La mujer de 19 años está con custodia policial en el Hospital del Este, tras la denuncia de un médico que la acusó de provocarse un aborto. Las reminiscencias al caso de Belén, absuelta hace una semanas.
Viernes 14 de abril de 2017
Fotografía: Diego Aráoz (La Gaceta)
Una joven de 19 años llegó al Hospital del Este, el pasado martes, con “complicaciones en su embarazo” cercano a las 22 semanas de gestación, según manifiesta un acta policial, y fue acusada de haberse provocado un aborto. Tras la denuncia del médico Lucas Carbonell, la fiscalía de turno dio intervención al médico de policía y personal de la comisaría de Banda del Río Salí para que se constituyan en el domicilio de la joven. La mujer quedó, por decisión de la ayudante fiscal Fernanda Antoni, aprehendida, incomunicada y bajo custodia policial en el nosocomio.
La joven había explicado, según las fuentes policiales, que luego de sufrir un aborto espontáneo en horas de la mañana, se dirigió hospital por las complicaciones.
Aunque la estigmatización de la joven ya comenzó en los medios de comunicación hegemónicos, hasta el momento la causa judicial continúa abierta hasta que la joven declare. Tras la presentación de un abogado defensor, se levantó la aprehensión.
El caso de la joven –identificada como C.– guarda similitudes con el caso de Belén, la joven absuelta por la Corte Suprema de Tucumán luego de pasar casi 900 días en la cárcel. En ambos casos, aunque negaron haberse practicado un aborto, fueron acusados por los médicos.
El hecho de que la joven permanezca bajo custodia policial mientras está internada, incomunicada, también recuerda al caso de Belén. Ella fue interrogada por personal policial mientras estuvo en el hospital.
Además, la denuncia del médico viola la confidencialidad obligatoria entre médico-paciente, contemplada en la ley 26.529. En el caso de Belén ya se ha señalado que la sospecha de un aborto provocado no constituye justa causa para quebrar la confidencialidad sin que constituya delito.
La clandestinidad del aborto en Tucumán
Tras la judicialización de un pedido al Ministerio de Salud provincial, finalmente se pudo acceder un informe elaborado desde el Sistema Provincial de Salud (Siprosa). De acuerdo a los datos del informe, difundido por Apa, entre 2012 y 2016 murieron 14 tucumanas por abortos clandestinos e inseguros.
Un dato silenciado es que los egresos hospitalarios por aborto se contabilizaron en 1324 durante el año pasado. Es decir que, en promedio, cada semana 27 mujeres buscan asistencia por complicaciones sufridas en abortos clandestinos e inseguros. Las últimas cifras anuales son alta: 2013, 2709 casos; 2014, 1366 casos; 2015, 1208 casos.
Queda claro que la clandestinidad del aborto es una cuestión de salud pública. Sistemáticamente, el debate por este tema y otros derechos reproductivos (como el acceso a anticonceptivos o la educación sexual en las escuelas) es obstaculizado por la injerencia de la cúpula eclesiástica, que encuentra representantes en todas las fuerzas políticas del régimen. Judicialmente, como lo ha denunciado el movimiento de mujeres en el caso Belén, lo que se busca es mandar un mensaje disciplinador y que el castigo amedrente a quienes quieren decidir sobre sus cuerpos.