Las luchas de los trabajadores vuelven a tomar las calles a nivel nacional en defensa del salario y las contrataciones colectivas, retomándose así la dinámica que se venía desarrollando antes que Maduro lanzara el paquetazo donde las enfermeras cumplían un rol central.
Miércoles 3 de octubre de 2018
En la mañana de este miércoles, trabajadores de Guayana, estado Bolívar, cerraron nuevamente el paso hacia la autopista Puerto Ordaz-Ciudad Bolívar. Los del sector aluminio se concentraron en los elevados de Alcasa y Carbonorca, mientras que los trabajadores de Sidor lo hicieron a la altura del portón I de la empresa. Estamos hablando del cordón central de las industrias básicas del país.
Los sidoristas protestaron en la Inspectoría de Trabajo, ubicada en Puerto Ordaz, en defensa de sus derechos laborales y salariales. Uno de los trabajadores declaró que: “en este momento va a arder Troya si la Inspectoría del Trabajo no se aboca a la problemática. Desde Ciudad Guayana podemos armar una situación incontrolable”.
Los trabajadores a primera hora cerraron la Av. Guayana, impidiendo la entrada y salida a Puerto Ordaz, en exigencia a respetar los contratos colectivos. Posteriormente, se movilizaron hasta la Inspectoría. Ellos introdujeron un documento ante esta institución, denunciado los atropellos en materia salarial, siendo que además sostiene que es una violación a sus derechos eliminar los tabuladores salariales.
Es de destacar que en Guayana desde la semana pasada han venido protestando siendo que en esta semana han recrudecido sus protestas justamente por la violación a los derechos laborales, fundamentalmente por las tablas salariales y los convenios colectivos.
En el estado Anzoátegui cientos de trabajadores de los gremios de la salud, cemento, petróleo, electricidad, portuario, agua y telecomunicaciones, salieron de distintos puntos de Puerto La Cruz para concentrarse en el elevado de la avenida Municipal. Los petroleros partieron junto con las enfermeras del Hospital Cesar Rodríguez y personal de Vencemos (Venezolana de Cementos) desde la Redoma de Guaraguao. José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), resaltó la participación de unas tres mil personas, entre las que estuvieron nóminas de PDV-Marina, Petrocedeño, Petropiar, Petroanzoátegui y Petromonagas.
En el otro extremo del país, en los estados Mérida, Carabobo y Táchira, trabajadores universitarios, administrativos, obreros y los docentes y obreros, de distintas universidades, retomaron las protestas que han venido desarrollando exigiendo al gobierno nacional salarios que le permitan llevar una vida digna y la dotación de materiales para el funcionamiento de la casa de estudios. En Mérida y Carabobo exigen respeto al salario justo y la contratación colectiva, tal como en el estado Táchira, donde los profesores y obreros, exigieron que se respeten las tablas salariales.
En Caracas, trabajadores de la compañía nacional de telecomunicaciones CANTV y de Corpoelec protestaron trancando la avenida Libertador en dirección centro de la ciudad, para expresar su descontento por la unificación salarial de facto decretada por el Ejecutivo.
En una asamblea de diversos sectores realizada en la plaza de la Moneda de Caracas, en la que se concentraron trabajadores y trabajadoras del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), del Metro de Caracas, la Cancillería de la República, la Asamblea Nacional, insistieron en que las recientes acciones del gobierno nacional desmejoran sus condiciones laborales y calidad de vida.
El presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados del Metro de Caracas, Juan Ovalles, denunció que el sindicato del Metro (Sitrameca) firmó con la empresa un acuerdo sin consultarle a los trabajadores y que violan la contratación colectiva que, además, aún estaba vigente. Y denuncian la violación de la Ley del Trabajo y las contrataciones colectivas por parte del gobierno de Maduro. Justamente sectores de trabajadores del Metro realizaron el día de ayer un twitazo nacional con la etiqueta #NoAlFraudeSalarial que tuvo importante repercusión.
También en occidente del país trabajadores petroleros del estado Zulia emprendieron desde este martes una protesta en la que exigieron al gobierno nacional un “salario justo” asegurando que lo que ganan no les alcanza siquiera para comer. “Nos estamos muriendo de hambre” declaraba un representante de los trabajadores, y en estas condiciones el gobierno nos exige que aumentemos la producción de petróleo.
Y así otros sectores de la clase trabajadora en distintos puntos del país salen a protestar centralmente por el salario y en defensa de las contrataciones colectivas. Es que días después de anunciar el aumento del salario mínimo el gobierno circuló un “instructivo” para la aplicación de las tablas de la administración pública y señalaba que los derechos de los contratos colectivos eran “sagrados”. Sin embargo, la realidad que vivimos los trabajadores del sector público, tanto en la administración pública como en las industrias y los servicios (educación, salud, etc.), es que los pagos se están haciendo sin cumplir cabalmente con los derechos adquiridos en los contratos, convenciones o actas convenio.
Como declara Ángel Arias, delegado de base del Ministerio del Trabajo y dirigente de la LTS, “la gran importancia que tiene hoy para el conjunto de la clase obrera la defensa de estas conquistas no es solo la evidente lucha por evitar mayores desmejoras económicas, sino que además está en juego si se va a imponer con mayor brutalidad esa lógica de que es el gobierno/patrón quien decide por su propia cuenta cuáles deben ser y cuáles no los derechos de los trabajadores, sin que los propios trabajadores tengan derecho a opinión alguna”.
“Si esto se logra imponer sería un fuerte retroceso histórico del movimiento obrero venezolano. Las contrataciones colectivas son una conquista de décadas de luchas del movimiento obrero organizado, que han costado múltiples procesos de organización, de luchas, de resistir persecuciones, despidos, represiones, cárceles y hasta muertos”, acrecienta Arias.
Frente a esta situación, como estamos observando, son varios los sectores que se alistan en pie de lucha para esta pelea, los de las empresas básicas del hierro, el acero y el aluminio en Guayana, los de la salud y la educación, incluyendo el sector universitario, hasta algunos sectores de la administración pública.
Ángel Arias recalca que “es urgente, frente a estos ataques y amenazas de pérdida de conquistas históricas, la necesidad de avanzar en espacios propios de coordinación y unidad en la acción de los trabajadores, encuentros de trabajadores, con total independencia de clase ante cualquier variante patronal (sea del gobierno o de la oposición), para tomar iniciativas de lucha que unan las filas de los trabajadores tras nuestros propios métodos y demandas”.
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