Frente a la crisis del espacio y las derrotas electorales, ambos decidieron que diez años de desencuentro… no son nada.
Jueves 8 de febrero de 2018 00:00
Hoy, jueves, se realizará en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) el encuentro Argentina Unida - Desafíos en el fortalecimiento del campo popular. Representantes del kirchnerismo como Agustín Rossi, el massista Felipe Solá y randazzistas como el “Chino” Navarro son los organizadores pero no los únicos asistentes: también darán el presente algunos gobernadores, economistas e intendentes, incluido el merlense Gustavo Menéndez (presidente del PJ bonaerense).
El evento llama a la “unidad”, que varios dirigentes peronistas ven como “El Dorado” frente a las derrotas en las urnas del espacio. No es el único movimiento en este sentido.
Ayer trascendió que Alberto Fernández (también impulsor del encuentro) se reunió con Cristina Kirchner, tras diez años de desencuentros. “Con Cristina no alcanza y sin ella no se puede”, resumió quien fuera ex jefe de Gabinete de la ex presidenta y de Néstor Kirchner. “Nos dijimos todo lo que nos teníamos que decir y saldamos deudas del pasado”, declaró.
En FM La Patriada, Fernández planteó que uno y otro buscan “un gran debate que incluya a todos” y reivindicó un “pasado en común” con la ex mandataria. Además sugirió la posibilidad de participar en unas PASO generales en 2019 para dirimir “quién es el mejor candidato”. Fernández (actual randazzista quien también supo estar con Sergio Massa) es una demostración viva de que en el peronismo nadie se pierde… todos se transforman.
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Adolfo Rodríguez Saá es otro que pegó un volantazo recientemente. En el Senado abandonó el Interbloque Federal que integraba –cercano al Bloque Justicialista de Miguel Ángel Pichetto-, en lo que se entiende como un guiño al kirchnerismo.
El peronismo salió golpeado de conjunto de las últimas elecciones, el pasado octubre. Es esto lo que explica las negociaciones entre sectores que, hasta hace muy poco tiempo, estaban enfrentados. Como escribimos recientemente, algunas cosas tienen en común: todos cuentan con figuras que fueron parte importante durante la década k. Y sin la complicidad de unos y otros en Diputados y Senadores, las leyes de ajuste del macrismo no hubieran pasado.
A esta altura algo se puede dar por cierto. Ninguno tiene problema en volver a integrar un espacio común con los que definió como “traidores” y todos han sido, en distintas medidas, garantes de la gobernabilidad macrista.