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Red Internacional
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CAUSA BRIGADA NORTE. Tucumán: continúa la lucha por justicia para Ariano y Emanuel

Realizaron un nuevo corte frente a los Tribunales al cumplirse 3 meses del incendio en un destacamento policial. Tras las acciones de los familiares comienza a tener mayor repercusión.

Jueves 1ro de octubre de 2015

Una vez más y al cumplirse un nuevo aniversario de la horrenda muerte de Ariano y Emanuel –ambos de 22 años- se realizó una nueva acción de protesta en el palacio que alberga los tribunales penales. Desde las 10 de la mañana comenzaron a llegar familiares acompañados de organismos de DDHH y partidos políticos: el CeProDH, el Partido de los Trabajadores Socialistas, Partido Obrero y la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad.

El fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila, no recibió a los familiares y les comunicó -secretaría mediante- que la causa pasó a manos de Gendarmería por 48 horas, que nuevamente estaba en secreto de sumario por lo que no podía decirle qué medidas se tomaron. Va intervenir un perito de Gendarmería debido a que no puede ser la misma fuerza policial que se investiga quién lleve adelante la investigación ni brindar garantías a los detenidos, testigos del aberrante hecho.

Fueron numerosos los medios que cubrieron la noticia del corte de Avenida Sarmiento y Laprida, haciéndose eco de las gravísimas denuncias vinculadas al caso y las amenazas a familiares y testigos. Noemí Chabán madre de Emanuel Gallardo declaró: “no tenemos repuesta del Poder Judicial, estamos cansados de que la policía hostigue a los chicos, principalmente a los pobres, que son en donde ellos descargan su violencia. Mi familia siempre ha sido siempre hostigada, uno de mis hijos fue secuestrado por la patrulla motorizada del barrio BGH y golpeado salvajemente. Le fracturaron una pierna por lo que tuvieron que operarlo. Mi otro hijo fue amenazado de muerte por la policía. Vamos a seguir manifestando”. Paula, cuñada de Ariano, dijo: “queremos que no haya más casos como el de Emanuel y Ariano, como pueden decir que no sabían que las comisarias estaban abarrotadas. El problema no fue quién inició el incendio sino por qué no abrieron la puerta. Hay hasta un testimonio que sostiene que en realidad al incendio no lo iniciaron los chicos, sino que empezó porque los policías de afuera le tiran un pedazo de gomaespuma prendido encima de uno de los colchones y ahí se empieza a prender. Nunca les abrieron la puerta”.

Facundo, hermano de Ariano, tuvo una larga entrevista radial donde enumero una verdadera catarata de irregularidades y una denuncia a la policía como “latigo represor del gobierno”. Denunció que los 16 sobrevivientes fueron golpeados durante días, para que no declaren, e incluso que el propio personal de la Regional Norte, responsable de la muerte de los dos jóvenes, tuvo acceso al penal para personalmente amenazar y torturar a los jóvenes. Cerró afirmando que seguirán firmes en su lucha, “la vida de un pibe pobre vale igual que la de un rico, no queremos más violencia policial ni impundad. Ni un pibe menos”.

La causa no tiene ningún imputado y todos los policías permanecen en funciones. Es indignante la complicidad del aparato judicial con las fuerzas policiales, cubriendo con un manto de silencio este hecho aberrante, que muestra la crueldad del régimen penal y la impunidad de la policía que continúa con las prácticas de tortura, corrupción y represión heredadas de la policía de Bussi, Albornoz y –ya en democracia- del Malevo Ferreyra.

En los medios vienen reflejándose una seguidilla de hechos repudiables protagonizados por la Policía local: organización de saqueos en 2013, la terrible represión en las marchas luego de las elecciones, tortura, tráfico de estupefacientes dentro del penal y comisarias gerenciado por la propia fuerza, jóvenes obligados a robar para los uniformados, abusos sexuales, gatillo fácil, coimas y causas armadas. La impunidad con la que goza la fuerza policial y los hijos del poder contrasta con la tremenda crueldad que se descarga contra los privados de su libertad, en su aplastante mayoría jóvenes pobres. Como Ariano Biza y Emanuel Gallardo.