En el marco de los allanamientos que se llevaron a cabo en Rosario la semana pasada, donde se incautaron 1.658 kilos de cocaína con destino a Dubai, consultamos a Julián Maradeo, periodista y autor de La DEA en la Argentina: Una historia criminal (2022), sobre los vínculos de la agencia norteamericana con el poder judicial y la policía Federal, la formación de tropas de élite en Santa Fe, y sobre su interés defensivo por el control sobre la hidrovía.
Lautaro Pastorini @lautarillodetormes
Sábado 3 de septiembre de 2022 10:11
La semana pasada se incautaron 1.658 kilos de cocaína en el humilde barrio Empalme Graneros de Rosario que iban a ser despachados por la Terminal Puerto Rosario, por la hidrovía, con destino final a Dubai. Si bien en los medios locales mencionaron la participación de la DEA en las investigaciones nunca quedó claro cómo. ¿Cómo opera la DEA en Santa Fe? ¿Con qué medios? ¿Con qué sujetos? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Le interesa realmente acabar con el narcotráfico?
La operaciones que se dieron en Rosario y otras provincias estuvieron bajo las órdenes del juez federal de Zárate Campana, Adrián Gonzalez Charvay. Dos meses antes, en junio, el periodista Julián Maradeo, en una entrevista con el programa radial “Aquí, allá y en todas partes”, había indicado a Gonzalez Charvay como un ejemplo de cómo la DEA blanquea información ilegal por medio de jueces que son contactos.
Licenciado en periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, Julián Maradeo se dedica a la investigación, y escribe en diferentes medios como Pagina/12, Crisis, y Tiempo Argentino. Entre su prolífica bibliografía se encuentra La derecha católica (2015), La trama: Detrás de los abusos y delitos sexuales en la Iglesia Católica (2018), Fake News: Cómo se fabrican en la Argentina y en el mundo (2021), La DEA en la Argentina: Una historia criminal (2022). También, en colaboración con Ignacio Damiani, escribieron El Tano (2016), Lobby, cómo se construye el (verdadero) poder detrás del poder (2019) y Radiografía de la corrupción PRO (2018).
¿Qué opinas sobre que Gonzalez Charvay haya ordenado los allanamientos en Rosario? ¿Cómo es el vínculo entre la DEA y el poder judicial?
Generalmente, la DEA construye, hábilmente, a lo largo del tiempo vínculos con los jueces y fiscales que le interesan. González Charvay, de Zárate Campana, es uno de ellos. Ya en 2018 había intervenido en otro procedimiento similar, fuera de su jurisdicción, solo que en lugar de terminar en el Puerto de Rosario fue en el de Bahía Blanca, y se conoció como Bobinas Blancas. En ambas oportunidades fue a partir de notas enviadas por la DEA, solo que en el caso de Bobinas Blancas Patricia Bullrich escondió ese dato un tiempo, hasta que tuvo que hacerlo público. La hipótesis es que en realidad la Federal había usado a la DEA para blanquear un dato obtenido irregularmente. En ambas ocasiones intervinieron comisarios de la Federal muy ligados a la DEA. En Bahía Blanca fue Néstor Roncaglia (*), y en Rosario fue Marcelo Giuffra (**), discípulo de Roncaglia. Se trata de una red de cooptación que la DEA va tramando a lo largo de mucho tiempo.
Con González Charvay en particular hay una anécdota que lo pinta de cuerpo entero: entre 2018 y 2019, la Federal, en medio de una investigación sobre narcotraficantes italianos, le solicitó más información del expediente a González Charvay, quien se la retaceó bajo el argumento de que quería evitar todo tipo de filtraciones. Dos meses después, la Federal recibió un correo electrónico del juez con detalles sobre lo que contenía la investigación judicial. La particularidad era que el juez se lo había enviado a la DEA pero su inconsciente lo traicionó y por error se lo mandó a la Federal. De ese nivel de sujeción hablamos.
La DEA, con la Embajada detrás, construye vínculos de excepción con jueces y fiscales federales de regiones de su interés, y también con magistrados del fuero Penal Económico fundamentalmente. No es un proceso corto, sino que se da a lo largo del tiempo, e incluye los tours judiciales, el acceso a información privilegiada, etcétera.. A lo que se suma también las relaciones con estudios de abogados que se alinean detrás de su estrategia, a cambio de distintos tipos de favores, como puede ser el impulso en sus carreras judiciales. A estos los llaman "abogados facilitadores".
¿Crees que hay algún nivel de relación entre un allanamiento sin precedentes como este, y que días antes, el gobernador de Santa Fe Omar Perotti haya recibido al embajador norteamericano Marc Stanley, en el marco de que se haya firmado a principios de año la formación de un cuerpo de élite formado por la DEA?
El encadenamiento de hechos suele tentar a la hora de realizar especulaciones de este tipo, en las cuales no suelo aventurarme. Miraría ciclos más largos que, más allá de la visita del pintoresco Stanley-cuya efectividad diplomática aún está por verse-, incluyen la llegada desde México de John Wallace, el nuevo jefe de la DEA en Buenos Aires y el anuncio del gobernador Omar Perotti, respecto de la creación de una unidad de élite que es conducida por Maximiliano Bertolotti (***), de excelente relación con la DEA. Esta unidad de élite, según el anuncio del propio Perotti, va a ser formada en técnicas militarizadas en el plan Uscap en Bogotá (****). Ese programa comenzó en 2013, pero Argentina, donde no hay ningún especialista serio que afirme que se viven situaciones como las de México o Colombia, no envió agentes hasta 2017. No es casual porque la gestión de Patricia Bullrich fue una de las que más insistió en que las Fuerzas Armadas se involucrasen en la lucha contra el narcotráfico, algo por lo cual Estados Unidos hace lobby infructuosamente desde 1987.
Por otro lado, con Aníbal Fernández, que suele ser tan valorado como Bullrich por la DEA, los Grupos Operativos Conjuntos creados en 2017 y comandados en las sombras por la DEA, se expandieron desde el NOA y el NEA a siete puntos geográficos, entre los cuales se incluye Santa Fe. Es tal peso de la DEA en ellos que son quienes dan la última palabra sobre quiénes los componen y, a su vez, según documentos confidenciales a los cuales accedí la DEA le pone cajas de dólares en negro a disposición, con el agravante de que el Ministerio de Seguridad nacional lo sabe y no hace nada.
Vos planteas que a la DEA no le interesa la guerra contra el narcotráfico, sino los puertos y la hidrovía ¿Por qué?
En realidad, lo que planteo es que a la DEA no le interesa la problemática local sino todo aquello que suceda en Argentina y pueda afectar a Estados Unidos. Con ese fín, el control de las vías fluviales y las fronteras es clave. Para eso empiezan con recursos a trabajar la cooptación, con la ventaja de no solo tener con qué sino también de aplicar la cronoterapia. Por supuesto, Argentina ofrece grandes ventajas, porque, entre otras cosas, tiene una débil estructura de inteligencia criminal, lo que abre las puertas para que los agentes estadounidenses, en este caso de la DEA, saquen ventaja. Hoy, por su estructura global de inteligencia y recursos, la DEA es imprescindible, pero Argentina no hace mucho para que no lo sea. Entonces, terminás atando tu política antinarcotráfico a los designios de una agencia extranjera, que supo construir a lo largo de décadas vínculos con los gobiernos provinciales, de manera tal que cuando, coyunturalmente, se lleva mal con un gobierno nacional le permita puentear a la administración federal.
¿Cuál es tu opinión sobre el nivel de injerencia que pueda tener una agencia internacional cómo la DEA en la política y la economía de una provincia como la de Santa Fe que está atravesando esta crisis histórica? (Crisis histórica en referencia a balaceras cotidianas, a la ligazón que hay entre justicia, fuerzas de seguridad y bandas narcos, etc.)
Según mis fuentes, la DEA abrió una oficina informal cerca de Rosario, igual que la que tiene en Zárate y es ocupada por Gendarmería. Suelen visitarla cada mes para estar al tanto. Lo que les interesa es el acceso a información privilegiada. Ahora bien, más allá del paso de comedia al que se prestan a la hora de los anuncios respecto de su interés en la problemática local, a los hechos me remito que tienen interés cero, excepto, como dije antes, que potencialmente pueda afectar a Estados Unidos. No creo que la DEA vaya a tener injerencia económica, tal vez sí se pueda ver a lo largo del tiempo movimientos bajo cuerda con actores locales de la política, la justicia y el universo de la seguridad. O sea, iniciativas motorizadas en reuniones que se mantienen lejos del ojo público. A eso lo veremos con el tiempo. No esperen ver a agentes de la DEA involucrados en situaciones de narcomenudeo, no solo porque por ley no lo tienen permitido, sino porque tampoco les interesa. Sí se van a ver, como ya ocurrió en otras provincias, que para ganarse el favor de quienes les interesan le sirven en bandeja información, recursos, cursos de capacitación con todo pago, viajes a Estados Unidos, etcétera. hay que prestar atención a los detalles que, en definitiva, componen el todo.
(*)Nestor Roncaglia, ex jefe de la policía Federal.
(**)Marcelo Giuffra, actual jefe de la Superintendencia de Drogas Peligrosas.
(***)Marcelo Bertolotti: estuvo al frente de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) hasta desde diciembre de 2019 hasta febrero del 2021, con jerarquía de subcomisario. Estaba a cargo de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE).
(****)Plan de Acción Conjunta para la Seguridad Regional entre Colombia y Estados Unidos.