Aseguran que las obras fueron descartadas como “basura” por órdenes del Rector. Realizaron una intervención en las puertas de las oficinas del mismo y presentaron una nota exigiendo explicaciones.
Jueves 8 de septiembre de 2016
En la tarde de este martes, un grupo de estudiantes de primer año del Profesorado y la Licenciatura en Artes Visuales se movilizaron hacia el rectorado para denunciar el ataque que sufrieron varias obras que ellos mismos habían realizado en vistas de la Bienal de LandArt en Suiza.
Fueron acompañados por estudiantes de años superiores y de otras carreras de la Uncuyo, junto a agrupaciones de izquierda. La La Izquierda al Frente, desde la Secretaría de Derechos Humanos del CEFADI, ya había declarado públicamente su rechazo a la destrucción de las obras.
En declaraciones a La Izquierda Diario, Martina, una de las estudiantes convocantes dijo: ”Era un proyecto de la cátedra de tecnología de los materiales de primer año donde se nos había invitado a participar de un bienal de LandArt en suiza. La idea era armar unos animales autóctonos con materiales naturales encontrados en el lugar, veníamos hace dos semanas trabajando y este lunes nos encontramos con todas nuestras obras destruidas. Desde la cátedra se había pedido permiso a la directora de carrera, por lo cual la facultad sabía de las obras. No entendemos cual es el criterio para que se las consideren como basura y se quiten, por eso es que decidimos traer nuestro arte al rectorado. Este hecho lo entendemos como un desinterés por las actividades artísticas y las carreras de artes que hay en la UNCuyo.”
Los estudiantes realizaron una intervención artística con hormigas realizadas de distintos materiales y un hormiguero emplazado en la entrada del edificio del Rectorado.
Otro participante, Sebastián, declaró que: “La idea era intervenir con un hormiguero y que cada uno hiciera su hormiga representando el trabajo en equipo, como hicimos las obras que destruyo el rectorado. Es una forma de reclamar y hacerlo visible porque con la nota iba a pasar un tiempo y la iban a descartar. Y también reclamar más respeto para las carreras de artes.”
Este accionar está enmarcado en un claro proyecto estratégico por parte de la gestión del radical Daniel Pizzi, que consiste en atacar y desfinanciar la oferta de la educación pública, donde las carreras que no están orientadas a la producción industrial y de servicios – como es el caso de Artes Visuales y otras carreras artísticas- son las primeras en deteriorarse, considerando “basura” a la producción artística de los estudiantes.