El debate nacional es la vuelta a clases presenciales. Conversamos con Vanina, docente del distrito de Morón y cuyos hijos van a la escuela pública. La realidad que cuenta se repite en miles de escuelas de la provincia de Buenos Aires.
Viernes 29 de enero de 2021
"Soy docente de la provincia de Buenos Aires y también soy mamá de dos chicos en edad escolar. La escuela de mis hijos tiene una situación muy particular que quienes deciden volver a las aulas no tienen en cuenta: varias de las aulas donde transcurre la jornada escolar son containers. En Primaria hay dos y en la secundaria que funciona en el mismo edificio hay tres aulas-container".
Esto fue lo primero que nos contó Vanina sobre las condiciones de cursada de sus hijos. Ni bien se enteró del plan de clases presenciales que anunció el gobernador Kicillof, que fue acordado con el Ministro de Educación Trotta y sindicatos como Suteba, se preguntó sobre las condiciones de la escuela donde van sus hijos: "¿Cómo van a cuidar a nuestros hijos y a los docentes en esas condiciones? ¿Hace cuánto que los Ministros y sus asesores no ingresan a una escuela de barrio? ¿Sabrán las condiciones reales en las que se encuentran las escuelas de gestión estatal?"
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Sobre las aulas container nos dijo que "fueron muchos años de reclamos por parte de la comunidad educativa de la escuela sin ninguna respuesta. Recién en 2019 y solo porque había peligro de derrumbe tuvieron que clausurar una parte del establecimiento y ahí llegaron los containers con la promesa de ser provisorios, pero se volvieron permanentes".
Vanina también denunció que "hablo de la escuela de mis hijos como mamá, pero también tuve la oportunidad de trabajar varias veces en containers y no es nada agradable la experiencia. No se remueve el aire y un día de verano es inhumano estar tantas horas dentro. El año pasado los chicos tenían que salir al patio en medio de la clase por el calor que sufrían ya que ni siquiera funcionaban los ventiladores y la luz se cortaba. Ni hablar de la distancia que se necesita entre persona y persona, en el container con sólo 10 chicos no podes cumplir el distanciamiento social. Es inadmisible tener que cursar o dar clases en estás condiciones, más aún en medio de la pandemia”.
Las preguntas que se hace Vanina son las que se hacen muchos docentes y familias: ¿Por qué no aprovecharon el año de la pandemia para hacer los arreglos que se necesitaban? ¿Por qué de repente están tan apurados para que empiecen las clases presenciales?
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Suteba y el Gobierno plantean que existen espacios de diálogo y toma de decisiones conjuntas entre los distintos actores de la comunidad educativa, pero no convocaron a una sola asamblea.
Desde la agrupación docente La Marrón se viene planteando que la vuelta a clases debe ser invirtiendo todos los recursos necesarios para que sea en condiciones adecuadas para toda la comunidad, con discursos no alcanza. Que nadie decida sobre nosotros, docentes y familias tenemos que organizarnos en comités de seguridad e higiene para garantizar protocolos seguros obras e insumos.
Las condiciones necesarias para que la vuelta a clases de forma presencial ocurra están en función de la infraestructura, transporte, conectividad para docentes y alumnes. También de un plan de vacunación progresivo para docentes y comunidad educativa. Ante la sobrecarga laboral y la precarización de docentes de PIEDAS, FINES y ATR se los debe pasar a planta a todos. Es urgente la creación de cargos y actos públicos y que ningún docente cobre por debajo de la línea de pobreza. A las familias que fueron duramente golpeadas por la crisis económica y social se les debe garantizar acceso a alimentos en cantidad y calidad, IFE de $30mil y licencias pagas.
Escribinos a La Izquierda Diario o La Marrón para hacer llegar tu denuncia, opinión y propuestas.