblo accedan a una jubilación acorde a la canasta básica.
A la par que enfrentamos la reforma del PRI y sus aliados que borra de un plumazo el sistema de pensiones de reparto solidario e intergeneracional, sostenemos que el actual sistema no permite que los trabajadores jubilados accedan a una jubilación digna y en cambio es administrada por una pequeña cúpula que actúa en detrimento de los derechos laborales de las mayorías.
Para garantizar que tengamos una pensión que alcance para acceder a la canasta básica y que se incremente de acuerdo a la inflación, es necesario que sean los trabajadores quienes administren el dinero ahorrado durante años de trabajo; ellos, asesorados por contadores, actuarios y economistas, pueden garantizar una buena administración de los fondos de pensión. Así, mediante el control y la administración obrera, podrá evitarse que los grandes buitres financieros metan las manos en los ahorros de los trabajadores.
Ante la reforma del PENSIONISSSTE, es fundamental que los sindicatos que se reclaman opositores y democráticos -como los que se nuclean en la UNT- salgan a movilizarse. Para ello, la base trabajadora debe imponer, desde la base, y en asambleas, un verdadero plan de acción para enfrentar al gobierno y al Congreso de la Unión. Unificando la lucha con el magisterio, los trabajadores organizados en la Nueva Central de Trabajadores, y todos aquellos sectores que están descontentos con el gobierno, es que podrá enfrentarse este ataque.