Que la juventud y el movimiento de mujeres inunde las calles de verde luchando por el derecho al aborto legal, en oposición a la derecha, iglesias, empresarios que se oponen a nuestros derechos.
Karla Peralta Díaz Médica en Antofagasta, Pan y Rosas
Viernes 13 de julio de 2018
El movimiento de mujeres, ya constituido como un fenómeno internacional, sin duda ha causado gran impacto social y político. Las mujeres hemos logrado instalarnos en la agenda gracias a las movilizaciones que hemos sostenido por años para exigir cada uno de nuestros derechos.
Las estudiantes, universitarias y secundarias, hemos sido un factor importante a la hora de poner sobre la mesa la lucha por los derechos de las mujeres. Este año, nos levantamos con movilizaciones a nivel nacional para reclamar contra el acoso en nuestras universidades y exigir una educación no sexista. Sin embargo, los desafíos que se presentan al movimiento de mujeres trascienden los límites de las universidades y debemos darle una perspectiva mayor a la movilización, toda nuestra fuerza a disposición de las grandes batallas, como conquistar el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito.
Debemos seguir los pasos de Argentina que logro inundar de pañoletas verdes las calles, dando un combate contra enemigos claros: la iglesia, la derecha y los empresarios, y presionando al parlamento para hacer ley el derecho al aborto.
Las “pibas” fueron parte vital de la fuerza que dinamizó el estallido de la marea verde, la juventud de todo el mundo debe seguir su ejemplo aliándose indisolublemente con las y los trabajadores para dar un fuerte combate por nuestras demandas y derechos, donde sólo esta unidad logrará poner en jaque al capitalismo y el patriarcado que se encargan de sostener la violencia hacia las mujeres de manera estructural.
Debemos confiar en esta alianza y en nuestras fuerzas en las calles, ya que, será la única forma de poder conquistar el derecho al aborto a la medida nuestra. No a la medida de los sectores políticos que se apropian de nuestras demandas para lavarse la cara, tal como lo hizo el gobierno de Michelle Bachelet, que agarró la demanda que le impuso las calles y la redujo a tres mínimas causales, que responden a un porcentaje muy menor de los abortos que se realizan en Chile (3 – 5%) y la convirtió en un proyecto de ley débil, que hoy es atacado por todo el conservadurismo de la derecha.
El gobierno de derecha en una alianza sagrada con la Iglesias arroja a la clandestinidad a miles de mujeres, teniendo que abortar en pésimas condiciones y con altos costos económicos, físicos, emocionales y psicológicos, situación que afecta principalmente a mujeres trabajadoras y las más pobres, mientras las mujeres mas ricas, a las cuales ellos representan, tienen la posibilidad objetiva de abortan en clínicas privadas o en el extranjero.
Sólo si somos miles en las calles arrancaremos al parlamento este derecho. Sin embargo, el Frente Amplio que dice ir por este derecho sexual y reproductivo de las mujeres, y que cuenta con una fuerza parlamentaria, debe sin duda poner sus tribunas a disposición para que el aborto legal, libre seguro y gratuito sea ley.
Desde Pan y Rosas te invitamos a organizarte con nosotras y levantar una gran columna en la marcha de este 25 de julio.
¡Vamos por la exigencia de una educación sexual laica en escuelas y liceos para poder decidir sobre nuestra sexualidad, por un plan de anticoncepción efectiva en el sistema público para no abortar y por el aborto legal, libre, seguro y gratuito para no morir!
