Durante el receso de invierno, representantes de los claustros de la universidad, han procurado modificar sin mayor discusión y difusión el reglamento de las guarderías en la Universidad Nacional de General Sarmiento, “recortando” la capacidad de cupos para los estudiantes.
Lunes 8 de agosto de 2016 17:57
Para quienes no conocen, la Universidad Nacional de General Sarmiento es la única del conurbano bonaerense que posee en funcionamiento un jardín, esta es una de las conquistas más importantes que tuvieron los y las estudiantes, porque permite el acceso a la universidad a todas las mujeres que son mamas y tener un lugar donde dejar a sus hijos e hijas tranquilas mientras están cursando, sobre todo beneficia a aquellas estudiantes que cuentan con menos recursos para acceder a la educación.
Antes de que finalice el primer semestre de clases se supo que había planes de modificar la cantidad de cupos de la guardería, la misma cuenta con una Sala de Juegos Multiedad y una Escuela Infantil.
Esta modificación es discutida y llevada a cabo por una comisión directiva compuesta por un representante de cada claustro APUNGS (Asociación de personal de la UNGS), ADIUNGS (Asociación de docentes de la ungs), un miembro de la gestión, Gustavo Ruggiero y los consejeros superiores del claustro estudiantil pertenecientes al FUNyP y la Mecha pero poco se ha difundido entre quienes, de llevarse a cabo, serán las más afectadas, es decir las estudiantes.
En la última reglamentación propuesta los cambios en la sala de juegos multiedad se establece un 50% de los cupos para estudiantes universitarios y secundarios, que son la amplia mayoría en la comunidad educativa y el 50% de los cupos para personal de planta y transitorio que son la minoría del mismo. En la escuela infantil, para el turno diurno, el recorte es mucho más concreto se propone una capacidad de cupos del 25% para estudiantes universitarios y secundarios mientras que para el personal de la universidad un 75% alegando que existe un sobrante de cupos.
En este sentido de aprobarse este tipo de reglamentación se estarían restringiendo las posibilidades de acceder a la guardería por parte de las estudiantes. Si bien se abrió la posibilidad de que los alumnos que asisten al colegio secundario de la universidad puedan acceder a la guardería no se propone ampliar los cupos para la mayoría ni tampoco se habla de ampliaciones edilicias, resolución que fue publicada en 2015 y todavía no se ha avanzado, para que el acceso a la guardería sea cada vez mayor y en mejores condiciones.
Tras la propuesta, se esconde una intención poco equitativa y antidemocrática, ya que por un lado entendemos que “repartir” el porcentaje de los cupos para los estudiantes (de amplia mayoría) con el porcentaje de docentes, es un cambio que solo beneficiará al personal docente y afectará de manera negativa a las posibilidades de cursada y trayectorias de las estudiantes. Y además enfatiza el lema meritocrático que caracteriza a la era Macrista pues no solo se limita a las madres estudiantes los cupos, sino que también se pone en duda la meritación de la vacante con exhaustivos pedidos de comprobantes que legitiman, tras los resultados académicos, la cuestión de la competencia y como resultado el “derecho al acceso” del lugar.
En este sentido, como es de público conocimiento el ajuste y los tarifazos que se vienen aplicando con el gobierno de Macri ha sido un problema que afecta a la mayoría en general, pero a la clase trabajadora, en particular. A principio de año el gobierno de Macri venía anticipando la necesidad de hacer un recorte de presupuestos a diversos organismos que dependen de la financiación Nacional, mientras que por otro lado se aprobaba la millonaria paga a los fondos buitres, que contó con el apoyo de FPV. En el caso de las universidades, las autoridades de la UNGS (universidad de general sarmiento) durante el ballotage del 2015 sacaron declaraciones públicas de no dejar avanzar a la derecha y durante el comienzo de año lectivo no dejar pasar el ajuste, pero lejos de enfrentarla votaron el recorte y se está aplicando una suerte de autoajuste.
En la actualidad, lejos de salir a enfrentar los recortes y defender la educación pública lo que se está haciendo con esta “no discusión” sobre las modificaciones del reglamento es que el recorte pase desapercibido, y lo que es peor aún, que afecte a los primeros interesados en el funcionamiento, que son las estudiantes madres que dependen permanentemente de la capacidad del mismo para concretar sus trayectos educativos. La cuestión de momento es que surge una puja por la capacidad de cupos y entonces, como en épocas históricas anteriores, los estudiantes y trabajadores son los más perjudicados.
Asimismo, pretendemos hacer conscientes a los estudiantes, como al resto de la comunidad que aunque no se vea afectada, los sucesos son también de su importancia, pues de acuerdo con lo establecido el acceso a la educación pública, gratuita y de calidad es un derecho ya adquirido y si permitimos estos tipos de retrocesos pronto se estará hablando de más recortes en nuestra universidad.
Por dicha razón es que necesitamos hacer eco de estas peticiones, y sumar las voces de las madres que por escasa representación hoy deben enfrentar estas reformas que si bien las involucran, son discutidas a puertas cerradas.
Por último, consideramos que no se trata de una lucha entre claustros, docentes y estudiantes (estos últimos con poco peso representativo), sino que se trata de la capacidad y voluntad de ampliar la cantidad de recursos que son dirigidos hacia esta, no menor, actividad educativa, ya que es una de los lemas que ha caracterizado a la UNGS el hecho de que su apertura sea para la comunidad en todo su conjunto y sobre todo que este acceso le permita a la clase trabajadora y los sectores populares el acceso a la educación universitaria. En este sentido tanto los representantes del claustro estudiantil que es el Centro de Estudiantes y los Consejeros estudiantiles que conforman el gobierno de la universidad sean los primeros en involucrar a los estudiantes y que se difundan estas problemáticas, este es el rol que deben jugar como representantes de los estudiantes.
Ante esto la Candidata a Consejera Estudiantil por el ICI y referente de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, Micaela Rios opino que “para evitar este tipo de cambios que afectan a las y los estudiantes, sobre todo a las que son mamas es necesario que los consejeros no solamente sean la voz sino también los primeros en difundir y organizar a los estudiantes para que puedan discutir los cambios que puedan afectarlos. No solamente pronunciándose en contra de este tipo de modificaciones sino también discutiendo a donde van los fondos universitarios pues el recorte solamente se está haciendo sobre los estudiantes mientras todavía se sostienen sueldos de privilegios y se precariza a los docentes. Queremos que cada vez más estudiantes se puedan recibir por eso es necesario que se amplíen las infraestructuras para no retroceder en nuestra gran conquista que es acceder a la educación pública, gratuita y de calidad”.